miércoles, diciembre 31, 2008

2009

Trabajaba en un Opencor de una carretera que bordea la playa. Salía a las nueve y en invierno a esa hora, siempre es de noche. Aquella noche vieja cerró su caja, se cambió y salió. Cruzó la pasarela de la autopista y se sentó en el asiento de la parada de autbus por donde jamás pasó el autobus que la llevaría a casa. La primer media hora la llevó bien, la segundo comenzóa impacientarse. AL llegar las dos horas y quedar una hora para que terminase el año, comprendió que el destino cuando es cruel, lo es con ganas. El opencor seguía abierto y tuvo ganas de cruzar de nuevo la pasarela y pasar al menos el año con Raquel, pero esa esperanza demoledora del ser humano, la hacia aguantar por si acaso, por si de repente pasaba ese autobus incomprensiblemente perdido. Entonces se apagaron las luces del opencor y sin tiempo de reacción, la figura de raquel que sale y se monta en un coche y desaperece por el otro lado de la autopista. Y entonces comprende que el 2009 entrará ahí en medio de esa autopista, que llegara desde Malaga y la alcanzará ahi, sentada en esa parada vacia, que llegara por donde debería haber llegado el autobus.

martes, diciembre 30, 2008

Dead Man Walking

Lo primero que hizo su anciana madre nada mas verle aparecer fue meterle una soberana torta, luego llegaron los abrazos, los besos sonoros en las mejillas, las caricias, los sobeteos en el pelo, la preparación de su plato favorito. Cada una de las cosas que se le podría hacer a un revivido, porque sin serlo, lo era. Dos dias antes el autobus de la empresa se había caido en un rio y sin saberse la cantidad de muertos, ni los nombres confirmados, todos le habían dado por muerto, porque por hora y estádistica todo indicaba que el también iba en ese autobus.

Lo que pasó en su caso tuvo que ver mas con la canción popular que con una noticia de sucesos. No estaba muerto, que estaba de parranda. No había cogido el autobus porque se había ido en coche con una secretaria de la segunda planta, con la que estuvo haciendo el amor dos dias seguidos manteniendo el teléfono apagado para que su novia, con la que llevaba una semana sin hablarse, no llamara para molestar el sexo con esa minifalda que a el le llevaba distorsionando el pensamiento algunos meses. Por lo tanto el no tenía ni idea que se había celebrado o estaba a punto de celebrarse un funeral en su nombre, mientras el trataba de colocar como buenamente podía sus piernas entre las otras dos piernas, en posturas novedosas pero interesantes. LA secretaria vivía en chalet pequeño bastante lejos de la ciudad y ese fin de semana se había convertido en una especie de delicatessen sexual y mientras su madre rezaba por su espiritu, su espiritu realmente flotaba entre gemidos y sudores poco celestiales, pero ciertamente paradisiacos. EL domingo a mediodia después del decimo sexo la secretaria se ducho, se montaron en el coche y le bajo a la ciudad, se despidieron en la esquina de su calle´y quedaron en repetir. Lo que el no sabía cuando recorrió los cien metros de su calle es que estaba volviendo de la muerte. Un niño vecino le vió y salió corriendo y llorando, las vecinas del portal le miraron y se taparon los ojos y el saludó con voz ronca por que había cogido frio en la garganta por no vestirse en todo el fin de semana. Al abrir la puerta de casa, en el salón todos miraron sobrecogidos y su novia se lanzó al suelo pensando que el delirio la había cogido sin avisar. EN ese instante su madre le cruzó la cara, sin avisar, sin saberse porque, pero ya luego vinieron todos los ritos que le convirtieron en un revivido, lo que le ahorro las explicaciones de donde había pasado todo ese fin de semana.

miércoles, diciembre 24, 2008

El paso del tiempo

9:00:

He estado recordando una mañana de hace diecinueve años. Definitivamente aquella mañana cambió el rumbo. Si es que esto lleva alguno.

9:45

He escuchado un ruido desconocido que me ha llamado la atención. Una especie de eco. Luego he escuchado un grupo que no conocía, The Bowerbirds, y me han parecido muy apropiados para esta mañana de sol y frio. Mastico una sensación muy agradable hoy.

10:01

Ayer fuimos a última hora, cuando empezaba el atardecer, a un sitio donde ibamos de pequeños. Era un camping donde ibamos a finales de agosto con mi tio por el año 85,86 y 87. Por alguna extraña razón mi hermano y yo mantenemos un cuelgue emocional extraño con ese sitio, pero nunca habiamos vuelto desde pequeños. Al guarda le hemos pedido que si nos dejaba dar una vuelta por el camping, contandole la verdad,que ibamos ahí de pequeños, el tipo nos ha dejado pasar. La sorpresa es siempre la misma, las dimensiones de lo que se recorrió de pequeño quedan reducidas considerablemente cuando se visitan de mayor. Las cosas estaban mucho mas cerca las unas de las otras. Hemos caminado por todo el camping donde no parecía haber nadie. Evidentemente la memoria se ha disparado y han venido velocísimas un montón de imágenes y sensaciones. Por la noche he soñado con eso

10:13

He salido a correr. Estoy seguro que hay una conexión entre correr y la música. Correr es parecido a tocar la batería, a algo percusivo.


10:56

He vuelto a pensar en lo del grupo. Nunca había tenido esta sensación. He pensado en escribirles un correo, luego lo he considerado innecesario. De alguna manera estoy enamorado de este grupo. No se donde va, pero soy enormemente feliz tocando en él.

11:01

Ayer por la mañana mientras caminabamos por la montaña y subiamos ese camino que estaba casi cubierto de nieve y levanté la vista y ví unica y exclusivamente montañas a todos los lados, pensé que es intraducible, que realmente todo eso es intraducible y seguí caminando y dejé de pensar en textos o metáforas, o musicas. Caminé caminando, que no siempre lo logro, y al final del paseo supe que ese había sido el mejor texto de mi vida. Un enorme y acojonante silencio. Montaña y nada mas. Las huellas en la nieve. Mi hermano, M y yo en silencio subiendo una montaña por donde no pasaba nadie. Se acabo el camino y seguimos y llegamos a unas piedras donde nos sentamos y nos dió el sol.


11:20

Escribo este post

11:23

Dentro de dos minutos lo sabré

martes, diciembre 23, 2008

Una anecdota real

La situación es esta: L tiene una cartera donde guarda el tábaco de liar y el papel para hacer estos. La cartera es pequeña con un asa muy larga, puesto que L es muy largo y necesita un asa prolongada para que la cartera que cuelga del hombro caiga a la altura del bolsillo del pantalón, pero las dimensiones de la cartera donde guarda los ingredientes para un cigarrilo son pequeñas o resultan mas pequeñas de lo normal precisamente porque L es un tio largo. Por alguna razón inexplicable, esa cartera va muy asociada a la imagen que tiene uno de L, seguramente esto el no lo sabe, porque nunca sabemos que imagen tienen los demas, a solas, de nosotros.

M sueña que camina por un tunel. Las posibilidades por las que uno sueña que camina por un tunel son tan vastas que da pereza descifrar el significado de un tunel en un sueño. Mas aún desconociendo, evidentemente, muchas cosas de la vida de M. En ese tunel M se encuentra la cartera de L, le manda un SMS diciendole que ha encontrado su cartera.

Un par de dias después del sueño L y M se encuentran y M le cuenta a L que ha soñado con él y con su cartera, que la vió en ese tunel onírico, que se la encontró. L responde que es curioso por que realmente el ha perdido esa cartera.

