jueves, abril 28, 2005

Química cotidiana

Marcos ha salido a meida mañana de su casa, ha bajado por la calle ancha y se ha detenido en la parada donde ha esperado el autobus 150. Un buen rato bajo y el sol esperando, pendiente de la curva donde giarará el autobus que le llevará al centro de la ciudad. No aparece y durante un rato ha estado leyendo un pequeño libro que llevaba en la mochila. Una chica se ha sentado a su lado, ambos esperan el autobus. Ella no lee, ella ha cerrado los ojos con la cabeza en direccion al sol y ha dejado que la luz intensa de mediados de mayo roce su piel. El sigue leyendo pero de vez en cuando gira la cabeza primero hacia los ojos cerrados de ella luego hacía la curva donde debe girar el 150. El lee, pero ya no lee, le gustaria hablar con ella, saber quien es. Ella quizá ni sospecha que el está al lado, que nada de eso esta sucediendo. Aparece el autbus, se detiene y ambos se montan, ambos caminan hacia la parte de atrás en busca de asientos vacios, se sientan relativamente creca el uno del otro. El autobus avanza hacía el centro. Marcos guarda el libro, hace un par de páginas que no presta demasiada atención a las desventuras de Arturo Belano y si presta atencion al borde hermoso que se ve en los brazos de ella, un borde acariciable y suave, ella ha pegado la cabeza a la ventana, mira como se suceden las calles al otro lado, como la ciudad es uniforme e incosntante, extraña. Como el tráfico es una rutina, una algo casi monotono, el la mira, la imagina, reconstruye su vida a partir de hipotesis equivocadas. El autobus avanza, se mete en calles nuevas, en avenidas nuevas, se entremezcla entre los coches y otros autobuses. Marcos se levanta, pulsa el boton y se enciende el luminoso que avisa al conductor que un pasajero se quedará en la siguiente parada. El condcutor frena suave, abre las puertas y Marcos se baja del autobus, mira por ultima vez a la chica que mira fijo hacia los edificios de enfrente, del otro lado, de la acera contraria. Marcos ve como ela autobus se va, se pierde a lo lejos del Paseo de la Castellana.

Jueves por la mañana.

El recorrido de la memoria, caminos elegidos por pura intuición, busqueda de la existencia a partir de imagenes recreadas en una especie de pantalla interna que nos ubican, que nos colocan en medio de el segundo preciso que vamos atravesando. El tiempo que medimos a partir de esa imagen, "de esto hace tantos años" y en seguida el vertigo, la sensación de que todo ha sucedido muy rapido,"pero ¿como puede ser que haga doce años?", luego miras desde encima, desde la distancia y esos doce años han sido muchas cosas, una vida entera, en nada se parece esto a aquello, pero la sensacion de velocidad, de fugacidad es inevitable. Así te ves, o me veo, en algún lugar de otro tiempo, cuando esta vida era otra. y parece ayer o algo que no me pertenece, mas que un recuerdo algo imaginado. Es la doble distancia, por un lado es relativamente cerca, por otro no parece de aquí, de este mismo mundo. Me acuerdo del colegio, por ejemplo,¿ puedo ser yo este mismo?, una mañana entrando en un edificio feo y desgastado, caminando con cierta inseguridad ante unas chicas que me miran, paso de largo hacía mi clase, entro y me siento en un pupitre que por esos dias, durante un año, fue mi sitio, mi lugar. Recreo a determinada gente que está ahi conmigo, trato de imaginar sus vidas. Imposible. ¿Donde estaran todos ellos?.

martes, abril 26, 2005

Mientras suena

Estoy aquí, en medio de todo esto que es mi vida. Miro a la gente que me rodea, a los que quiero. Me paro en medio de esto y lo disfruto,estuve tanto tiempo pensando solo en mi, en mis dudas, en mis miedos que ultimamente solo observo a los otros, a los que estan ahí, con los que convivo. Una fiesta donde todos estan borrachos, un domingo, una comida con mi Madre, un paseo con Israel, unas birras con Israel, una comida con Jose,un abrazo con Miguel, y sobre todo Marta, Marta. Marta siempre, ahi bailando en medio de la gente, riendo, hablando, su mano en mi mano y la pelicula que avanza, dandole con la mano lo que siento en medio de esa escena, emocionandonos juntos con lo que les pasaba a los dos protagonistas. Carmen con su hija en brazos, David en medio del mundo, Mi abuela, Paloma charlando, Los que no estan que estan, mi padre que a veces viene un rato, a veces con mas fuerza que en otras épocas, a veces se queda aquí, me mira, se que me mira y me consuela sentir ese recuerdo, eso que siento que me mira, recordarlo así en medio de este mundo. Quiero sentir que todo esto es mio, que por todo esto estoy aquí, que cuando me invade el miedo eso es lo que debe estar ahí. Que todo esto tiene un sentido, que querer a Marta es mas que querer a Marta, va mas allá, que charlar con ellos es mas que hablar y que desaparezca. Ahora que siento miedo por la muerte, que nunca lo había sentido les veo y me doy cuenta que esto es mi vida, que me encanta mi vida, ir con ella en brazos, con sus miedos, sus angustias, pero con lo demás, con las risas en medio de un bar. Con todo lo que lleva que es todo, que es lo que veo, lo que miro, lo que siento. Hasta mañana.

