martes, octubre 31, 2006

Dos

Me fijé en un tipo que iba en el asiento de enfrente en el metro. Linea 10, avanza el tren a traves de los tuneles y observo a un tipo que me llama la atención no se muy bien por que. Va leyendo y agita la pierna a gran velocidad, de vez en cuando levanta la vista y la vuelve a apoyar en una página de su libro. Así avanzamos varias estaciones. Monótonamente atraviesa el metro la ciudad, van entrando y saliendo gentes hasta que llega a la estación de mi destino. En una última observación veo que el hombre que lee se queda en su sitio leyendo y agitando la pierna. Me acerco a la puerta y percibo el comienzo de la frenada. Me bajo y se baja mas gente, empiezo a subir uno de los varios tramos de escaleras mecánicas que debo ascender hasta llegar al suelo, pienso en la cantidad de gentre que somos. Mucha gente sube, mucha gente baja a ritmos desiguales, una maraña de gente constante. Me fijo en los que bajan por el otro lado, ese efecto de subir mientras otros bajan, un extraño acercamiento-alejamiento. Es entonces cuando veo que el hombre que había visto en el vagón viene bajando por el otro lado. Una sensación extraña me golpea, me fijo bien y sin duda es el mismo hombre que tambien estará avanzando por los tuneles del metro, que seguramente ya haya alcanzado la estación siguiente y sin emabrgo le veo tambien ahí, bajando despacio, leyendo el mismo libro.

A partir de hoy me fijaré en cada una de las personas con las que me cruzo, creo que nos repetimos.

Las puertas del cielo

Ví: Un conductor de autobus, una chica atractiva en el asiento de ese autobus, gentes que subían y bajaban de ese autobus. Ví unos conserjes, ejecutivos de telefónica, trabajadores de una compañia de seguros o un banco frances en el ascensor, ví a la gente de mi trabajo, a unos buenos compañeros y a alguno pésimo. Vi personajes de una serie. Ví de nuevo trabajadores de la compañía francesa antes de entrar en el ascensor, me ví reflejado en el espejo del ascensor. Ví gente por las aceras, mas compañeros de autobuses, la vi a ella. Ví a gente sentada, ví a una enfermera, ví otra vez la calle, vi mas calle, vi a un vecina hablando con otra vecina. Vi gente en el metro, muchisima gente apiñada en el metro, unas mujeres que hablaban pegadas a la puerta, un hombre que leía el codigo da vinci, un chico que hoy música, un montón de gente que leía ese periodico gratuito ADN. Ví un músico en la escalera del metro, ví gente ascendiendo esa escalera. Vi una esquina, un cartel, una escalera, una puerta, una sala oscura y empezo "Llamando a las puertas del cielo" y me gustó un montón.

viernes, octubre 27, 2006

Quince minutos ó como perder un cuarto de hora

Las dos y cuarto. Oigo unos niños que pasan por la calle. Van despacio, arrastrando los pies, sin demasiada prisa. Van en uniforme.

Las dos y diecisiete. Tecleo esto sin demasiado convencimiento. Este es de esos post que voy buscando no se que sin rumbo. Al final, nunca lo encuentro.

Las dos y diecinueve. Sigo buscando y no sale. Nunca sale nada. Pasan los minutos y no aparece. Se tiene la esperanza de que va entrar por la puerta, se va a poyar en los dedos y te va salir por una vez ese post cojonudo que llevas no se cuanto tiempo buscando, pero nunca aparece. Nunca llega por la puerta.

Las dos y veintidos. Salta ahora mismo a y veintitres.

Las dos y veiticinco. Creo que lo mejor será o bien borrarlo o bien darle a publicar y olvidarnos para siempre de este post. Pasan los minutos.

Dos y veintiseis. Me sorprende que va aumentando la velocidad. Entre veinticinco y veitiseis he aumentado la productividad, mas no la calidad. Creo que cada minuto voy a peor.

Dos y veintisiete. Con la tonteria llevo doce minutos escribiendo este post que no estoy del todo seguro que termine publicando. Aunque cuando digo eso termino dandole, por puro reto a mi mismo, a ese franja naranja que dice "Publicar entrada". Creo que voya aguantar hasta y media y así lo título "Quince minutos" ó "Como perder un caurto de hora".... Joder, que no me da tiempo, son y veitinueve. Debo terminar, para siempre, este post...unos segundos, ya viene, ya viene.... Y media.

Fin

jueves, octubre 26, 2006

Goles son amores

En ese momento salieron todos al campo, se sucedieron los actos preliminares, la foto de la prensa, el saludo al público, el saludo con los contrarios, el cara o cruz para seleccionar campo ó saque, el choque de manos con el árbitro. Se colocó en el carril izquierdo, de frente veía a ese famoso lateral que le marcaría y que ya había anunciado en la prensa local que trataría de no dejarle mover. Sonó el pito y corrió la pelota, siempre le aturdía ese grito brutal del público cuando comenzaba el partido, luego ya no le importaba, se metía tanto en el partido que no oía los insulstos o animos del público, pero el grito inicial siempre le parecía agresivo, incluso le asustaba.