Hay algo ahí realmente fascinante

lunes, diciembre 22, 2008

La historia de Lady Of certain Age

Julián consideraba "A Lady of certain age" de The divine comedy la canción mas hermosa del mundo. Eso lo pensaba cada dia, cada mañana al despertar pensaba en eso y pensaba que lo que mas hubiera deseado era haber compuesto esa canción. Un tema complejo, porque la canción ya estaba compuesta y por otro, algo que resultaba evidente, es que Julián no era Neil Hannon, lo cual convertía los deseos de Julián en un tema de solución imposible. Pero Julián tenía dos caracteristicas, la tozudez y la obsesión por el asunto. Lady of certain age, tenía que ser si o si, una composición de Julián y no de Neil Hannon. así lo había decidio y así trabajo ara conseguirlo. Anotó en un cuaderno los pasos a seguir. Descartó robar el alma de Neil Hannon, se decantó por una opción algo mas honesta que recurrir a la compra venta de almas, pero de mayor complejidad. Julian debía viajar en el tiempo, componer esa canción años atrás y transformas el curso de la historia para ser el, Julián, el creador de la que el consideraba la canción mas hermosa del mundo. Encontrar la posibilidad de viajar en el tiempo, se sabe, no es fácil. La ciencia vive obsesionada con semajante problema , pero Julián quería y debía conseguir su fin. Buscó soluciones, sin encontrar respuestas hasta aquella noche de luna llena que se le apereció Mefisto y propuso intercambios, propuso tratos pragmáticos que son los que le gustana Mefisto y nada de nubes en el aire. Julian sería el compositor de Lady of certain age a cambio de entregarle su alma, fresca, ingenua y fuerte a Mefisto. Nunca hubo un acuerdo mas rápido, Julian y Mefisto se dieron las manos y consolidaron el trato.

Lady of Certain Age es desde entonces una canción de Julián D. Martinez.

domingo, diciembre 21, 2008

No hay destino

A los dieciseis años dejó embarazada a la chica que iba a limpiar su casa tres dias por semana. Ese fue su primer encuentro con el sexo. La chica desapareció y sólo años después apareció con un chico de diez años con la intención de pedirle algo de dinero ante una situación desesperada. Conoció a su hijo, y decidió, sin muchas dudas, que el dinero que tenía se lo iba a dar. Quedaron en verse tres dias después. Sin mas datos, sin saber nada mas. Se despidieron amablemente y sintió algo parecido al cariño ante ese muchacho callado y de mirada melancólica. A los tres dias acudió a la cita, esperó pacientemente durante tres horas con un cheque que contenía todo sus ahorros, pero la mujer no apareció. Jamás volvió a aparecer, ni la mujer ni su hijo. No supo nada mas. Los siguientes años siguió su vida. Viajó al extranjero, mantuvo varias relaciones insatisfactorias y finalmente conoció a una belga con la que se fue a vivir a Lisboa. Por un mótivo extraño o quizá realmente común, jamás hablaba de su hijo, tampoco hablaba de aquel episodio de cuando la madre y el chico aparecieron diez años después. Al año de vivir en Lisboa soñó que veía a su hijo y comprendió al despertarase que quizá debería buscarlo, pero pasadas unas cuántas horas olvidó la épica de aquel intento. Por lo tanto su vida siguió otro curso, o el curso que habia decidido de antemano, o un curso no dictado, sino un camino que se va haciendo a cada paso, un camino tapado que se va abriendo a hachazos. Años después su madre, una mujer venida a menos, con una salud delicada le llama y le dice que un hombre joven le anda buscando, inmediatamente sabe que se trata de su hijo, su único hijo. Tras varios movimientos, llamadas y conversaciones serias, queda con aquel tipo de veinticuatro años. Coge el avión en Lisboa y viaja hasta su país. Se citan y se encuentran finalmente. Pasan una mañana juntos caminando despacio y hablando mas bien poco. El hijo pregunta al padre por su vida mas casi por tapar el silencio que por alguna curiosidad, el cuenta sin entusiasmo sabiendo que su vida, realmente, no tiene nada de atractivo y realmente hace balance en ese instante de su existencia y se siente, de repente, derrumbado. Le invita a comer y el padre le pregunta por aquel episodio cuando apareció con su madre catorce años antes. Le explica que el acudió a la cita, que llevaba dinero y que su intención era ayudar a su madre a la que intuyó realmente preocupado y en problemas. El hijo contesta que nunca fueron porque su madre murió aquel dia, justo cuando iban a salir de casa para ir a la cita. Luego descubre que el chico ha llevado una vida agitada, de casa en casa, sin una ayuda. Que a los catorce años cogió una mochila y se largó a la costa, que allí vivió trabajando en una fábrica de conservas. Que creció y se fue afincando en aquel pueblo, pero que le perdió el acostarse con tantas prostitutas. Se perdió en los prostibulos y cogió muy mala fama en aquel pueblo. A los diecinueve años se largó mas casi por huida, llegó a una ciudad del centro, consiguió trabajo de conductor de autobus y creció en él una profunda fé religiosa. Conoció a Laura, una chica del barrio. Y tras un silencio extraño define a Laura como el viaje al infierno. Con Laura empiezan a robar, viven en un rancho en un barrio peligroso de la periferia, perr Laura tiene un poder inmenso en la zona. Al principio roban en la calle, a la gente que deambla a última hora. La ambición crece y Laura tiene algo de insaciable. El deja de trabajar y se dedican unica y exclusivamente a eso. Roban en autobuses, en gasolineras, en tiendas, atracos hasta que les pillan y les encierran. Pasa dos años en la cárcel. Al terminar el episodio de repente vuelve a Laura y dice que en el fondo, lo único que le movía era el sexo con Laura. Que si la siguió es por que acostarse con Laura era una droga. Al salir de la cárcel vuelve a la capital, de donde nunca se debió ir, concluye. Consigue trabajo de camarero y se enamora y decide buscar a sú padre. El se queda callado, ve a su hijo y comprende que realmente la vida no tiene dirección ni sentido. Le pregunta de nuevo por la madre. El dice no saber realmente de que murió, que se vistieron para ir a la cita y que cuando cogía el bolso y las llaves se desplomó en el suelo. Que estuvo un rato ahí quieto, sentado esperando, que era pequeño, tenía diez años. Que aquella imagen aún le duele. Finalmente llamó a su tia por teléfono y ya todo sucedió en otro terreno, en el de los mayores, a mi me quitaron de todos esos trámites. al terminar la comida se quedan callados, el padre no sabe que decir. Le pregunta si necesita dinero, si necesita algo pero el hijo dice que no, que el dinero realmente no sirve para nada. Se despiden en la puerta del restaurante. Finalmente se abrazan y quedan en hablar. El padre coge el avión a Lisboa y vuelve a su casa. Evidentemente jamás se vuelven a ver

sábado, diciembre 20, 2008

Biografía Anónima

La primera vez que escribió habló sobre un asesinato masivo. La segunda vez que escribió narró la historia de un murcielago con crisis de identidad. A partir de ahí escribió una serie de muchos textos sobre un poeta invisible o con la necesidad de convertirse en un ser invisible. Al terminar aquella serie que quemó en un acto de rebeldia, escribió varios textos surrealistas de dificil sinopsis. Después tuvo una etapa absolutamente sexual, cuentos pòrnográficos donde los protagonistas se acostaban en lugares absolutamente imposibles. Después de eso escribió sobre el destino, luego sobre el dolor, primeros textos del delirio. Siguió escribiendo y escribió sobre la escritura. Escribió sobre su hermana, que había muerto en un accidente de autobus en el que muerieron diecisiete personas mas. A los cuarente años se paró delante de una hoja en blanco y se quedo quieto. No escribió durante dos años y medio. Al cabo de ese tiempo se sentó de nuevo a escribir y estuvo sin levantarse de la silla seis dias seguidos, en los cuales dormía delante del texto. Terminó un libro enloquecido sobre un músico, un tipo que creaba instrumentos pero que jamás logró hacer una sóla canción decente, un tipo con habilidad para la tecnica pero sin ningún gusto ni ninguna capacidad para la creación. Después hizo doscientos setenta cuentos cortos de historia realmente absurdas. Al llegar a los cincuenta escribió durante nueve meses la novela mas larga que había escrito. Era una novela cuyo personaje se llamaba Lou Reed, un tipo cuya única intención no era tanto parecerse a Lou Reed como usurpar a Lou Reed la personalidad. Es decir, el tipo no soportaba que Lou Reed fuera realmente otro, en la novela el Lou Reed de mentira intenta asesinar varia veces al Lou Reed de Vicious, al de Berlín. La novela termina con un diálogo larguísimo entre los dos Lou Reeds en un banco de Central Park. El diálogo, extenso y desquiciado, termina con una pelea torpe y de mala calidad entre los dos Reed y el Lou Reed de mentira descubre que realmente Lou Reed no es Lou Reed, y que de algún modo Lou Reed no existe.

