lunes, marzo 28, 2005

De regreso

Va anocheciendo y lo de afuera no deja de variar. Va cambiando la luz, el color de todas las cosas que vemos y ademas el paisaje es móvil, inestable, variable. Avanzamos por la carretera como una manada metalica, miles de automoviles que recorren las venas negras que son las carreteras que nos devolveran a casa. A veces hablamos, a veces aun reimos con los juegos que nos hemos reido todos estos dias juntos, otros ratos callamos mientras oimos música que a cada uno nos traslada a otro sitio. Afuera el paisaje que varia, la luz que varia y los automoviles que nos rodean que varian, compañeros fugaces de unos cuantos cientos de metros que se alejan y se acercan según la velocidad que nos permita el tráfico. Inevitable recordar a Julio Cortázar y mirar no el mustang pero si el Citroen que durantre un rato está a mi lado y observar a esa pareja callada que avanza minimamente en la inmensidad del paisaje, les moldeo una vida, les imaginado cansados, con o sin ganas de llegar a casa, ¿En que parte de Madrid vivirán?, el mira al frente, ella mira a un lado, oiran la radio, las noticias del estado de las carreteras, del tiempo, una tertulia sobre la bipolaridad o simplemente una canción que soy incapaz de imaginar. Giro la cabeza, los de delante son cuatro, tres chicos y una chica, amigos de la universidad, supongo, ella va medio dormida, hace de copiloto, es atractiva, los dos chicos de atrás duermen profundo, les imagino anoche en algún bar de algún punto de la costa, medio borrachos, alegres. Avanza algo mas la caravana, nuestro lado es algo mas rapido y avanzamos hasta un nuevo grupo de compañeros, una familia, otra pareja, tres amigos, un hombre solo, dos parejas, un hombre con dos niños, una pareja con una señora. Suena en nuestro automovil música que me traslada hacía un pasado irrecuperable. Miro a Marta que mira a los lados, que estará jugando a imaginar vidas en los otros automoviles. Se hace la noche absoluta. Mañana cuando despierte escribiré en mi Blog algo sobre esto, aquí hay mucho de lo que somos, un inmenso atasco de gentes avanzando juntos en un trayecto de vida, sabiendo que inevitablemente todos terminaremos en el mismo punto, un lugar que como Madrid empieza por "M"

domingo, marzo 20, 2005

Inquilinos

Lo primero, siempre, es hacer una intensa limpieza general. Guantes, varios estropajos,buenos productos quimicos que arrasen los restos de los que estuvieron antes y que se fueron hace unos dias dejando la casa vacia, sin alma, dejando solo las huellas de su paso por ahí en marcas en las paredes, en huecos en la paredes que sostuvieron estanterias, que a su vez contendrían los objetos que esos antiguos inquilinos habrían recopilado a lo largo de su existencia. Se limpia con intensidad ese rastro de los deconocidos. Se borra, lo mejor que se puede , su paso. Luego se pinta, se cubren las paredes con el espiritu con el que los nuevos inquilinos van a entrar ahí. Los colores que se han escogido para nuestra vida, para nuestro espacio. Se van cubriendo cada una de las paredes, cada una de las esquinas con la marca de ese color escogido, que es nuestra marca, nuestra entrada en ese hogar desconocido, en ese espacio extraño que vamos domando como una fiera, como un animal salvaje para acercarlo a nosotros.

viernes, marzo 18, 2005

Presentes imposibles

Las Diez de la mañana. Viernes. Marzo. 18 de Marzo. Hay menos sol que en toda la semana, que ha sido una semana de buen sol, de temperaturas primaverales y de descanso de frio. Sigo anclado en sensaciones de agotamiento, de cansancio mental.