miércoles, abril 20, 2005

Desorden mental

Mañana no debo olvidar ordenar mi cabeza. Quiza todo empieza por desordenar el resto. Ordenaré lo real para mantener el orden en mi mismo. Debería desordenar para ordenarme, desordenar las calles, los mapas, cambiar el nombre de las cosas y entonces todo sería orden dentro. Entenderia mejor el resto, lo demas, lo que no entiendo, que es casi todo. Seguiria cruzando el semaforo en rojo ,eso si, pero ahora no correría el riesgo de ser atropellado. Desordenaria los periodicos, daría portadas a las noticias pequeñas, a las que no se leen y no pondría las otras, las grandes. Desordenaría la televisión, pondria las peliculas de las tres de la mañana a las nueve de la noche y los programas de la nueve de la noche a las tres de la mañana y sería un televisión muchisimo mas apetecible. Desordenaría las ciudades, Caracas estaría a la altura de Guadalajara, Paris en Leganes, Buenos Aires estaría a la altura de Torrelodones. Acercaría Milán a la altura de Lavapies, hay quienes notarian los beneficios de que los italianos estuviesen tan cerca de la linea amarilla del metro. Las vacaciones serían once meses y el trabajo uno.... ¡¡Hijo mio, decia mi madre, pero que desordenado eres!!

martes, abril 19, 2005

Final de Martes

Acaba el martes, apenas seis minutos y se irá. Avanco rapido por las teclas, trasformando eso que he pensado como acto final del dia en letrás. Quería terminar el dia escribiendo. Dandole a la tecla de publicar justo a las doce. Terminar este dia que ha sido otro dia, con buenas cosas, con muy buenas cosas de por medio. Esperar el miercoles aquí sentado mientras oigo a Marta moverse por casa. Se acaba el Martes(Esta frase sobra pero es la uúnica manera que encuentro de extender el texto justo hasta las doce( y aquí he sumado unos cuantos buenos segundos)).

Me despisto y ya casi se me va el tiempo. Adios martes de abril, adios dia que te quedas aquí, ya para siempre. Adios minutos de este dia. Bienvenido seas en forma de recuerdo. Ya te recordaré alli, en algún lugar dentro de algunos años.

Un saludo martes. Bienvenido Miercoles.

P.D: Ahora si, ahora estoy apenas a unos segundos , se va, se va, se va.

domingo, abril 17, 2005

Otro, Yo... El tiempo.

He cerrado los ojos y durante un rato he recreado una situación ficiticia, la recreacion ha sido tan intensa que tenia cierto sabor a sueño. Había una playa, la playa era tremendamente larga con un mar muy agitado. El dia en la recreación era muy gris pero nada frio. Un hombre estaba semi acostado en la arena, cerca su mujer y algo mas allá sus dos hijas. El hombre ve el paisaje casi vacio, solo a lo lejos se distinguen las figuras de unas personas que van hacía el agua lentamente, se intuye por su ritmo al andar que son mayores, ancianos pero estan demasiado lejos. El hombre mira a su mujer que se ha levantado y que camina lenta hacía el agua, las niñas estan arrodilladas en la orilla jugando con la arena, la mujer pasa justo a su lado y las dice algo que el hombre no escucha. Observa a las tres y mira a lo lejos de nuevo. De repente le invade una sensacion extraña. El cielo es muy gris y la playa tan sola le dan una sensación de lejania con lo real o con lo que el intuye que es real. La sensación se queda instalada ahí, ve que su mujer mira hacia el agua, juguetea con los pies y las olas, las niñas construyen figuras casi abastractas con la arena y de repente lo ve todo lejano. Esas niñas y la mujer son un simple azar, estan ahí en ese lugar por un simple movimiento del azar. Su mujer es su mujer y de ahí las niñas, pero todo le parece frágil durante unos minutos, siente vertigo. De repente recuerda a algunas novias del pasada, y se traslada con muchisma precision hacía ese pasado, recrea situaciones con esas chicas, gestos, sensaciones siente aun mas vertigo, ese pasado ya no existe, ya nada de todo aquello existe, todo aquello ya no está... Ahí he dejado mi recreacion ficticia. Al volver de ese lugar he seguido msaticando la historia, en realidad he recreado con fuerza esa situación, pero ¿Donde se esconde esta ficción?¿Quien era ese hombre, y esa mujer y esas niñas?¿Quienes eran las gentes que se inutian mas allá?¿Donde está esa playa que he visualizado con muchisima fuerza?. ¿Donde está el pasado que ese hombre?¿Donde esta mi pasado, el pasado?¿Donde coño se quedan las cosas que suceden?