El balón se movía sobre todo por el medio campo, estaba siendo un partido muy aspero, con muchas faltas y apenas se podían realizar jugadas. Había tocado un solo balón y el defensa le había dado su primera patada en el tobillo, según caía le susurro no se que insulto y una amenaza, pero lo ignoró o no quiso oir. Así se iban sucediendo los minutos, en un partido que estaba resultando terriblemente aburrido. Un balón largo que venía desde el medio centro (¡Que lugar tan curioso el medio centro!) y en profundidad. Corrió, tenía metros, lo recogió y lo lanzó hacía adelante, el defensa era duro pero sabía que no muy rapido y jugo a explotar su velocidad. Casi en la linea de fondo levantó la cabeza y vió al delantero entrar al area, preparo la pierna para hacer la rosca y meter la pelota en el area, pero el central cortó el balón y se fue a corner. El sería, como siempre fue, el encargado de sacar de esquina. Un niñó le lanzó el balón y a paso lento fue camniando hasta la esquina y fue ahí, justo ahí que miro hacía la grada y todo se detuvo. Elle le miraba caminar y el vió que llevaba una bufanda del equipo contrario y que coreaba el nombre del delantero contrario, pero a pesar de eso o quiza por eso, sintió que ya nada tenía sentido salvo ella ahí, en medio de la poblada y agitada grada que a gritos le insultaban y recordaban a su madre y a algun pariente mas, quizá a varias genereaciones, pero ella estaba ahí animando a su equipo, euforica, pero el no la dejaba de mirar y ella se dió cuenta, y bajó la mirada y luego trató de seguir animando como si nada hubieara pasado, pero el siguió mirando, mientras sin mirar colocaba el balón al lado del banderín y ella volvió a verle mirando y sin querer le sonrió. El se giró, cogió carrerilla y antes de arrancar a patear la volvió a mirar, luego miró al area y vió al portero algo descolocado, la maraña en el area que le miraba, la grada que le miraba y ella incluso, ahora que el solo miraba el balón, le miraba. Arrancó y el balón en hermosa trayectoria se coló directamente en la porteria. Un hermoso gol desde el corner, todos los compañeros, como bestias salvajes corrian hacía el con la boca totalmente abierta y los brazos abiertos, la grada permanecia en extraño silencio y el la miro, la miro entristecida por ese gol en contra y le pidió perdón, entonces ella, sosteniendo la mirad esta vez y moviendo mucho los labios le insultó y le lanzó una lata de coca cola casi llena que le dió en el gemelo.

El partido terminó 1- 3, el había marcado el primer Hat-trick de su carrera y al equipo contrario le cerraron el campo dos partidos por lanzamiento de objetos al terreno de juego.

miércoles, octubre 25, 2006

Explicación

.- ¿Ahora me entiendes?. Por eso nunca pude tenerle cariño. Por eso nunca fui amable con él. Por eso cada vez que llegaba yo torcía la vista y trataba de no cruzar mi mirada con su mirada, como temiendo que en ese momento tambien lo fuera a hacer. Por eso huía de aquellos encuentros y fue por eso que me alejé y nunca supisteis mas de mi, por eso me aparte. No lo resistí y créí que era mejor así, desaparecer, cambiar de país, cambiar de vida y tratar de olvidaros a todos, pero sobre todo a él. Huir de aquel vertigo que me generaba, escapar para siempre de sus torturas, de su frases, de aquella mirada, de aquella presión, de aquel dolor que me producía. Decidí que yendome me separaía de ese dolor, de esa tragedia que me hacía vivir. Me iría olvidando de su cara, iría enterrando mi vida para empezar en una nueva, con nuevas caras, nuevas voces, nuevas calles y él y el mundo que le rodeaban se irían diluyendo el tiempo y todo aquel temor y aquellas noches trágicas se borrarian, incluso podría suceder que hasta de la memoria desaparecerían todas aquellas oscuras noches, dolorosas noches.

.- Pero... pero solo eran sueños, no era real, solo sucedía aquello en tus sueños.

.- Si, pero todas las noches, sucedia cada noche, un sueño largo, el único sueño. Era un sueño pero el único y siempre el mismo, siempre era él. Sigue siendo él, solo él cada vez que cierro los ojos y duermo

Zoom out

Busqué en el salón, busqué en el baño, busqué en la habitación, busqué en el emule, busqué en google, bsuqé en el portal, en mi calle. Me fui a la estación de metro mas cercana y tampoco allí, busqué en la m-30, busqué en la m-40, en la N-1, N-2 hasta la A-6. Busqué en Guadalajara, Albacete ó Cadiz. Bajé a Africa y busqué, busqué en Marruecos, en Mali o Senegal. Cogí un avión y busqué por todo el mundo, aquí y allí. Me construí una nave y busqué, busqué en el espacio exterior, un planeta , otro planeta así hasta sentirme realmente mínimo. Volví a casa mucho tiempo despues y recordé que en realidad nunca había tenido perro y dejé de buscarlo

martes, octubre 24, 2006

¡Ohh M!