Podría ennumerar un millón de cosas para decribir el presente exacto, el momento justo. Cada una de las cosas que hay aquí, unos metros mas allá, describir todas mis sensaciones matutinas, lo que pienso a cada segundo, lo que pasa por esta cabeza. Debería, si quisiera hacer ese ejercicio imposible de hablar, de describir mi presente, narrar lo que oigo, la ubic ación de las cosas, determinados recuerdos. pero el presente es inabarcable, se desborda si tratas de agarrarlo aunque sea un segundo, se va, se va. Son las diez de la mañana y tengo que salir, me tomaré un ultimo café y me zambulliré en la ciudad , en el metro, en las calles, en la gente mientras el presente va pasando a cada segundo a unos metros de mi, sin yo darme cuenta muy bien que pasa.

domingo, marzo 13, 2005

Domingo por la mañana

Defitivamente estos dias son extraños. Ayer charlé con Felix, un tipo brillante, un tipo excepcional. Le comenté mis sensaciones sobre el tiempo, sobre todo esto. Siempre conversamos sin caretas. Al final le dije que me sentía lejano, bromeé sobre el uso de la palabra lejano a lo largo de la conversación. Me sorprendió por que entonces el me dijo que eso ya lo había sentido un tiempo atrás. La sensación de que el vinculo con muchos de los de atrás se ha ido muriendo y está ahora casi muerto, casi sin respiración. Es terrible pero es así o al menos ahora es así, vaya a saber uno donde anda dentro de tres o cuatro años, como son las cosas pasadas mas tiempo, pero ahora mismo tal y como son las cosas hay una parte del pasado que está casi inexistente. Es natural, el tiempo es implacable.

Son extraños estos dias. Extraños por que con los que me rodean he ido hablando de esto. Hemos culpado al largo invierno, a las diferentes olas de frio, a miles de motivos externos, pero con mas personas he coincidido en este ciclo, el ciclo de la lejanía. De repente he mirado atrás y he visto que todo este tiempo ha sido duro y he querido no verlo. El hospital ha dejado secuelas en todos los sentidos. Me dejo secuelas físicas, ahora soy un asiduo de los medicos, de los chequeos, de diferentes pruebas, pero tambien me ha dejado secuelas emocionales. Desde entonces veo la vida tan frágil, tan escurridiza, tan blanda que me ha dado otra visión en la manera de vivir. Es cierto que lo externo me importa menos. Desde entonces tengo menos ambiciones sociales, aunque realmente nunca las tuve, pero me acentuaron mi desinteres por el exito social. No me importa no tener cosas, me importa exclusivamente mi tiempo, lo unico que vale, mi tiempo de vida, eso que es lo unico que puedo utilizar para estar con los que quiero, para hacer lo que mas me interesa y para realmente vivir,pero tambien se me acentuaron ciertos miedos. Ser consciente de la fragilidad me ha hecho sentir un terrible miedo por volver a ese hospital, saber que en cualquier momento tu cuerpo puede desquebrajarse. He sentido miedo y ese miedo me ha ido desgastanado emocionalmente. Y ahora estoy lejano, lejano de todo.

sábado, marzo 12, 2005

Vertigo

En estos casos me da por escribir. Una especie de acto reflejo. No pienso en escribir como medio para narrar una historia para contar, utilizo la escritura como via de escape de algo que anda por ahí dentro y que no se muy bien que es.

Ayer estuvimos tomando vinos en un buen bar de vinos. Charlabamos sobre lo que hemos ido sintiendo todo este tiempo, como se han ido quedando cosas atrás. Siento estos dias una especie de soledad, sabiendome de antemano acompañado, no solo. Llego aquí y suelto esto que no es preciso, es una sensación que me ha ido acompañando toda mi vida. Una sensación de estar en una especie de frontera emocional con el resto del mundo. Supongo que todos sentimos eso a veces. Es un saberse, en el fondo, solo. Un eco. Saber que todo tu mundo podria desvanecerse en cualquier momento. He sentido mas veces esto, me he visto ms veces escribiendo sobre esto, en situaciones exageradamente parecidas a esta.

Ahora mismo estoy en mi trabajo, es sábado por la mañana. El edificio esta absolutamente solitario, sé que seis plantas mas abajo, esta el vigilante. De resto seis plantas de silencio, de oficinas vacias, de mesas con papeles muertos, de ordenadores apagados. Abajo, al otro lado de la ventana la ciudad, gente que pasea aprovechando que hoy no hace frio. Me veo aquí, me percibo aquí. Me oigo aquí, respiro, los dedos marcan las teclas rompiendo un posible silencio. Hace unos cuantos años, otro sábado estaba trabajando, hacía guardia, tambien solo, en un edificio casi vacio tambien. Tenía un papel y una maquina de escribir. La sensación y lo que escribía eran absolutamente parecido a esto que hago ahora. El mundo al otro lado, lejano. Supongo que todos sentimos de vez en cuando esto. La lejanía.