Después de esa novela se dedica a escribir poemas realmente malos. Luego escribe cartas sin destino. Escribe su primer diario. Al cabo de los años comienza a escrbir otra novela que deja a la mitad. A los sesenta decide reescribir todos los textos de su vida y descubre que su literatura no es que se mala, no es buena, pero no es mala. Lo que le hace pensar en la poca necesidad que tiene el mundo de su literatura. A los setenta lleva seis años sin escribir. A los setenta y siete muere.

jueves, diciembre 18, 2008

Ballenas

Podría paracer casi una alucinación, pero fue muy real. Me había enganchado a ese documental como me podría haber enganchado a cualquier cosa aquella noche. Etsba cansado y paré en ese canal casi por apatía, aunque realmente el documental era interesante, estaba bien grabado, lo que contaban tenía un magnetismo curioso y sobre todo la música, la música era genial, tenía algo de hipnótica. Agradable, lo que habían planteado en la composición era interesante, ya que el documental trataba sobre las ballenas, la música generaba, a partir de cuerdas, el sonido que estas emiten. Sería un disco fundamental esa banda sonora.

Lo extraño vino al rato. Las imagenes que se entremezclaban tan agradablemente con la música, la lentitud del fondo del mar, el color de las profundidades, el movimiento peculiar y acompasado de las ballenas. De repente la cámara persigue a una y esta avanza y gira y va y vuelve, cuando observo que las rugosidades, que las formas de la piel de esa ballena en una zona forman, sin duda, sin imaginación, así, tal cual tú cara o un dibujo de trazos suaves inspirado en tú cara. Me quedó mirando, la música que va haciendo esos juegos suaves, ambientes profundos, la ballena que gira y yo que en la piel de la ballena veo tu retrato, como una especie de tatuaje suave, a un color, un retrato casi perfecto de tu cara. Y miré, miré todo el rato que aguanto esa ballena en plano. Luego entraron otras ballenas, pero ya no llevaban tu cara, sus rugosidades, sus sombras formaban otras sombras, mas abastractas,menos precisas, pero aquella ballena llevaba tu cara, en su piel estaba prefigurada tu cara.

miércoles, diciembre 17, 2008

El fantasma de los musicales

Por supuesto que también tuvo que ver que a mi el género nunca me enganchó, podría agregar incluso que me desagrada, pero aún y así creo que objetivamente una situación así no es fácilmente soportable. A mi me gustan las cosas mas claras, sin adornos, sin prolongaciones, sin tanta épica.

La conocí a la salida de una pelícua, y evidentemente no sospeché nada. Al principio todo te parece bien. Y si a ella le gustaban tanto los musicales era una cosa que no ya sólo no me molestaba sino que incluso me propuse hacer mas caso al género. Las relaciones o bien aumentan tus carencias o las disminuyen y yo pensé al principio que a partir de entonces iría a ver mas. Me preocupé por estar pendiente. Superando cualquier prejuicio me comí cualquier cantidad de ellos, aceptando que el desagrado estaba sustentado por mis complejos. Un dia fuimos a uno y a la salida fuimos a cenar. Debí estar atento, debí ser menos romántico, mas pragmático, que el segundo plato lo pidiera cantando y haciendo un amago de baile debió hacerme saltar las alarmas, pero no. Yo andaba en otra cosa, pendiente de superar prejuicios. A partir de ahí las cosas se dispararon. Mi vida, su vida, nuestra relación se convirtió en un musical. Los paseos no eran paseos, eran coreografías, las cenas, los desayunos, el sexo. Cada acto de nuestra relación era un numero. ella cantaba y yo debía moverme observandola. Ella cantaba, gesticulaba, giraba, saltaba. Si discutiamos había baile y canción, si había celos había baile y canción, si follabamos, había baile y canción. Quedabamos en Sol y ella aparecía aparentemente modosa, tranquila. Yo saludaba como saludan los mortales, un beso en el labio, un "hola ¿como estás?" y ya, sin que realmente sonaran, empezaba a oir las lejanas notas de la intro. Voz suave pero en agudos, lejana, cohibida que contesta cantando, gesto mirando al cielo, no suenan las percusiones pero yo las veo venir, y claro que vienen, suenan las cuerdas, los vientos y ella que canta, que se sube al oso y el madroño, que gira agarrada del madroño, la gente que mira flipando, pero ella que se cree que son bailarines, que son un montón de gente que la acompaña. Ella canta el saludo y yo que miro sin mirar, rezando por que no pase alguien que me conozca. Los peruanos que tocan el condor pasa, pero que a ella le debe sonar a Brodway. Así el saludo, luego paseo donde las cosas vuelven a la normalidad, de repente pasa alguien, una chica mona, la vista que se me va porque la vista no se controla, la vista va sola y ahi si, en medio de una calle vacia, es de noche y suena un piano, no suena , pero yo ya los oigo. Ella que llora y se sienta en un banco cantando con lágrimas, con música de dolor, las luces que bajan y la escena de celos es el numero trágico del asunto... De las escenas de sexo mejor no hablar.

Así que ni corto ni perezoso, la cito en mi casa, no tengo tant valor para liarla en la calle. Viene y ahí no es que entren cuerdas, ahí entra la banda entera aporreando a tope y yo que si, que también se bailar y cantar poco pero si hay que hacerlo se hace y con voz profunda y elevada le digo que se acabo, que esto de los musiales no hay quien lo aguante y se apagan las luces y el público no se si aplaude pero el teatro, eso si, se cierra.

