lunes, diciembre 01, 2008

Lo que le pasó a Sebastián

Lentamente se fue convirtiendo en dragón. En principio todos pensamos que era no ya solo un efecto visual producido por las drogas, que esa noche quizá fueron excesivas, sino una especie de alucinación colectiva, impulsada por la personalidad curiosa de Sebastián. Lo sorprendente fue que una vez pasado el efecto de aquella sesión demoledora en casa de Mario, el bueno de Sebastián se había convertido realmente en dragón. Un dragón, para mayor crueldad del destino, de poco tamaño y mas bien poca cosa. Por decirlo de algún modo, Un dragón de poca monta. Nadie lo negó después, cuando le llevamos a urgencias dos dias después y el médico nos interrogó profundamente sobre el proceso de transformación. Evidentemente separar realidad y alucinación, después de lo que nos habíamos metido y narrar el proceso de transformación de Sebastián en dragón sin que aquello no pareciese las aventuras y desventuras de un grupo de gente metiendose drogas un fin de semana en una casa de campo, fue complejo. Es decir, contarle al médico el como fuimos viendo a Sebastián pasando de humano a dragón, sin que no pareciese la narración de un buen viaje, resultaba extraño. El médico tampoco estaba seguro en que punto las cosas eran tal o eran producto del exceso y el bueno de Sebastián ahí que andaba encerrado en una sala en medio de un hospital algo lejos de casa. Nadie se atrevía a llamar a sus padres y contarle lo sucedido. Pero Sebastián era un Dragón y lo que resultó mas complejo aún, pasados todos estos años, lo ha seguido siendo. Sebastián se volvió Dragón, pero lo jodido es que no ha habido viaje de regreso, por mas que su madre espera y espera cuidando a ese dragoncillo con la esperanza de que un buen dia, tal como se fue, vuelva Sebastián.

En el parte médico están anotadas todas nuestras visiones sobre aquella transformación no del todo clara o descriptible. En mi caso lo que vi fue que Sebastian, que curiosamente era el único que no se había drogado, puso música, si mal no recuerdo era un disco de Spaceman 3 y Mario que tanto hablaba y que aun habla mucho, empezó a a narrar no se que proceso, no se que historia antigua a la que yo tampoco hice mucho caso, vi que Sebastián de repente giraba una mano, giraba otra y el observaba con muchísima atención aquello que sucedía en su cuerpo sin parecer controlarlo del todo. Vi eso mientras escuchaba una capa sonora profunda y lejana, como si la música se hubiera convertido en un bloque de hielo y Sebastián, ni nadie, creo, escuchaban la narración prologada de Mario. Yo miraba a Sebastián que empezaba a retorcerse, a girar la cabeza a un lado, a otro, pero lentamente y ajeno a todos nosotros y yo le miraba con esa laxitud que proporcionan las drogas y a una velocidad imperceptible, Sebastián iba cambiando de color. Eso sucedió en un trozo de tiempo indefinible, el tiempo iba en otro lote en aquel instante. Lo que si recuerdo es que hasta Mario se quedó callado, todo se quedó en silencio y hasta el disco de Spaceman 3 dejó de sonar. Sebastían que se iba arrugando, encogiendo. En definitiva, lentamente iba combiando su cuerpo de humano a dragón, con todo lo que eso conlleva. Hasta que pasado mucho rato, un rato que mi me parecieron horas, Sebastián era un dragoncillo del tamaño de un cojín. Todo el mundo le miraba callado hasta que Mario habló de repente y preguntó con muchas dudas:

.- ¿Lo de Sebastian lo estais flipando todos o soy yo solo?

Y comprendi o comprendimos a la vez, en bloque, todos en uno que lo de Sebastian no estaba siendo una visión individual, sino que aquello lo estabamos viendo todos. Y Mario habló a Sebastián y Sebastián no contestó, basicamente Sebastián no era ya Sebastián.

Luego vino todas aquellas horas en que nadie sabía que hacer, algunos instantes de cierta histeria, cierto enloquecimiento, algunos gritos, la novia de Sebastián, que todavia muy afectada por las drogas gritaba que ella quería ser dragona y vivir con Sebastian allí, en ese otro lado. Muchas escenas que no son facil de olvidar. Luego la decisión de bajar al hospital, de presentar al pequeño Dragón al médico. Las preguntas, las confesiones a los Padres de Sebastián, la vida que sigue. Y Si, fuimos envejeciendo, fueron pasando los años y nadie, nunca, ha comprendido nada. Al principio todos ibamos a ver a Sebastian, muchas visitas, pero luego Sebastian o aquel Dragon pequeño que previamente había sido Sebastián se fue quedando solo, ya nadie iba a verle. Esas cosas que siempre pasan. La novia que rehizo su vida, con un tipo que no era un Dragón, los amigos que fuimos dejando de ir, porque en el fondo era raro ir a ver a Sebastián. No podias hablar con él, no podias charlar, ni escuchar música, ni siquiera leer o quedarte callado. Era un Dragón y realmente estar con un dragón como si fuera un amigo era, sobre todo, muy extraño.

1 comentario:

stel dijo...

Me he reído con lo de que la novia quería ser dragona jejej.
Un abrazo,

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