miércoles, marzo 04, 2009

El eco

Camina conmigo. Ven sígueme. He dejado las calles vacías para ti, he dejado esta tenue luz para que vengas conmigo y lo recorramos todo. Ven agarra mi mano y subamos esta avenida por donde no hay nadie. ¿No ves todas esas luces apagadas?, son para ti, para que sientas que es todo tuyo. Cada esquina, cada edificio, cada acerca. Ven, vamos. Esta noche no nos cruzaremos con nadie, porque no hay nadie. Estamos tu y yo. Tu, yo. Ven acércate, Sigue estos pasos que son mis pasos, que son tus pasos. Vamos, que nadie nos verá. Ahora crucemos en esta esquina, sigamos por aquí. Es tan rara así la ciudad, tan quieta, tan en silencio. Camina conmigo, camina. Ahora esta calle. Los pasos retumban como un ritmo ajeno. ¿Quien mas puede escuchar estos pasos? La luz delgada, la luz casi inexistente que nos marca estas sombras que son casi la continuidad de este suelo eterno que es el cielo. Ven, no te separes. Sigamos. Mira las ventanas, están tan apagadas. Ni una sola luz. Nadie, no hay nadie. He dejado esto vacío para ti. No hay eco porque el eco soy yo, no hay sombra porque la luz apenas crea y todo es una sombra. Somos sombras, somos tu y yo recorriendo esta sombra. Vamos, sígueme que no hay nadie, nadie te verá hoy conmigo, vente. No hay que esconderse porque esta todo escondido. Cada calle, cada esquina es nuestra porque esta ciudad no existe. Vamos sígueme que me sigo, que te sigo que sigo. Vamos vente que soy yo, que esto está vacío, que no hay nadie que somos tu que eres yo, yo que voy y sigo, ahora sigo, me sigo. Esta ciudad vacía, recorre conmigo esta ciudad vacía, sígueme, que nadie viene. Que soy yo solo, que sigo solo, que estoy tan solo. Que no hay nadie, ni tu, porque eres yo y ni yo vengo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá este fuese el tema de una canción. Sería el soundtrack de mi vida.

CL

Mi lista de blogs

Afuera