martes, diciembre 16, 2008

33.300

Esta noche he ganado 30 millones en la lotería. El numero premiado era el 33.300. En el sueño estaba en una casa extrañísima a las afueras de la ciudad, alguien tenía encendida una televisión y de repente yo miraba hacia la pantalla y veía que habían salido las cuatro primeras cifras. Si salía el 0 completaría el numero de mi billete y en ese instante he puesto toda mi atención o toda la atención de mi sueño en ese suceso. Mientras la bola descendía por unos tubos yo sabía, estaba absolutamente convencido, de que el numero que llevaba esa bola era el 0, y así ha sido. Un locutor ha cantado el numero premiado y yo miraba el numero de mi billete con cierta perplejidad, como el que mira algo nada mas levantarse y no lo distingue por que hay una capa aún borrosa en la vista. Tras unos segundos de euforia, he hablado con mi pareja por teléfono y le he contado lo sucedido. He mirado el billete y lo he guardado descuidadamente en algún lado de mi abrigo y he salido a la calle. Mientras caminaba he tenido que comprobar donde había guardado el billete, una comprobación que debo hacer a menudo con llaves o móvil en mi vida real, y como en la vida real he tardado varios segundos en encontrarlo. Mientra camianaba, no se muy bien hacia donde, me he quedado pensando, un pensamiento que ha tenido continuidad al despertar, en lo curioso e incluso fascinante de las cifras del sueño. 30 millones al 33.300. Hay algo ahí con el 3, evidentemente. Al despertar he pensado en el 3, pero he tratado de encontrar, como muchas veces sucede con los sueños, el lugar mental de donde viene ese tres insistente en el sueño. Y creo, por mas extraño que parezca, que lo he encontrado. Sino me equivoco, el sueño va absolutamente relacionado con el ensayo de ayer. A última hora hablamos de quedar el dia 22 para una especie de celebración navideña con el grupo. Yo gasté una broma con la lotería de navidad, nunca o casi nunca juego a la lotería, pero relacioné la fecha con el dia de la loteria de navidad. Dije que podríamos celebrar en esa comida la posibilidad de haber ganado la loteria, cosa que en mi caso dificilmente sucederá porque no tengo ni un solo billete. Mas adelante, en el ensayo, y ahí creo que viene la relación con el tres hubo una larga improvisación con unas notas en un compas de 3/4 nada habitual en nuestros ensayos. Recuerdo pensar varias veces durante la improvisación en ese tipo compas y noté como la batería llevaba un ritmo en el que el plato iba marcando esas tres notas por compas, si mal no recuerdo, creo que incluso varias veces conté: 1,2,3...1,2,3....1,2,3

lunes, diciembre 15, 2008

Guantes

Creo que fui el primero en salir de aquella sala, ese tipo de espacios por el que todo ser humano siente cierto desapego. No siento ninguna emoción en las ceremonias que rodean a la muerte en esta parte del mundo, al contrario me anestesian o me alejan de cualquier emoción. Me parecen ceremonias ajenas a cualquier creatividad, a cualquier indicio de inteligencia, de cualquier caracteristica especial de nuestra especie. No siento nada, me quedo adormecido sentimentalmente, para recuperarlo una vez se acaban esos actos incomprensibles. Salí de la sala y me quedé fuera viendo en el parking como llegaba otra caravana de gente, de coches, de abrazos y de gente llorando, otro ataud, otra vida finalizada. Me quedé quieto, pensando en mi propia muerte o en la de la gente que mas quiero. Pensé en el muerto que estabamos despidiendo de esa manera poco acertada y pensé lo jodidamente raro que era que este jamás volviera a pisar la tierra. Salió alguien mas, había tanta gente que no conocía, gente de su trabajao, familia, amigos de otro lado. Tanta gente de la que alguna vez había hablado con él, de los que incluso alguna vez nos habríamos burlado o hablado mal, de otros de los que hablaba siempre bien. Cotilleos que ahora me venian a la cabeza como una especie de homenaje a ese humor que realmente iba a recordar muchos años. Salió toda la gente y hablé con los de su universidad, con los que alguna vez coincidimos en fiestas o noches canallas y me despedí. Finalmente me acerqué a una de sus mejores amigas y nos dimos un abrazo. Le di mi teléfono, por si realmente algun dia necesitaba algo, y por algo que tampoco sabría definir, pero quizá en ese momento hubiera deseado irme con ella y charlar de algo que no fuera nuestro muerto. Me monté en el coche y decidí no volver a casa, cogí carretera al azar y me puse música. Hacia tanto frio que ese sábado las carreteras estaban vacias y me resultaba placentero conducir sin dirección precisa. No sentí tristeza, lo que sentí o lo que he sentido cuando estas cosas suceden es que lo que sucede parece algo impuesto. En esos casos te das cuenta que la vida es bastante mas solida que todo lo que nos invetamos que suele ser el dia a dia. Es decir, lo cotidiano, realmente es mas ficticio. Vas, vienes, vuelves y hay un fondo de ficción que la muerte de repente te recuerda que lo real va a otro ritmo y aparece de vez en cuando, marcando su ritmo intenso y potente, mas potente que cualquier otra cosa. No se puede modificar. Me paré en un pueblo en medio de la infinita esplanada, me pedí una cerveza y algo para comer. Me sonó el teléfono, era su mejor amiga. Me preguntó si podiamos quedar esa misma tarde, que tenía ganas de hablar y que aunque no nos conociamos mucho, sabía que o sentia que era la única persona con la que podría hablar con cierta comodidad. Mentí, o no mentí, no dije donde estaba, simplemente le pedí dos horas de tiempo para quedar, el tiempo suficiente para volver, pero no le dije que estaba a dos horas de la ciudad, para que no cancelara la cita.

No se si fue bueno que aquella noche nos acostáramos. Evidentemente hubo fuga por su parte. A mi me resultaba extraño haber enterrado a uno de mis mejores amigos y haberme enamorado siete horas mas tarde de su mejor amiga. Dormimos en su casa. Me desperté a la mañana siguiente atormentado por la resaca y por un manojo de sueños dificiles de contar o incluso de entender por mi mismo. La ví a ella que dormía y me levanté de la cama sin hacer ruido. Me asomé a la ventana, seguía haciendo frio. Me empecé a vestir y ella abrió los ojos, nos saludamos con cierta timidez. Me pregunto sin ninguna intención si ya me iba. No supe contestar y ella me dijo que si quería me quedaba a desayunar con ella. Evidentemente acepté. Durante el desayuno ella me contó uno de sus sueños. Había soñado con el, con una especie de fiesta en de cumpleaños en una casa que jamás había visto pero que el decía haberse comprado, había gente de todo tipo en la fiesta y de repente sonaba una sirena que no dejaba hablar a nadie, que todo el mundo se tapaba los oidos y trataba de disminuir el sonido brutal que venía de no se sabe donde. Ella comenzaba a buscarle por la fiesta y no estaba, no estaba en ningún lado. Luego la fiesta volvía a la normalidad, volvía a sonar música pero el no aparecía y ella trataba de hablar con todos esos desconocidos.

Al terminar el desayuno, no supe que hacer, pero sobre todas las cosas me apetecía quedarme ahí. Snetía que había algo de tormentoso o de extraño que ella y yo estuvieramos así, cuando hasta unos dias antes solo habiamos sido dos personas que tenían un amigo en común. Sospechaba si lo que sucedia era un forma de diluir ese sentimiento siempre confuso de la muerte. Ella tampoco dijo nada, se encendió un cigarro y se me quedó mirando y sentí una extraña forma de felicidad, como una especie de luz de vela o un sonido que viene de lejos o unos guantes....

