martes, octubre 10, 2006

Martes de octubre

He borrado seis veces lo que tenía escrito: La primera me parecía terriblemente ñoña, la segunda agotadoramente triste, la tercera un falso intento de esquivar lo que rechazaba de las dos anteriores, la cuarta la mas melancólica de todas, la quinta y la sexta variaciones de la cuarta.

Este es el septimo intento y vamos mal, aunque no hay nada que temer. ¡¡Sigue!!,¡¡Aguanta, coño!!!. En el septimo intento trato de evitar hablar de esta sensación de octubre que llevo encima y va a resultar dificil, estas cosas son un vicio. Te levantas ves el cielo oscuro y te vas dejando llevar, es sencillo, no hay truco. En seguida recuerdas a no se quien, al otro que hace un montón que no ves, no se que viaje, no se que sensación y de repente estas enganchado y te pasas todo el dia mirando al suelo, a ritmo lento, las prisas del trabajo se te quedan lejos, no es que las rechaces es que ni siquiera te das cuenta que hay prisas, estás en otra película.

Me apetecería ponerme sensiblón hoy, pero vaya a saber uno quien lee este blog, casi nadie pero la nostalgia no me quita la inseguridad de escribir chorradas en esta pagina perdida y ser encontrado por no se que sombra, pero ponerme sensiblón de verdad, ese terremoto que llevo hoy dentro, soltar la parrafada de lo que he pensado hoy, al fin y al cabo este blog lo tengo para drenar, como aquel puto tubo del hospital que sacaba toda la sangre de dentro y que se llenaba con enorme facilidad. Para eso está. Soltar aquí que hoy he pensado muchisimo en el pasado, en no se que carajo del pasado, en nada preciso, pero en el pasado. Que hoy he pensado en el fin de semana, en la gente de otras ciudades, en una ex novia de la que hace un montón de tiempo que no se nada, en dos o tres amigos que resisten el paso del tiempo y que aparecen en forma de muñeco verde en el messenger, en mi viejo. Y yo que se por que piensa uno todo eso, por que viene de repente los dias que son grises y no termina de llover. Y no duele, hasta me gustan los dias así. A veces creo que son dias en los que te ausentas de tu propia vida o la ves desde atrás, desde otra mira, y ni siquiera me recreo, la miro y me sorprende que aquello ya no esté, que ya nunca estará. Que aquella noche en una azotea de Barquisimeto o no se que tarde con aquella ex novia ya no están, se fueron eternamente y esa distancia insalvable, esa inmensidad me dejan perplejo . Nada de aquello está ya y sin embargo casi lo ves y se te escapa, no entiendes del todo que casi lo veas pero que no esté. Está, pero es invisible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen post. En busca del tiempo perdido...

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