Se abrió la puerta y entró y encendió la luz y sonaba música y soltó el bolso y unas bolsas que traía y dejó en la mesa un DVD que le había prestado un compañero y se tomó un vaso de agua y un antibiotico para la muela que le habían sacado y dijo algo susurrado y se quitó las botas y dejó la chaqueta en una silla y fue a la nevera y pensó que tenía hambre y volvió y nos besamos y sonó un violín, creo que sonó un violín y una orquesta entera y pensé que era la diaria sinfonía de la vuelta a casa.

Un texto absurdo

Sigo sin saber quien fue el amable usuario anonimo

lunes, octubre 23, 2006

Burial

La historia de cada uno, la continuidad de las cosas, el hilo conductor. El flujo, el rio, la linea. La cadencia, el ritmo, el tempo. Y de repente todo gira. Punto de inflexión, cambio de angulo, nuevo nivel. La curva.

He pensado en eso mientras escribía otra cosa. La historia de uno que va, que nace en un punto elegido y va creciendo. En un momento preciso todo ha girado, algo inesperado. Y he pensado que si en realidad hay cosas inesperadas , si acaso no son todo cosas que no se esperan. No se que espero que suceda en el próximo minuto de mi vida, de la de los otros, de la del mundo. Pero lo curioso es que luego ves la vida de la gente, la recorres y parece, vista desde aquí, que todo va siguiendo una trama, un hilo conductor y que, eso si, a veces tienen todas esas vidas puntos de inflexión.

sábado, octubre 21, 2006

Sr presidente

Uno de los personajes mas fascinantes de la gente que me rodea es el presidente de mi comunidad de vecinos. Adicto a las circulares, es un narrador único, con un estilo entre surrealista y didactico inimitable.

De vez en cuando nos va dejando joyas ó bienen el buzón ó bien pegada en el portal a la vista de todos para que uno se detenga y se tome un tiempo leyendo alguno de los pequeños problemas de nuestra vecindad. En su última circular ya ha llegado al punto mas sublime de su obra y nos plantea el problema del frio. Y es así, además como abre el texto, una enorme interrogación:

¿Frio?
Y a partir de esa pregunta que es el titular de su circular comienza una impresionante reflexión sobre el frio. ¿Cuando se siente frio? ¿En que momento podemos empezar a decir que sentimos frio?. Esa primera parte de preguntas la concluye diciendo que después de mucho pensar en tan agudo dilema decide buscar en el diccionario de la real academia de la lengua, pero que allí no ve respuesta a su interrogante. Dice después que se plantea buscar en el Reglamento ilustrado de las comunidades de vecinos, que entre parentesis nos aclara que no existe, pero que después de mucho buscar y pensar en el tema no concluye, no hay una respuesta.
Una vez planteado el dilema ya nos dice que con los que se ha ido cruzando estos dias la frase mas repetida ha sido:"va haciendo fresco ya, ¿eh?" ( ¿De que otra cosa hablan los vecinos?, pienso yo emulando al enorme pensador que es mi presidente) y que después de lo repetido de la frase ha concluido que no sabe si hace frio o no, que no sabe si esto que vamos sitiendo estos dias se puede considerar sensación de frio pero que ha decidido, caiga quien caiga, que la calefacción va a empezar a funcionar desde hoy y que cada quien la active cuando le de la gana.

viernes, octubre 20, 2006

Anotación

A veces pasa. Estás aquí y de repente estás allí, en otro lado muy atrás en el tiempo. Extraños viajes temporales. Lo del olor es viejo ya, a uno siempre le pasa que oliendo no se que cosas se monta uno en la nave y viaja hasta aquella remota época de tu pasado. Pero he descubierto que tambien me pasa con la luz. El otro dia, por ejemplo, con esa luz medio de otoño, medio de lluvia pero con algo de luz que se cuela por la rendija de una nube me vi en México, no elegí yo ese viaje, fui de repente, sin aviso previo de la razón, sin elección. No me dije aquello de: Esto me recuerda a una tarde en México", no. De repente descubrí que estaba viendo una esquina precisa de una ciudad por la que pasé un par de dias, ni siquiera un lugar que marcase mi viaje, un lugar casi olvidado, pero estaba allí, un par de segundos pero estuve allí. No se que cosa sería igual a aquel otro momento, pero de repente como una visión, aquellla ciudad se mete en esta otra y se superponen la una con la otra.