sábado, diciembre 13, 2008

Paseo en la nieve

La roca donde nos solíamos sentar en verano estaba ahora cubierta de nieve, pensé en posibles metáforas, no dejaba de tener cierta atracción que la misma piedra donde nos sentabamos estuvierá repleta de nieve, casi tapada, casi invisible, pero luego volví a ese sentido tan nihilista que tiene mi existencia en estos últimos meses. Me quedé viendo el valle , el camino que sube hasta el pico invisible, tapado. Nada. Respiré y si algo hubiera querido en ese instante hubiese sido recuperar enigmas, secretos, pero no hubo nada cuando terminé el proceso. De algún modo mas que perder la ilusión, lo que he perdido es el ritmo, como si me hubiera desacompasado de la existencia, de la realidad. COmo si me hubiera quedado descolgado de la melodía universal que es el todo. Volví a caminar, dejando esas huellas bruscas que se dejan en la nieve, dejando atrás la piedra cubierta. Recordé otro dia lejano de mi vida y sentí la distancia que es el tiempo, noté una leve melancolía, leve, suavecísima, pero comenzó a venir algo, imágenes de otra época, sensaciones anteriores, esas sensaciones que van cubriendo etapas de nuestra vida. En esa melancolía sentí, por supuesto, una forma de alegría, mis marcas, por decirlo de algún modo, en la nieve. Recuperé, de repente, algo. No se muy bien que, pero algo vino. Para comprendernos necesitariamos algo mas de seis o siete vidas, la misma vida en bucle pra ir viendo detalles que siempre se escapan, como esas películas que según terminas de ver quieres repetirlas para descubrir esos detalles, esos guiños que se te han escapado por seguir la trama principal. Si algo sucede es que creo que no me comprendo y para asumir tal asunto descreo en todo, pero en el fondo mantengo la esperanza de encontrar de nuevo las metáforas en mi vida, enigmas. Tan vacia, tan sin nada por debajo, resulta carente de atractivo. Me gustaría pensar que la piedra cubierta de nieve algunos meses después es realmente una metáfora y no sólo eso que se ve, la piedra cubierta de nieve sin nada mas, sin metáforas ni melodias. Me gustaría a veces qe sucediera algo mas tremendo, escuchar de repente sobre toda la montaña un par de notas alargadas de un violoncello, un par de notas que traspasan de repente todo esto y se perdieran en la inmensidad del tiempo. Un par de notas y ya, pero que se escucharan alto y potente. Algo que me llevara a dudar incluso de mi capacidad de comprender lo real. A veces pienso que sería mejor cierta locura a este vacio de sentido. Sólo veo mis huellas en la nieve, el árbol pelado y cubierto, la montaña, la luz blanquecina que rebota y forma esta imagen. Si sonaran dos notas ahora mismo, dos jodidas notas en medio de la montaña ante tanto silencio, dos notas que no ocuparan mas de dos o tres segundos y volviera el silencio y este vacio, nadie alrededor para escucharlas, dos notas que me indicaran que en el fondo hay un jugueteo. Mirar atrás y que no estuvieran ya las huellas, pero si miro están...

viernes, diciembre 12, 2008

Moscas

En el acompasado silencio que me rodeaba entró en un suave y prolongado crescendo el leve vuelo de una mosca. Nada parecía esconder ese sonido que por constante recuerda o va recordando a una especie de tortura, pero como todo vuelo de mosca iba acompañado, evidentemente, de una intensa sensación de calor. Eran las tres de la tarde de un dia del verano mas caluroso que recuerdo en mi vida. En la casa dormía la señora y su nieto, su hija o madre del chico, había salido a media mañana, sin explicar donde y aún no había vuelto, yo leía, sin poder leer realmente, mas concentrado en el calor y en el silencio roto por la mosca. Miré al frente, por el camino ví una figura que venía hacia la casa, una figura que imaginé torturada por el sol y la que traté de ponerle cara, pero que por mas que se acercaba no lograba averiguar o adivinar de quien se trataba. Pasaron varios minutos desde que en mi vista se dibujó ese borrón que era una figura irreconocible hasta que esa figura se presentó justo en la puerta de la casa, donde yo estaba sentado bajo el árbol leyendo. Saludó el desconocido, y me puse en guardia por que la casa estaba rodeada de campo y monte, no había ningún poblado a menos de cuatro kilómetros a la redonda y un desconocido deambulando por ahí resultaba siempre una sospecha. Contesté con cierta distancia el saludo, mostrando mi sorpresa y mis dudas de ver a un individuo por ahí a esa hora. El tipo estaba empapado en sudor e incluso creí ver cierta fatiga en su cara. Preguntó por la hija de la dueña y contesté con la verdad, que había salido y aún no había vuelto, pregunté quien era el y contestó que un viejo amigo de la familia. Dije que ahora la señora y el niño dormian y que no estaba autorizado a dejar pasar gente en tales circunstancias. La cas era un lugar donde la señora quería distancairse de cualquier compromiso, un lugar alejado de las normas y de los recimbimientos. Si yo trabajaba allí era por mi discreción y por mi capacidad de hacerme casi invisible. El tipo me miró y dijo que esperaría en la puerta, que tenía algo realmente importante que decir. Yo bajé la mirada y traté de leer. El tipo se lió un cigarro y se sentó bajo una sombra, sacó agua de una mochila y cerró los ojos. Me preguntó la hora, contesté seco. Me preguntó mi nombre, contesté mas seco aún. No iba a darle conversación. Se quedó de nuevo todo en silencio y se escuchó el vuelo de la mosca. El tipo me apuntó de repente con una pistola e hizo el intento de pasar, me quedé quieto, asustado cuando un movimiento que no percibí del todo le hizo caer al suelo, la hija de la dueña, le acababa de clavar un puñal por la espalda. COmo otras veces, recogimos el cadaver y nos deshicimos con mucho cuidado de el.

miércoles, diciembre 10, 2008

Eterno retorno

Me quedé mirando su cara, esperando encontrar realmente algo, un vestigio de ese sentimiento impenetrable. Esperando ver una señal, algo que dijera algo. Un gesto que descifrara esa inmutabilidad, pero evidentemente no encontré nada, hay personas con una capacidad sobrenatural para no expresar y a mi, que siempre he sido un manojo de expresiones, que hasta el mas mínimo sentimiento se me refleja en muecas, en gestos incontrolables, de los que muchas veces ni yo mismo me doy cuenta, aquello siempre me resulta no ya solo inalcanzable, sino incomprensible, extraño y sorprendente. Allí estaba su cara, y lo mismo hubiera dado estar ahí, que en medio de un desierto, esa cara hubiera estado mostrando el mismo gesto, la misma expresión, un eco vacio de lo que sucedería dentro, en esa zona inalcanzable de las personas. No había mas que el mismo rostro, un enigma imposible en aquella cara que bien podría ser la de unos buenos dias o la del fin del mundo. Ni una solo mensaje. Nada.

Luego me levanté, además la inexpresividad, la impasibilidad me genera impaciencia y como no quería insistir, no quería interrogar, me levanté y salí fuera. Miré el reloj y pensé en los secretos, en si realmente estos existen. ¿Que coño es un secreto? ¿Un vacio, un silencio, algo que se trasmite en direcciones predefinidas, pensadas de antemano? Sólo esperaba una respuesta. Creo que sólo esperaba una respuesta. Menos aún, un gesto, la posibilidad de una expresión ante tanto frio y comenzaba a sospechar que no lo habría, que no habría respuesta. Volví a entrar, me encontré el mismo gesto que era la ausencia de cualquier gesto. Lo mismo hubiera descifrado de un hielo en una nevera. Me volví a sentar. Volví a mirar y pregunté de nuevo. Evidentemente hubo silencio, no hubo respuesta. Y así hasta hoy y por siempre.

martes, diciembre 09, 2008

El traslado

Jamás lo sabré, pero creo que ahora mismo hay un tipo en el terminal de autobuses de Zihuatanejo con el que entrado en contacto. No es una cuestión inspirada en una película de misterio o algo mágico. Simplemente ese tipo y yo hemos entrado en comunicación sin mas. Yo he visto a traves de sus ojos esas puertas de acceso a la estación, es de noche, aquí ya es de dia o casi es de dia y durante medio segundo he visto el mundo a traves de los ojos de ese individuo del que no se nada mas y del que jamás sabré nada mas. No te puedo decir mas, el tipo estaba entrando en la estación, sospecho que era un tipo, porque veo la vida o la realidad desde un hombre, pero podría ser una mujer, bien podría ser una mujer que entra a esa estación y solo he visto brevemente la estación a traves de sus ojos. He visto un panel que indicaba destinos y mi mirada estaba ahí, lanzada hacia varios nombres de ciudades, a los horarios de salida de esos autobuses. No hay mas, el tipo no me está emitiendo ningún mensaje especifico, no hay algo que descifrar. Esto consiste unicamente en que de repente, y sin aviso previo, las realidades se mueven. Siempre he sospechado que en esos intercambios el otro viene a la tuya. Es decir, que mientras yo voy medio segundo al terminal de Zihuatanejo el otro viene ese medio segundo a mi casa, a esta hora de la mañana mientras tomo café. Son esos momentos que te viene una imagen que no sabes que coño es. Te viene de repente algo, sin mas. Es justo en ese instante cuando sucede el traslado. Hoy era Zihuatanejo y he sabido que estaba sucediendo porque una vez estuve en Zihuatanejo y he podido reconcer ese terminal de autobuses, pero me ha pasado sin saber que me estaba pasando, creyendo que esa imagen a lo mejor era un resto del sueño de la noche anterior, o una imagen sin mas que lanza la cabeza hacia fuera porque le da la gana. La cabeza es así, tan impredecible. Una calle repleta, un estadio de futbol un lugar en la selva, un barco en un lago. Eso que uno se cree que es fantasia, no. No es. Es el traslado. ¿A tí nunca te ha pasado?.

