viernes, marzo 06, 2009

Pruebas y estudios microscópicos

Un colegio realmente es un experimento extraño con el tiempo y las posibilidades. En un colegio se juntan vidas en potencia, un abanico enloquecido de posibilidades y de variaciones. Como punto de salida todos esos microbios casi en creación pueden ser observados para una análisis posterior de como el azar y la decisión inconsciente juega mas fuerte en cada destino que la conciencia y lo racional. Muñecos manejados por el tiempo que no sabe y no conoce de futuros. El tiempo juega única y exclusivamente un partido, el del ahora, el del justo ahora. Descendamos a un patio de un colegio cualquiera en medio del planeta- Es la hora del recreo, es viernes. Microbio K se cruza con Microbio N. Marquemos ese instante para nuestro estudio posterior. Inscribimos la hora de este encuentro. Observamos que hablan de detalles aleatorios. un examen suspendido, por ejemplo. Microbio K inconscientemente ve la fugacidad de Microbio N, Microbio N está ahí pero no está. Microbio K de alguna manera se enfrenta al destino con silencio, como si en ese mutismo se entregara a ese ciclón irracional que es el paso de los días. 16 años después juntamos a Microbio K y Microbio N. Los buscamos con el microscopio.. El desplazamiento de ambos ha sido opuesto, ni siquiera opuesto, porque lo opuesto tiene un vestigio de semejanza, el desplazamieno de K y N ha sido caótico uno respecto al otro. No hay leyes aplicables que entrelacen sus desplazamientos temporales. Mientras microbio N ha seguido una línea casi recta,con picos esporádicos de agitación. La de Microbio K ha sido curvilínea e imprecisa, a ratos casi no hay marca. Ahora se juntan en un terreno lejano a ese patio de colegio donde hemos anotado el encuentro primero de ambos microbios. No hay ninguna semejanza entre el primer encuentro anotado y este en el que nos detenemos para la observación de nuestro estudio. Si aquel primero sucede en un patio de colegio, este sucede en el salón de una casa. Muy lejano espacialmente de aquel patio del colegio. Ambos tratan de comprimir el tiempo, el paso del tiempo para comprender, si puede ser, si hay posibilidad la realidad lejana y desconocida del otro microbio. Mientras que para Microbio N el tiempo tiene algo de acordeón, para Microbio K el tiempo tiene algo de sonido. va cayendo, cayendo hasta hacerse imperceptible, pero existir, existe. El presente, para K, esta siempre presente, aunque sea inaudible. Para K microbio N es casi lo que había prefigurado, para N microbio K es una variación casi cubista de lo intuido en aquel patio del colegio. Ambos se encuentran no sólo con la realidad del otro microbio sino con las variaciones del que habían imaginado para el otro. Para N microbio K es K y su previa visualización de lo que el creía que podría ser K pasado el tiempo. Eso mismo sucede en K con respecto a N. Sin embargo, por debajo, casi sin ser visible, para K y N todas las variaciones no son en el fondo mas que pequeñas variaciones. So observamos K y N mantienen un diálogo, no identico, pero basado en las mismas constantes al diálogo del patio del colegio. EL tiempo movió a su antojo sus presentes, pero K y N, en el fondo son K y N. Lo variable es el destino o esa cosa inexistente y rara que llamamos destino. En cuánto a K y N y la influencia del tiempo y el jugueteo de este con sus vidas ambos sienten un precipicio inexplicable frente al otro. Microbio N gira y se separa, de nuevo, de Microbio K. El tiempo sigue a su antojo marcando estaciones. N sin embargo piensa en K, K piensa en N: ¿Y si nada hubiera sido así, como ha sido?. N camina, K se queda pensando. Pasan los minutos el presente les desplaza, de nuevo, siempre. Nadie sabe nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La palabra microbios en esta historia le da todo el tono al post. Es genial. Gracias por describir lo que veías en el microscopio...con lo grande que es el mundo, si no hubieras apuntado todo esto, es posible que jamás nos hubiésemos enterado del asunto.


CL

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