jueves, octubre 19, 2006

Historia de un café

A un adicto no se le pone nada por delante y yo soy adicto a la cafeina por las mañanas. Pero tambien soy terriblemente despistado y olvidadizo con los detalles de la despensa. Y claro, esta mañana café había, leche tambien, pero el azucar ya no estaba, el azucar se había ido para siempre de este humilde hogar. Y busqué, busqué azucarillos olvidados, busque restos en ese azucarero que nunca usamos, busqué dentro de los armarios, busqué al fondo olvidado de los armarios, las entrañas de esta casa, busqué en las zonas ocultas, las zonas inalcanzables, bsuqué debajo de la cama, debajo del sofá, detrás de la tele, traté de bajarme azucar de internet, busqué azucar en los libros, busqué una receta para hacer azucar, pensé en la palabra "Azucar", filosofeé sobre el azucar, hice mataforas... y no encontré. Así que decidí ser valiente, romper una lanza por este vencindario y lo hice. Primero traté de oir ruido, miré la hora, pronto pero no excesivamente, una silla que suena, el niño que llora, asi que abro la puerta y subo la escalera, toco y con mi azucarero en la mano, como buen adicto que pide hay que llevar siempre un cacharro donde te depositen la limosna para tu fin último, pero lo que me daba un toque poco serio:

.- Hola me puedes dar un poco de azucar.

Esas cosas de siempre en los vecindarios, ese intercambio, ese trapicheo, ese tráfico, ese estraperlo. Tu me das yo ya te daré. La maniobra es rápida. Entra y aparece. El azucarero rebosa, hasta el borde llega el blanco tesoro. Azucar en estado puro, un montón de azucar para poder tomar miles de cafés, muchas cucharadas para tomar en muchas tazas. Azucar, leche y café y ¡¡a volar!!.

Ahora mientras escribía esto he ido bebiendo con calma y ahora que me tomo el último trago de la taza, que acabo con este esforzado café es tambien donde termino este texto. Ya en la taza he visto el fondo blanco, ya en el texto marco el punto.

miércoles, octubre 18, 2006

Negras-Letras. Compases-Párrafos

Hacer un texto como esa música que oigo ahora

La música tiene esa cosa que no termina de quedarse, que se va, lo mismo que el tiempo. Las frases se quedan ahí, como la memoria, que podría ser otra forma de tiempo.

Ahora oigo esto que da la sensación de despegar y sin embargo estas letras por mucho que no quiera se quedan. Me gustaría plagiar en texto la melodía de esa canción, pero no una descripción de lo que oigo, no. Escribir exactamente eso. Ese cambio que ahora he escuchado, esa guitarra que va entrando y deja de sonar. Escribir con la misma cadencia. Al compas de lo que oigo.

Aquí cambiar y entrar en esa nueva melodía. Darle el ritmo creciente, la intensidad de ese bajo, marcar, quiza con un punto, ese plato que rompe.

Leve calma, ese dibujo lento, unos cuantos acordes leves, al ritmo que es menos intenso. Para volver a subir, no encuentro la manera de subir así, sube, sube. Entra una algo eléctrico, la intensidad de ese ritmo nuevo. Se prepara la tormenta. La intensidad es tremenda, una ascensión que no toca fin. Frena. Y ahí va. Rompe. Arrasa con todo.¿Como se hace para escribir esa música?. ¿Para meterle esa fuerza a esto sin tener que teclear a la velocidad que lo estoy haciendo?. ¿Sin tener que meterle estos golpes a las teclas?. ¿Como hago para que esta frase parezca ese ritmo endiablado? ¿Y que escribo para que esta frase parezca el descenso lento del volumen?. Para que, como en la canción, vaya diluyendose en el silencio, diluyendose en el silencio, en el silencio, el silencio, silencio...

http://youtube.com/watch?v=ncSlPGnuOss

martes, octubre 17, 2006

Un montón de agua

Y de repente la lluvia. Un charco, otro charco. Las hojas del jardín estan de un verde que revienta y brillantes por que estan empapadas. Chorrean algunas gotas por la ventana, resbalandose unas detras de otras, formando un dibujo en el cristal bastante extraño, un montón de formas sin un sentido aparente, solo gotas que resbalan, amontonadas y que llegaron ahí por un azar indescifrable. La gota viene vaya uno a saber desde donde, choca bruscamente contra la ventana y en su agonía se deja caer por este cristal hasta fundirse con un montón de gotas mas que han ido chocandose y resbalando por ese mismo cristal previamente. Ciclos. Ciclos dentro de ciclos. Luego en la calle los zapatos humedos, los calcetines humedos, los bajos del pantalón humedos, el coche ese que pasa sobre un charco y salpica, el suelo del autobus con pequeños charcos, en la entrada al metro pequeños rios. Los paraguas amontonados en la entrada de los sitios. El sonido de la lluvia sobre los coches, el sonido de los limpiaparabrisas, las gotas sobre las hojas, sobre el suelo, el sonido de lluvia. Y es curioso por que va variando, justo ahora esa sensación como de que acelera. Cae mas y suena mas fuerte y es así, de repente, y así mismo se frena, no deja de caer pero de repente sube el ritmo o de repente baja, una nube mas gruesa que pasa allí arriba, otra mas fina.