.- ¿Perdona?

.-¿Que si nunca te ha pasado algo parecido o eso que yo sospecho que es el traslado?

.- No te estaba escuchando, es que llevo un rato que no estoy aquí, hace treinta segundos que estoy en un bar de carretera desayunando un café repugnante, ciertamente. ¿A que te refieres con lo de traslado?

domingo, diciembre 07, 2008

Los vecinos

Los del piso de al lado nunca estaban. Era ese tipo de ausencias que siempre generan curiosidad. ¿Donde están?, ¿Trabajaran fuera?. A menudo nos surgía la duda y especulabamos. Como casi nunca les veíamos, nos creabamos cualquier tipo de ficción para comprender el vacio casi permanente de ese piso. Al principio sabiamos que venía un tipo que sospechabamos extranjero, una madrugada escuchamos que hacían el amor, pero al no ver en esas pocas visitas mas que al tipo de apariencia nordica, rellenamos la falta de información imaginando que este venía a la ciudad por trabajo y muy esporádicamente, que esa noche habría ido algún bar y la que acompañaba en aquella noche no era mas que una amante pasajera, pero algunos meses después empezamos a ver que de vez en cuando venía otro tipo, del que descubrimos muy pronto que era italiano y una chica a la que nunca escuchamos la voz, pero que era realmente atractiva. Durante un tiempo, no siempre a la vez, y por periodos muy breves estos eran los que venían a la casa. Luego descubrimos que la chica era italiana también, pero cuando descubrimos eso también vimos que aparecía en escena el que imaginamos su pareja, a los que un par de noches también escuchamos haciendo el amor. Su pareja, por el contrario, no era italiano sino mexicano. Durante el primer año o primer año y medio eso fue mas o menos lo que ocurrió. Aparición del hombre con aspecto nórdico. Noche sexual del nórdico, apariación del italiano e italiana que no eran pareja, aparicion del mexicano que era pareja de la italiana. Lo desconcertante fue a partir de ahí. El méxicano pasa una noche con una chica que sospechamos de la ciudad, en esto si casi no tenemos dudas en otorgarle el papel de relación de una noche. Al dia siguiente aparece el nórdico, la amante esporádica del mexicano se va. Noche sexual entre el mexicano y el nordico. Dos dias después aparece la italiana. Primera gran discusión, no comprendemos nada, primero por que las paredes dificultan la comprensión, segundo porque la discusión cambia de idioma cada dos o tres frases. Los idiomas entre los que se mueve el agitadisimo diálogo van del español al italiano, de ahí al ingles y brevísimos episodios en frances, lo cual nos hace sospechar que el tipo que imaginabamos nórdico bien puede ser frances. El mexicano se larga de un portazo. Aquella tarde ibamos a ir la cine y abandonamos el plan por el único mótivo de saber en que terminaría aquello. DUrante dos horas hay silencio. Al cabo del rato no sabemos si uno, o bien la italiana o bien el nórdico que ahora imaginamos frances, o bien los dos, se pone una película que yo adivino el título al escuchar uno de los diálogos: Whisky. Una formidable película uruguaya. Esa noche no escuchamos nada mas. Tampoco dos noches después. Al cabo de unos dias de nuevo no hay nadie. Pasan algunas semanas, aparece el italiano con el mexicano, duermen una noche y se van. Pasan mas semanas. Vuelve la italiana con el nordico-frances, la segunda noche hacen el amor. Eso termina de desubicarnos y destroza cualquier teoria que hubieramos creado alrededor de la vida de esos enigmáticos vecinos. La quinta noche, y en aquel momento concluimos que es el periodo mas largo que ha habitado gente en esa casa, salimos al balcón, hace una estupenda noche de verano y les vemos apoyados en la barandilla de su balcón. Están abrazados como una pareja realmente enamorada. Saludamos timidamente, pero hay algo en nosotros parecido a a cuando ves a un personaje del cine pasar a tu lado en la calle, una sensación entre lo cercano y lo lejano muy desconcertante. Fumamos un cigarro y nos despedimos. Esa noche ellos hacen el amor, también nosotros. Al dia siguiente llega el mexicano. Segunda gran discusión. Hay gritos en todos los idiomas, pero no sacamos nada en claro, salvo que el mexicano insulta esporádicamente con jerga muy chilanga. Alguien golpea la puerta y se va. Durante una hora y media nadie habla, con lo cual no descubrimos quien es el que se ha largado. Pasado ese rato escuchamos al nordico-frances, segundos después escuchamos la voz del mexicano. Conclusión sencilla, el golpe en la puerta ha sido de la italiana. Al dia siguiente la casa se queda vacia por un periodo mas largo que nunca. el primero que aperece pasado ese tiempo es el italiano, dos dias después la italiana, tres dias después el nórdico-frances. Pasan siete dias con bastante calma. Apenas están en casa y cuando lo hacen trasmite ese hogar una enorme tranquilidad. En esos dias ven Muerte entre las flores y las tres primeras de la saga de Harry Potter. Se va el nórdico-frances, la italiana y el italiano hacen el amor. Nos encontramos tan confusos que hacemos un diagrama sexual, por llamarlo de algún modo, en la pizarra de la cocina:

Italiana con Italiano, italiana con Nordico-Frances e italiana con Mexicano. Mayor freuencia con Mexicano y nórdico-frances, pero por frecuencia e intensidad en sus gemidos, mayor placer con el italiano.

Mexicano con italiana y nórdico-frances, frecuencia semejante, pero mayor placer deducida por el mismo método, con el nórdico-frances. Esa misma anotación sirve para el nórdico-frances.

El italiano con la italiana. Sin conclusión aún en el grado de placer.

Al dia siguiente el diagráma sufre su primera variación. Aparece el mexicano. Esa noche, que sabemos, gracias a la mirilla, que la italiana ha salido sola, el italiano y el mexicano hacen el amor. Primera anotación en el grado de placer para el italiano, a quien sin duda le gusta mas la italiana. No así el mexicano, quien alcanza su cuota máxima de placer con el italiano.

Aparece en escena, entonces, la francesa. El diagrama de la cocina se vuelve el entramado complejo de una formula matemática. Las variables se multiplican y mi obsesión con la francesa es cada vez mas creciente. De alguna manera me siento identificado con el mexicano, que sospecho le sucede lo mismo que a mi. Comienzo a tratar de introducirme en ese fascinante mundo sin que Margarita sospeche nada. Tras dos años y medio o tres, logro entrar por primera vez en esa casa, lo hago de mano del nordico-frances, que a esas alturas ya sabiamos que era Belga. Margarita, por el contrario, no sabe nada y ella anota en la pizarra la aparición sorprendente de un español. En la pizarra el español tiene una frecuencia brutal con la francesa y la italiana pero minima con el belga y el mexicano, con el italiano no hay ni un solo contacto. En la pizarra se deduce que el español aumenta en su escala de placer con la francesa, luego con la italiana. Explicar el año siguiente es complicado, explicar lo que sucedia y el porque de ese piso es complejo y dificil, a estas alturas doloroso, pero nad fue igual desde el dia que el italiano y una desconocida para española aumentaron desquiciadamente la frecuencia.