Escribo, escribo sin intencion de narrar, solo por seguir. Escribo para mi, por mi. Una necesidad. Estos dias de extrañas nostalgias se me han ido viniendo tantas imagenes. Calles por las que estuve, gente que conocí. Lugares que jamás volveré a pisar. Situaciones que me han ido empujando hasta aquí, con una precisión alucinante. Estoy aquí. ¿Donde están aquellos?¿Donde esta aquello que sucedió una tarde de sábado?. Esas caras que se vienen. ¿Vivirán todos?. Escribo, escribo y escribiría sin parar. Recuerdo aquella vez que escribía como ahora, encerrado en una oficina. Luego la sensación de salir a la calle y mantener aquella sensación. Tomar unas cervezas con alguien y tener ganas de largarme de allí, para siempre. Lo hice, me fuí para siempre. Estamos solos en esto, comprendí entonces. No siento aquella soledad intensa de enotnces, siento otra soledad, una soledad física, pero hay un fondo igual. Una extraña sensación de melancolía de un pasado absolutamente impreciso y dificil de ubicar.

Afuera Madrid, pero podría ser cualquier ciudad del mundo, cualquier esquina del planeta.

viernes, marzo 11, 2005

Amor amarillo

Arranca una canción que tantas veces oí en el pasado. Estoy frente al monitor de este teclado y recuerdo con intensidad bestial aquella epoca que musicaliza esta canción con tanta precisión. Me veo en una habitación de una casa de una ciudad bastante lejana de la que estoy ahora. Recuerdo aquellas tardes allí, aquellas primeras veces que fumé marihuana, experimentando ciertas sensaciones absolutamente novedosas para mi percepción. Recuerdo la laxitud del entorno, recuerdo los ojos rojos de los que conmigo han estado fumando, recuerdo la sensación que me producía esta mis ma canción que ahora oigo y que me traslada hacía allí. Un juego curioso que comprime el tiempo. Ahora aquí, antes allí y sin emabargo aquel pasado esta ahora aquí, evocado por una canción que une aquello y esto.

Esto curiosamente me tiene nostalgico, pero una nostalgia mas bien agradable. Una vez Eduardo me dijo que había leido algo bien emocionante sobre la Melancolia, una definición que decía algo así: "La melancolía es la alegria de sentirse triste". Martín me dijo otra vez que Freddy le había dicho que la nostalgia realmente es la tristeza que da algo que aun se vive,pero que sabemos terminará. recuerdo que pensé que en ese caso la nostalgia siempre existe mientras sientas que aun vives tu vida y en algun momento dejarás de vivirla. Extraño mi vida del pasado, aunque se de sobra que en esa sensación hay una cierta idealización de lo de atrás. El caso es que recuerdo una habitación, los dibujos que había en mi cabeza mientras escuchaba esta canción, la percepcion de la realidad y ahora todo eso está atrás. Irrecuperable, desaperecido, desvanecido para siempre. Existió, pero de alguna manera es como que seguimos viviendo y sin embargo una parte de nosotros ya murió, ya nunca estará.

jueves, marzo 10, 2005

11 de Marzo

Avanzo con lentitud hacía el patio. El patio es de una casa bastante antigua. En medio del patio que da a la parte de atrás de unas casas igual de viejas, algo desgastadas y no muy bonitas, que estan ahí silenciosas, hay una mujer. La mujer esta dormida, siente el calor de la tarde de verano. Es una mujer mayor, una mujer muy mayor que ha ido cerrando los ojos, recordando otras tardes de verano, todas las tardes de verano de su vida. Hay silencio.

Anoche soñé que era verano

martes, marzo 01, 2005

Invierno

Sigue el frio. Este invierno es largo, largo y frio. Me cansa muchisimo el invierno y a estas alturas estoy rozando la desesperación por que se acabe. Por que venga ya el buen tiempo, la camiseta de manga corta, los dias largos, menos preocupaciones, mas risas. En invierno la vida es mas seria, mas tragica, todo tiene demasiada importancia. Cuando llega la primavera, las cosas son mas livianas, menos importantes. Todo se aligera y va con menos densidad.

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