Y yo sin paraguas.

domingo, octubre 15, 2006

Nueve años

¿Como cuento esto que sucede?, ¿como me lo cuento?, ¿como lo escribo?, ¿como dejo constancia de este torbellino?. Uno tendría que contarse su vida entera para entender el segundo que se vive, el presente inexistente. Uno tendría que sumar todos los segundos para obtener el resultado de este. Pero no es ahora esa abstracción la que me agita. Es otra cosa, si cabe, mas real.

Saúl fue compañero en el tecnológico. Compartiamos algunos gustos musicales, algunas borracheras y alguna cosa mas en aquel centro mediocre en el que aprendí de todo menos de medios.No fue uno de esos amigos históricos, pero fue un compañero habitual, nos veiamos a menudo, hicimos un viaje juntos, nos emborrachamos innumerables veces. Era un tipo enormemente bondadoso, generoso y amable, un gran tipo. Llegamos a hacer algo de música juntos, Saúl hizo todos los empeños por ser cantante, pero no le salió, yo hice todos los empeños por ser músico, los sigo haciendo y voy por el mismo camino que él. Recuerdo tocar en una fiesta en el club canario de Barquisimeto una improvisación infinita del The wall de Pink Floyd, con todo lo que eso significa en una fiesta de Barquisimeto, toda una provocación y realmente no era lo que buscabamos, simplemente eramos unos flipadillos de Pink Floyd y no unos provocadores, creimaos que con aquello conquistariamos a un publico femenino muy abundante. El resultado fue bien distinto, en algún momento, alguien, educadamente pidió que lo dejaramos. Y nos fuimos con los cacharros entre las manos pero borrachos, eso si. Creo que hicimos varios intentos mas de hacer llegar nuestro "arte" por ahí, pero creo que nadie lo supo interpretar, ni siquiera nosotros.

De Saúl no volví a saber nada durante cinco o seis años, diría casi siete. Una buena tarde me conecto al Messenger y veo que alguien quiere agregarse a mi lista y acepto, reconozco el nombre de Saúl y me alegro de saber de nuevo de él. Durante este tiempo, esporadicamente nos saludamos, intercabiamos preguntas sobre nuestras vidas y hablamos de música. Alguna vez, hace menos, hablamos sobre la situacíón de allí, la politica, Chavez, la oposición...Coincidimos en varios puntos y me informó de cosas que yo no sabía. Así temporalmente hablamos a traves de ese invento brillante que es el messenger y que me permite tener una relación mas directa con la gente de los años de aquel lado.

Hoy le saludé, le conté que había estado viendo a Cerati en Madrid, Saúl siempre fue un Ceratiano bestial, el mas Ceratiano de los infinitos Ceratianos de Latinoamerica. Y siempre es curioso ver a este por Madrid, casi una rareza. En un momento y sin venir mucho a cuento me manda un Link con miles de fotos de Barquisimeto y si escribo esto es por eso. Lo sorprendente no fue ver la construcción de un estadio inmenso de futbol, o fotos de las obras de no se que otra cosa. Lo sorprendente fue ver la avenida 20 absolutamente transformada, no pasará ya por ahí el Ruta 5 y ni se oirá las miles de musicas a la vez de los buhoneros de la 20. Ahora aquella calle que tanto he recordado no es la calle que fue, ahora es un Boulevard que arranca en la Vargas y sube hasta la 42, creo. He visto una foto otra foto y no se bien que he sentido, aquella calle por la que pasé una tarde, una mañana, otra mañana, una noche, otra tarde, otra noche...Así durante nueve años, no es aquella calle. Aquella ciudad ha ido variando lentamente, detalle a detalle, mañana tras mañana. Vi mas fotos, aereas, de construcciones nuevas, de calles que si reconocí, de zonas totalmente nuevas, de centros comerciales que no existían, de otros que ya estaban. Seguí viendo y recordé que en una había un edificio nuevo, otra que permanecía casi intacta, nombres de zonas que no existian, zonas que habían sido remodeladas, pero la 20 no, la veinte era otra calle, era la 20 pero no era. Como cuando ves a alguein del pasado y casi no reconoces, alguien con quien fuiste intimo y ahora casi ni sabes quien es, una cara que te cuesta identificar, alguien con quien estabas a menudo y sin embargo ya casi ni te acuerdas, casi nunca venía a la memoria. Eso ví, una ciudad por la que caminé nueve años y que me ahora me cuesta reconocer. Calles que permacían estáticas y que como todo han seguido su constantes variaciones, su paso en el tiempo. Mas melancolía al horno

"...el hecho me dolió, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita. Cambiará el universo pero yo no, pensé con melancólica vanidad".
El Aleph.
Jorge Luis Borges

Farmacia de guardia

La farmacia 24 horas que hay en Antón Martín es la localización perfecta para hacer un retrato de una ciudad como esta. Te tiene que pasar primero que tomes un medicamento, que además te hayas quedado un sábado sin el y que después de buscar por las calles del centro una farmacia de guardia alguien recuerde la farmacia de Antón Martín que está siempre abierta. Entonces tu para no estropear el ritmo de cañas y conversaciones vas solo hasta allí y haces la cola.