Margarita se fue. En ese piso ahora habita una pareja de cuarenta con dos niños, uno de seis y otro de tres. Yo estoy buscando piso

sábado, diciembre 06, 2008

Cuento

Se me ha olvidado

viernes, diciembre 05, 2008

Poeta perdido

Su hijo le salió poeta, con todo lo que ello significa, mas en un pueblo como ese en el que vivían. El hijo escribía con muchísima frecuencia y la única lectora de esos versos era su madre, nadie mas habría tenido la paciencia en 100 kilometros a la redonda de leer aquellos poemas tremebundos. La madre mostraba a menudo una enorme preocupación por el destino y vida de ese hombre meditabundo y melancólico que era su hijo. No se le conocían amigos, no se le conocían relaciones, abandonó muy pronto los estudios y su vida transcurría en esa habitación donde pasaba horas y horas escribiendo poemas para un solo lector, su madre. No tenía ambiciones literarias en cuánto a que su obra saliera de aquella casa en medio de un pequeño pueblo de un pais gigante. Bien mirado parecía que su único interes era perseguir y encontrar la frase perfecta, dicho sea de paso, algo de lo que estaba realmente lejos. Si algo tenía su poesía es que era desdichada, pero desdichada en todos los sentidos, después de leerlos se sentía una profunda infelicidad, un sentimiento no de tristeza, depresivo o gris, no. Lo que había en cada uno de aquellos versos era infelicidad, un terreno, por demarcarlo algo mejor, muy muy lejos de la dicha. Nadie atendía a aquel hombre flaco y barbudo que en su viaje físico por la vida se parecía cada vez mas a Jesucristo o a la imágen mas comercial que tenemos de éste. Vestía de manera poco comprensible, su ropa parecía ropa traida de un planeta muy lejano donde habitan unos tipos parecidos a nosotros pero con leves variaciones en la comprensión de las cosas, la ropa era ropa pero extraña, como si la hubiera confeccionado un desquiciado con visiones hace tres siglos. Pocas veces salía de casa y cuando lo hacía caminaba por el pueblo con la mirada perdida y no saludaba ni hablaba con nadie, llevaba siempre, eso si, un cuaderno en la mano y un bolígrafo en la otra, alguna vez se le veía detenerse nervioso en algún rincón del pueblo para anotar una frase. Fue siempre así, tantos años hasta la bendita mañana en que su madre algo enferma por un virus fuerte de gripe le pidió que saliera a la farmacia y luego a la tienda a comprar naranjas. En la frutería había entrado a trabajar la hija del dueño. Podríamos prolongarnos en la narración de lo que vino, pero la historia es simple y conocida. Hubo amor y el resto siempre se parece. El poeta abandonó los 27 años de oscuridad y lejanía y fue aterrizando lentamente en este planeta, en sú pueblo, en el mundo. Se enamoró hasta el tuetano pero por suerte para su vida y destino, la hija del frutero también. Hoy son una pareja de cincuenta años, con tres hijos y una vida sencilla y feliz, este aún escribe poemas, pero en su favor diremos que estos han logrado una evolución que jamás se esperó. Sus poemas no son ya desdichados, no son grandes poemas, pero al menos no te conducen a un tunel de dolor y desesperanza.

jueves, diciembre 04, 2008

Encuentro en Marrakech

Me lo encontré en el café Francia de la plaza Jamaa el Fna. Era media tarde y hacia algo de calor. Lejos había una luz parecida a lo que debe ser la ceguera, una bruma que difuminaba completamente los contornos del horizonte y hacía las formas de la tierra irreconocibles. Yo llebava un rato obsevando una conversación de dos hombres en un techo, al lado justo de una antena de televisión que apuntaba hacia el noroeste. Hablaban y gesticulaban uno frente al otro, a veces miraba la plaza y su indescifrable movimiento. La metáfora mas absoluta del hombre y lo que es el hombre sucede en esa plaza de forma irregular. El tipo se sentó en la mesa de al lado. Algo, que luego comprendí que fue, me llamó enormemente la atención. Era extranjero, como casi todos los que bebiamos té en ese momento de cara a la plaza. Traté de adivinar su nacionalidad, pero no había ningún rasgo evidente y claro para delimitar su físico a un pais concreto. Se giró y me miro, dijo algo sobre la plaza que no comprendí, pero mi duda estaba resuelta, era frances. Miró de nuevo a la plaza y se volvió a girar hacia mi.

.- ¿Es usted español?
.- Si- le contesté
.- Parece usted arabe. Hay algo en la forma de su cara, incluso la barba, los ojos.
.- Bueno, no creo que sea descabellado pensar que en el fondo lo sea.
.- ¿Esta de viaje de placer?
.- Si, es la segunda vez que vengo a esta ciudad. Me resulta agradable pasar las tardes aqui, por eso he repetido- contesté, pensando que su español era tan perfecto que incluso el acento parecía de alguien de Madrid o cercano, pero jamás el de un extranjero, un frances- Habla usted un español perfecto
.- Yo no le he dicho aún de donde soy
.- Creí que era frances
.- Le sorprenderá mi respuesta, pero es profundamente cierta. No tengo nacionalidad. No soy de ningún lugar.

Sonreí, pero el tipo afirmó serio, como esperando convencerme de esa verdad.

.- Tampoco tengo edad, o si la tengo no la recuerdo. Me han puesto mil nombres pero a mi no me corresponde ninguno, hay alguno con el que me identifico mas que con otros, pero corresponderme, ninguno. Me describen y se equivocan, soy bastante mas esquivo que todo eso. Me relacionan con el fuego y sentimientos muy desgarrados, yo por el contrario me veo mucho mas impasible que todo eso. Nunca grito, nunca fuerzo. Mi poder es tan básico que no tengo que recurrir a la violencia, son los otros los violentos, yo me evito ese tramite siempre correoso y agotador. La violencia es un debilidad y le aseguro que si algo no soy es débil. Vivo y viajo, mas en esta época, donde mi trabajo se limita a observar, mas tiene que ver con mi reinado estos tiempos que con el camino que hubiera querido seguir realmente el hombre. Si estoy en Marrakech ahora es por que aquí mi poder es menos potente, al norte y al oeste las cosas están demasiado desplazadas a mi favor. Mi idea del destino es bastante mas cruel, éste, si existe, no debería de ser modificable, en cuánto el destino puede ser variable pierde su sentido, no es destino. De algún modo soy eso, la cara opuesta del destino, la burla del tiempo. No hay salvación. En el fondo, el bueno soy yo. Al menos no prometo lo imposible. Lo que prometo lo puedo dar y a fé que lo estoy dando. He sido de todo, pero ahora soy empresario, que es donde mejor ejerzo mi influencia. Soy capitalista, potencio el consumo, y le puedo asegurar que vivimos una época muy olvidable. Nadie recordará los principios del siglo XXI, a estas alturas ya soy capaz de visualizar que épocas pasarán a la historia mientras estas suceden. Unicamente quedará el recuerdo de aquellos aviones enterrandose en aquellos rascacielos. Por cierto, no me atribuyan a mi esa obra, esa es del otro o de los otros, que yo ya no sé cuantas caras tiene o cuántos son. A mi dejeme los centros comerciales y el profundo vacio intelectual. Mi trabajo es menos evidente, pero dura mas y marca épocas. Insisto, yo no voy a las guerras, yo sólo uso el verbo. A la guerra van ellos. Yo mando a mis victimas de compras. Créame, esto está cada vez mas en mi mano.

