miércoles, marzo 22, 2017

Más sobre la idea

La idea empezó en un asunto amplio socialmente. Los protagonistas, muchos y muy dispares, abarcaban un amplio espectro social. Lentamente la idea se ha ido cerrando hacia un argumento que bien podría centrarse en dos o tres familias. Incluso en la historia de dos familias políticas. La idea de los cambios generacionales, de los conflictos sociales, de los relatos hegemónicos, se puede contar a través de los distintos miembros de una familia y sus interelaciones. Pienso mucho en la historia social a través de mis abuelos, de mis padres y de los miembros de mi generación. Un siglo de historia que va de mi abuela a mis hijas. Esa evolución social, esos restos de cosas que aún pululan. Esos choques que generan los distintos relatos o como los miedos o angustias se trasladan o se van transformando en otras cosas, pero siendo las mismas angustias. Los temores sociales, los temores, si cabe, de clase. La transformación de la misma clase social, de los gustos, de las apetencias, de sus culturas, dentro de los miembros de una familia o dos. La idea de como se escriben nuestros relatos. De como lo social nos construye como individuos. Abuelos que van del campo a la ciudad, que trabajan en los aparatos de ese nuevo estado, que habitan en las primeras periferias de la capital. Que van modificando su vida a los nuevos gustos. Que conocen los primeros veraneos. Que temen llevar la contraria y llamar la atención. Que son ajenos a otras ideas políticas más que las impuestas. Temerosos, asustadizos. Tienen hijos, sus hijos ya se han transformado en otra cosa. Se crian en ciudades, son niños que crecen jugando a las canicas en el asfalto. Hacen fiestas, conocen grupos anglosajones. Transforman la ropa. Y ajenos al ruido, viven una irrealidad. Crecen atemorizados, pero desconociendolo. Su vida está basada en el miedo y en la obediencia, pero disfrazada con rock anglosajón y las primeras drogas. Son torpes con el sexo. Son torpes con el dinero. Son torpes con el mundo, porque su mundo no tiene referencias y ellos están obnubilados con las estéticas. Una estética engañosa, pero fascinante, llena de imágenes potentes, abruptas, de una sensualidad adictiva. Son adictos a la estética. Sus conflictos son nuevos, porque estéticamente también lo son. Sus vidas llevan otra velocidad. Leen periodicos que les entienden. Columnistas que susurran ideas apasionantes. Se escribe silenciosamente un nuevo relato, un nuevo poder, pero no lo cuestionan del todo, porque esa nueva estética parece su propia conquista. Ellos, no saben muy bien como, han conquistado un nuevo mundo, lleno de una forma indefinida de nueva libertad. Hay autocomplacencia. Mirad que mundo hemos creado. Las nuevas formas de cultura, las nuevas formas de relación, la nueva forma de la economía. Sus casas son mejores casas que eran en las que crecieron. Viajan y conocen mundo. Hablan de lugares remotos. Hablan de literatura underground. De repente el mundo de sus padres, queda lejos, invisible. No hay que preguntarse mucho ya por él porque su fascinante estética lo va conquistando todo.

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