La cola es larga, tanto que uno se pregunta que como es posible que a esa hora haya tanta necesidad de medicamentos, la cola avanza lenta, pero esa historia es mas normal. la guardia la hace un tipo solo y entre que se asoma a la ventanilla, le piden lo que desean, va a por ello, cobra y busca la vuelta pasa un rato. Al principio te entretienes en pensar en la obra que hay montada en la plaza, las vallas y demas adornos llegan hasta la puerta de la farmacia dejando un estrecho pasillo en la acera. La obra está tapada por vallas altas y unas telas verdes que podrían ser perfectamente la obra de un pintor vanguardista. Telas y chorretones de pintura, texturas de polvo, arena y ladrillo. Siempre he sospechado que Madrid se está convirtiendo en una especie de inmenso taller repleto de obras abstractas de un artista atormentado. Claro el tema de la obra no da para mas cuando llevo 20 minutos esperando, y es ahí cuando me lanzo a curiosear entre los compañeros de cola y en la gente que pasa por el estrecho espacio de acera que queda entre las vallas y la cola de la farmacia. Entre los de la cola los hay que compran un antibiótico, unas tiritas, varias cajas de condones, una que pide "algo para la garganta", uno que pide algo en voz muy baja para no ser escuchado, uno que pide Sintrom. Entre los que pasan hay los modernos de gafas de pasta, un grupo de niñas borrachisimas y que vienen hablando de algo indescifrable, una pareja que discute violentamente, dos que van hablando de Kill Bill ( no se que volumen), una mujer muy mayor que camina despacisimo mirando al suelo, muchos que pasan y no te da tiempo a descifrar, una pareja en silencio, otra pareja abrazada, un grupo de gente que viene riendose, un chico que va oyendo música. He pensado en el farmaceutico y me he dado cuenta que nada estaba sucediendo, que todos eramos parte de su sueño en mitad de la larga madrugada de esa noche de guardia.

viernes, octubre 13, 2006

Cartas

Abrí una caja que tenía un montón de papeles, unas cuantas fotos y las cartas que me habían enviado mis amigos en los primeros meses aquí. Las releí sobrecogido. Frases que se habían quedado ahí guardadas, que ahora han cambiado todo su sentido. Fechadas ocho años atrás, casi nueve. Gente que aun hoy anda por ahí y que aun ha seguido cerca, lejos pero cerca. han pasado mas cosas en ese tiempo con ellos. Las cartas de Mecm fueron las mas impresionantes, en las primeras hablaba de sus enormes ganas de venirse a este lado, pero aun lo suelta como una posibilidad irrealizable o complicada, casi una ensoñación. Está cansado del entorno, se siente desgastado y tiene unas enormes ganas de romper, de pisar otro suelo. Siente curiosidad, por que este lado le parece la posibilidad de una salvación. Un tiempo despues de la fecha de esas cartas aterriza una tarde de Febrero en Madrid, compartimos piso, seguimos nuestras vidas, vive cinco años por aquí, en varios sitios, se mueve, circula todo ese tiempo por aquí, con lo que eso significa en la vida de una persona. Se va haciendo cada vez mas Mecm y termina volviendo. Hoy esa carta parece una visión de futuro. Sabe que quiere cambiar su destino o su presente, en la carta eso aunque escrito, parace un algo imposible, una irrealidad, como el que escribe un cuento, una historia de ficción. Escribió la carta como si escribiera su propio destino. Lo que escribió sucedió.

jueves, octubre 12, 2006

Café

Día festivo. La calle, claro, está mas silenciosa de lo habitual, aunque esta calle es muy poco ruidosa normalmente, pero ahora mismo ni siquiera el sonido de los coches que arrancan y se van. Hay ritos en el despertar. Se hacen casi todos los dias las mismas cosas. Una meada, el café. Esas cosas que le dan un sensación de arranque a las cosas, un calentar motores. El café por la mañana, el primer café, el sonido del café subiendo, el olor del café cuando ya casi ha terminado de salir, el café cayendo por la taza, el café en la boca, toda esa secuencia es una de las mejores partes del dia. Sentarse y tomarse el café y recrearse torpemente en esos sueños que ha habido por la noche, la leve calma del café. La cafeina que comienza su juego y empieza invisiblemente a ejercer, a proporcionar sus efectos. Hasta ahí el rito, luego ya viene la vida, lo real, si cabe, pero el café es el parentesis entre sueño y vida, noche y día. La frontera. Luego ya viene lo otro, el desorden de los dias. Lo que tenga que pasar. El dia por delante, el tiempo por cubrir. ¿Que sucederá hoy?, ¿Que caminos iremos recorriendo cada uno?. Está ahí, justo ahí, a unas horas y no tienes ni idea de que irá a pasar hoy. ¿Quien llamará?, ¿Con quien te cruzarás?,¿Que noticia empezará a suceder para ser titular mañana en el periodico?. Tantas vidas que se iran cruzando unas con otras en un extraño efecto, en una cadena indescifrable, imposible, infinita. Ahí, a tan solo unas horas, a tan solo unos minutos, en el siguiente segundo a este, a este, a este....