Le miré desconcertado, bajo esa apariencia elegante y pausada, bajo es mirada brillante estaba escuchando la voz de un delirio. No daba crédito a la parrafada que me estaba soltando. Miró a la plaza un rato y volvió a girar su cabeza hacia mi:

.- Perdone, no me he presentado. Usted habrá oido hablar de mi como un tal Satanas. Digamos que para no despistarle, acepto ese nombre. Pero en el fondo, realmente, no tengo nombre.

Se levantó y se fue. Me quedé mirando la plaza un rato algo desconcertado desde la altura de esa terraza del cafe Francia. De repente ví aquel hombre enredandose entre la maraña de personas que era la plaza, iba anocheciendo y el humo de los puestos de comida formaba una nube que se desplazaba por el cielo inminente de la plaza. Observe como se dirigía hacia el final de la plaza, me costaba no perderle entre tanta gente, era, visto desde ahi una figura mas entre todas las figuras humanas de la plaza cuando a lo lejos giró y hizo un gesto hacia mi de despedida. Deje de verle.

miércoles, diciembre 03, 2008

Instante

Siendo consciente de la fragilidad del movimiento al que estaba sometiendo a las articulaciones mas determinantes de su cuerpo, rotó ligeramente y siendo lo mas sutil posible, trató de lanzar algunos centimetros mas arriba otras fibras y músculos que habían quedado imperceptiblemente mas abajo, pero a una distancia suficiente como para que la presión y el equilibrio se vieran compensadas y no existiera, no yo sólo dolor, sino peligro de una insostenibilidad de la postura. Así que en ese movimiento que rozaba la invisibilidad pero que tan fundamental se hacía para alcanzar cierta perfección gravitatoria, en el sentido que se jugaba con el límite mismo de la distancia radial, pero de tan al límite se llegaba a un equilibrio casi imposible por estar en la posición exacta y última donde la gravedad sostiene un cuerpo. En ese instante breve pero prolongadísimo en la percepción, tomó conciencia fugazmente de la importancia de sentir una armonía global y acompasada en cada esquina y rincón de ese entramado complejo de musculos, piel, sangre y demás elementos que es un cuerpo. Mientras el cuerpo recorría ese instante irrepetible, como cada instante, y comprendiendo que la postura rozaba, por primera vez, la perfección, comprendió que el cuerpo es un antojo, un capricho díficil de perseguir. Digamos que ese instante era perfecto porque todo el cuerpo estaba comprendiendo lo que tenía que hacer, la posición y fuerza justa que debía poner en funcionamiento para alcanzar ese sentido global, pero que controlar eso, esa precisión corporal, poner de acuerdo a un cuerpo entero que es caprichoso y volatil, dependiente de tantos factores resultaba casi un acto mágico. Así que conociendo la importancia de ese instante tan breve, tan minúsculo pero tan importante cerró los ojos y se dejó caer. Y fue así.

lunes, diciembre 01, 2008

Lo que le pasó a Sebastián

Lentamente se fue convirtiendo en dragón. En principio todos pensamos que era no ya solo un efecto visual producido por las drogas, que esa noche quizá fueron excesivas, sino una especie de alucinación colectiva, impulsada por la personalidad curiosa de Sebastián. Lo sorprendente fue que una vez pasado el efecto de aquella sesión demoledora en casa de Mario, el bueno de Sebastián se había convertido realmente en dragón. Un dragón, para mayor crueldad del destino, de poco tamaño y mas bien poca cosa. Por decirlo de algún modo, Un dragón de poca monta. Nadie lo negó después, cuando le llevamos a urgencias dos dias después y el médico nos interrogó profundamente sobre el proceso de transformación. Evidentemente separar realidad y alucinación, después de lo que nos habíamos metido y narrar el proceso de transformación de Sebastián en dragón sin que aquello no pareciese las aventuras y desventuras de un grupo de gente metiendose drogas un fin de semana en una casa de campo, fue complejo. Es decir, contarle al médico el como fuimos viendo a Sebastián pasando de humano a dragón, sin que no pareciese la narración de un buen viaje, resultaba extraño. El médico tampoco estaba seguro en que punto las cosas eran tal o eran producto del exceso y el bueno de Sebastián ahí que andaba encerrado en una sala en medio de un hospital algo lejos de casa. Nadie se atrevía a llamar a sus padres y contarle lo sucedido. Pero Sebastián era un Dragón y lo que resultó mas complejo aún, pasados todos estos años, lo ha seguido siendo. Sebastián se volvió Dragón, pero lo jodido es que no ha habido viaje de regreso, por mas que su madre espera y espera cuidando a ese dragoncillo con la esperanza de que un buen dia, tal como se fue, vuelva Sebastián.

En el parte médico están anotadas todas nuestras visiones sobre aquella transformación no del todo clara o descriptible. En mi caso lo que vi fue que Sebastian, que curiosamente era el único que no se había drogado, puso música, si mal no recuerdo era un disco de Spaceman 3 y Mario que tanto hablaba y que aun habla mucho, empezó a a narrar no se que proceso, no se que historia antigua a la que yo tampoco hice mucho caso, vi que Sebastián de repente giraba una mano, giraba otra y el observaba con muchísima atención aquello que sucedía en su cuerpo sin parecer controlarlo del todo. Vi eso mientras escuchaba una capa sonora profunda y lejana, como si la música se hubiera convertido en un bloque de hielo y Sebastián, ni nadie, creo, escuchaban la narración prologada de Mario. Yo miraba a Sebastián que empezaba a retorcerse, a girar la cabeza a un lado, a otro, pero lentamente y ajeno a todos nosotros y yo le miraba con esa laxitud que proporcionan las drogas y a una velocidad imperceptible, Sebastián iba cambiando de color. Eso sucedió en un trozo de tiempo indefinible, el tiempo iba en otro lote en aquel instante. Lo que si recuerdo es que hasta Mario se quedó callado, todo se quedó en silencio y hasta el disco de Spaceman 3 dejó de sonar. Sebastían que se iba arrugando, encogiendo. En definitiva, lentamente iba combiando su cuerpo de humano a dragón, con todo lo que eso conlleva. Hasta que pasado mucho rato, un rato que mi me parecieron horas, Sebastián era un dragoncillo del tamaño de un cojín. Todo el mundo le miraba callado hasta que Mario habló de repente y preguntó con muchas dudas:

.- ¿Lo de Sebastian lo estais flipando todos o soy yo solo?

Y comprendi o comprendimos a la vez, en bloque, todos en uno que lo de Sebastian no estaba siendo una visión individual, sino que aquello lo estabamos viendo todos. Y Mario habló a Sebastián y Sebastián no contestó, basicamente Sebastián no era ya Sebastián.

Luego vino todas aquellas horas en que nadie sabía que hacer, algunos instantes de cierta histeria, cierto enloquecimiento, algunos gritos, la novia de Sebastián, que todavia muy afectada por las drogas gritaba que ella quería ser dragona y vivir con Sebastian allí, en ese otro lado. Muchas escenas que no son facil de olvidar. Luego la decisión de bajar al hospital, de presentar al pequeño Dragón al médico. Las preguntas, las confesiones a los Padres de Sebastián, la vida que sigue. Y Si, fuimos envejeciendo, fueron pasando los años y nadie, nunca, ha comprendido nada. Al principio todos ibamos a ver a Sebastian, muchas visitas, pero luego Sebastian o aquel Dragon pequeño que previamente había sido Sebastián se fue quedando solo, ya nadie iba a verle. Esas cosas que siempre pasan. La novia que rehizo su vida, con un tipo que no era un Dragón, los amigos que fuimos dejando de ir, porque en el fondo era raro ir a ver a Sebastián. No podias hablar con él, no podias charlar, ni escuchar música, ni siquiera leer o quedarte callado. Era un Dragón y realmente estar con un dragón como si fuera un amigo era, sobre todo, muy extraño.

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