martes, octubre 17, 2006

Un montón de agua

Y de repente la lluvia. Un charco, otro charco. Las hojas del jardín estan de un verde que revienta y brillantes por que estan empapadas. Chorrean algunas gotas por la ventana, resbalandose unas detras de otras, formando un dibujo en el cristal bastante extraño, un montón de formas sin un sentido aparente, solo gotas que resbalan, amontonadas y que llegaron ahí por un azar indescifrable. La gota viene vaya uno a saber desde donde, choca bruscamente contra la ventana y en su agonía se deja caer por este cristal hasta fundirse con un montón de gotas mas que han ido chocandose y resbalando por ese mismo cristal previamente. Ciclos. Ciclos dentro de ciclos. Luego en la calle los zapatos humedos, los calcetines humedos, los bajos del pantalón humedos, el coche ese que pasa sobre un charco y salpica, el suelo del autobus con pequeños charcos, en la entrada al metro pequeños rios. Los paraguas amontonados en la entrada de los sitios. El sonido de la lluvia sobre los coches, el sonido de los limpiaparabrisas, las gotas sobre las hojas, sobre el suelo, el sonido de lluvia. Y es curioso por que va variando, justo ahora esa sensación como de que acelera. Cae mas y suena mas fuerte y es así, de repente, y así mismo se frena, no deja de caer pero de repente sube el ritmo o de repente baja, una nube mas gruesa que pasa allí arriba, otra mas fina.

Y yo sin paraguas.

No hay comentarios.:

Mi lista de blogs

Afuera