Esperando

Tampoco hoy.

martes, octubre 10, 2006

Martes de octubre

He borrado seis veces lo que tenía escrito: La primera me parecía terriblemente ñoña, la segunda agotadoramente triste, la tercera un falso intento de esquivar lo que rechazaba de las dos anteriores, la cuarta la mas melancólica de todas, la quinta y la sexta variaciones de la cuarta.

Este es el septimo intento y vamos mal, aunque no hay nada que temer. ¡¡Sigue!!,¡¡Aguanta, coño!!!. En el septimo intento trato de evitar hablar de esta sensación de octubre que llevo encima y va a resultar dificil, estas cosas son un vicio. Te levantas ves el cielo oscuro y te vas dejando llevar, es sencillo, no hay truco. En seguida recuerdas a no se quien, al otro que hace un montón que no ves, no se que viaje, no se que sensación y de repente estas enganchado y te pasas todo el dia mirando al suelo, a ritmo lento, las prisas del trabajo se te quedan lejos, no es que las rechaces es que ni siquiera te das cuenta que hay prisas, estás en otra película.

Me apetecería ponerme sensiblón hoy, pero vaya a saber uno quien lee este blog, casi nadie pero la nostalgia no me quita la inseguridad de escribir chorradas en esta pagina perdida y ser encontrado por no se que sombra, pero ponerme sensiblón de verdad, ese terremoto que llevo hoy dentro, soltar la parrafada de lo que he pensado hoy, al fin y al cabo este blog lo tengo para drenar, como aquel puto tubo del hospital que sacaba toda la sangre de dentro y que se llenaba con enorme facilidad. Para eso está. Soltar aquí que hoy he pensado muchisimo en el pasado, en no se que carajo del pasado, en nada preciso, pero en el pasado. Que hoy he pensado en el fin de semana, en la gente de otras ciudades, en una ex novia de la que hace un montón de tiempo que no se nada, en dos o tres amigos que resisten el paso del tiempo y que aparecen en forma de muñeco verde en el messenger, en mi viejo. Y yo que se por que piensa uno todo eso, por que viene de repente los dias que son grises y no termina de llover. Y no duele, hasta me gustan los dias así. A veces creo que son dias en los que te ausentas de tu propia vida o la ves desde atrás, desde otra mira, y ni siquiera me recreo, la miro y me sorprende que aquello ya no esté, que ya nunca estará. Que aquella noche en una azotea de Barquisimeto o no se que tarde con aquella ex novia ya no están, se fueron eternamente y esa distancia insalvable, esa inmensidad me dejan perplejo . Nada de aquello está ya y sin embargo casi lo ves y se te escapa, no entiendes del todo que casi lo veas pero que no esté. Está, pero es invisible.

domingo, octubre 08, 2006

Domingo de octubre

Domingo de octubre. Sigue haciendo bueno. Últimas horas del fin de semana.

He pensado varias veces en la posibilidad de haberme cruzado con S... en alguna calle de su ciudad este fin de semana. No la conozco, no se como es y podría haber sucedido que en alguna esquina de esa ciudad nos hayamos cruzado y ni la mas mínima sospecha, ni las minima atención, alguien que pasa a tu lado en una ciudad que no es la tuya y a la que has ido un par de dias, una persona mas entre los miles y miles que te cruzas diariamente en una esquina, en un paso de cebra, en la puerta de un bar. Esas cosas pasan o no, pero gusta juguetear con esas posibilidades, que bien visto, no llevan a nada, pero dan un extraño placer. Incluso jugueteas mas e imaginas que S... podría ser la chica a la que preguntaste como llegabas a esa esquina que buscabas

Al entrar en casa he recordado otra ciudad y he pensado que los presentes son extraños, lo abarcan todo y luego nada, están de lleno y ya no están. Me ha venido la imagen de una calle larga y estrecha del centro de esa ciudad que me resulta totalmente ajena, un tipo pasa a mi lado, es madrugada. Nos miramos y seguimos. cada uno su camino. Avanzo por la calle estrecha y dudo de si era en esa esquina o en la siguiente donde tenía que doblar. Miro al suelo y veo una botella de cerveza, me suena un mensaje en el móvil, lo leo y sigo avanzando agitado. No se escoge siempre. Hay veces que no hay elección.