martes, abril 12, 2005

Musica de fondo

Vueltas y vueltas con la música. Un dia y otro detrás de algo que es absolutamente abstracto. Siempre detrás de algo que se hace eco en mi cabeza. Suelen ser sensaciones que me hacen imaginar una linea de bajo, unos arpegios que entran. En la ventana del autobus, o en el subsuelo o escuchando otra música. Es un arrebato, una agitación. Algo que me empuja. Un proceso que sucede desde hace muchisimo tiempo y en el que llevo inmerso desde que empece a tocar la guitarra. Hay epocas en que confio en eso que creo, otras en que me torturo y lo que produzco me parece una verdera aberración. No creo que ni una cosa ni la otra sean ciertas. Es absoluatemente imposible ser objetivo sobre tu propia produccion. Te ves ahí. Ves lo que eres, lo que te gusta y lo que no te gusta de ti. Tu personalidad desplegada, o al menos crees verla ahí. Las cosas que aceptas o las que te gustaria modificar.

domingo, abril 10, 2005

Clima

Soy terriblemente sensible a los cambios climatológicos, entoces una tarde soledada de abril soy extremadamente feliz. Otra, apenas cuarenta y ocho horas despues, con bastantes grados menos, me invade una nostalgia desmedida. Hoy amanece buen sol, pero aun algo de frio, estaré en un estado intermedio, cercano a los recuerdos, pero con ganas de ver las calles, oir a la gente. El frio me hace espectador de mi vida, como si el frio fuese una enorme pantalla blanca donde se proyectase mi pasado. Con el calor me integro en la pantalla y estoy dentro. Soy parte de lo que sucede y disfruto de estar ahí, de verlo, de recorrerlo.

domingo, abril 03, 2005

Mañana de Domingo

Mañana de domingo. ¿Cuantas mañanas de domingo habrán sumado desde que nací, desde aquellas otras mañanas de domingo que ahora recuerdo y no me apetece ennumerar?. Cuantos domingos y ninguno igual a otro. Miro rapidamente hacía atrás y veo muchos domingos pasar. Una secuencia velocisima de imagenes estáticas que me recuerdan domingos imprecisos, historias que forman ya parte de lo que soy y que no siempre recuerdo.

Punto y aparte

Arranco de nuevo, por tercera vez. He estado poniendo varias frases que luego he borrado sin ningun tipo de pudor, al contrario, mas bien con algo de brusquedad y sin contemplaciones, no suelo ser muy educado con mis textos. En este tercer intento he pensado en escribir algo mas concreto, en los otros intentos esperaba que la primera frase me indicase un poco por donde ir, por donde proseguir, pero en este he arrancado pensando en escribir sobre la gente con la que he estado estos dias. Gente variada, de lugares diferentes, en situaciones alejadas, pero sin embargo tan cercanos unos de los otros.

Lo primero es la manera en como queremos gritar a los demas que estamos aquí, que caminamos por el mundo con una cierta sensación de vertigo. En las conversaciones de los bares noto tantas veces que los demás me miran narrandome alguna situación especial de su vida, pero en el fondo se intuye que hay algo mas que esa narración. Hay un fondo mas profundo en lo que nos cuentan. Un "estoy aquí, en medio de este planeta. Yo solo y me sucedió esto". Una especie de contarnos que estan vivos, que pisan el suelo, que estan aquí y sobreviven. Claro, hablo de ellos, pero en "ellos" estoy yo, claro está. Cuento en los bares aquello que me pasó, traigo el pasado y lo traigo para gritar que he ido sobreviviendo en esta selva, en esta jungla. Que yo solo pude llegar hasta aquí y que la travesía fue así.

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