He jugueteado con el baile de cables en el tren. Es sencillo, se pone uno música, se pega la cara al cristal y se mira un poco hacía arriba. Los cables van en paralelo a las vias, la velocidad hace que parezcan que se están moviendo y que botan en los postes y que van cambiando las formas, incluso la velocidad. A veces aumentan los cables, en vez de tres o cuatro, que es lo mas constante, aparecen de repente seis, siete y ahí parece una coreografía de cables, se van moviendo de lado, se cruzan unos con otros, botan en los postes y arrancan de nuevo, avanzan a la velocidad del tren. Parecen lineas que avanzan contigo hacía Madrid y que su viaje es un baile, una coreografía loquísima y que casualmente juguetean con los ritmos y melodias de la música que tu vas oyendo.

jueves, octubre 05, 2006

Un texto absurdo

Otra vez aquí, en este intento practicamente diario de buscar la frase justa, las palabras precisas a un no se que que va por dentro. Otra vez aquí, buscando un texto que por mas que busco no encuentro, y otra vez con una sensación de absurdo por seguir intentandolo, por seguir escribiendo.

Sucede que ciclicamente me cuestiono lo del blog, o mi manera de llevar un blog, o esta manera de buscar un texto que insistentemente busco y él, el texto, insisitentemente huye. Así cada dia, yo detrás y el texto por allí delante sin esperar, a otra cosa. Entonces ataca el absurdo, un vacio que produce risa, una curiosa sensación de sin sentido que a veces toman las cosas. Y sin embargo ahora escribo sobre ese absurdo que me produce escribir en este blog, lo cual es el absurdo doble, el vacio doble, el doble sin sentido.

Tampoco era este texto el que buscaba, nunca aparece el texto, nunca se va formando según tecleo. No será esta palabra la que tendría que salir, ni esta es la frase que buscaba. No era así como quería que fuese avazando en el extraño blanco que es la hoja inexistente del ordenador. No se desarrollaba así el texto que me hubiese gustado escribir hoy, cada dia, no era este. Tampoco era así como quería que terminase.

martes, octubre 03, 2006

Otonio

Siempre que viene el tiempo fresco, o sea al medio del otonio, a mí me da la loca de pensar ideas de tipo eséntrico y esótico, como ser por egenplo que me gustaría venirme golondrina para agarrar y volar a los paíx adonde haiga calor, o ser hormiga para meterme bien adentro de una curva y comer los productos guardados en el verano....


Por ahí viene, y no lo noto ya tanto en lo externo, que ahí realmente aun no se nota en exceso, si son los dias un poco mas cortos y la luz algo mas apagada, pero es casi imperceptible. Se va notando tambien en que hay mas atascos que en verano y que al salir a la calle por la mañana estan los chicos del colegio de aquí al lado aprendiendo a fumar, haciendo las pellas correspodientes a la primera hora y haciendo el chorra o no haciendo nada que es el mejor hacer o que al menos no es el peor de los haceres. En poco mas se ha ido notando salvo en algún dia medio grisaceo que hubo dias atrás y en cierto ritmo que van cogiendo las cosas. Pero a pesar de todo, por ahí lo veo venir, creciendo como el que no quiere hacerse notar, pero haciendose presente, empezando a marcar el territorio. Siempre que viene el tiempo fresco a mi me da la loca de pensar en cosas de atrás, en mirar por la ventana del autobus con la cara casi pegada al cristal y preguntarme si no se estaría mejor en Verano siempre con la cara casi pegada a la arena de la playa o metida en la parte mas honda de la piscina y tratar de coger una piedra que ha aterrizado ahí, de manera agradablemente lenta

Amigos en común

Salí del concierto caqminando solo, y algo mareado por la cerveza y por aquellas canciones. Paseé perdido por mi propia ciudad, me senté en algún banco y fue cuando te encontré caminando con la funda del violín, sola, como queriendo conocer la ciudad de otra manera, fuera del escenario.

Me acerqué y te saludé, balbuceé no se que cosa con mi mal ingles, te dije lo emocionante que había sido el concierto, lo bien que había cantado Neil, lo mucho que te había mirado, cuando en "Our mutual friends" cerrabas los ojos y la melodía era sublime. Te dió risa como construí la frase y me dijiste de ir a tomar algo, me pediste que te llevará a algún sitio agradable de la ciudad, y así traté de hacerlo. Estuvimos charlando del concierto, de tu ciudad, de mi ciudad, de la música, de los bares, del ruido que habñia en el bar, de como nos aturdían los graves. Me dijiste que nos fueramos a tu habitación de hotel y salimos del bar, caminamos por la ciudad y tu todo el rato llevabas el violín en la mano y yo lo miraba, casi apunto de pedirte que tocaras algo ahí en medio de la calle Alcala, pero aguante, aguante estoicamente y no lo hice.

Subimos en ascensor, entramos en tu habitación y pusiste música, bailamos descordinadamente, muy borrachos, apagamos las luces.

Esta mañana me desperté y no estabas, caminé por la habitación y miré Madrid desde allí, esas calles que nunca había visto desde arriba, desde una ventana, siempre desde abajo. Te imaginé en el aeropuerto. En la página Web pone que hoy tocais en Alemania, me he lamentado profundamente cuando he recordado que no teniamos amigos comunes.

http://youtube.com/watch?v=MEixi67WjTA

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