miércoles, febrero 18, 2009

La necesidad de inventarse una ficción

Si tuviera moto, una moto de esas antiguas y pequeñas, esas que son el siguiente paso casi de una bicicleta la arrancaría y me iría a la costa y la manejaría durante horas por una carretera estrecha que corriera paralela al mar, entre arboles y ligeramente alta, de manera que el mar se viera un poco abajo y dejaría que se me colara la humedad en los huesos o no dejaría, porque no lo podría evitar, la humedad se colaría de todas formas y miraría la velocidad y a pesar de la sensación de velocidad seguramente mi moto no pasaría de los sesenta kilómetros por hora y trataría de cerrar los ojos y sentirme como el protagonista de un pésimo videoclip o de una escena de película hortera, pero cerraría los putos ojos unos segundos sintiendo el vértigo de avanzar a ciegas a cincuenta o sesenta kilómetros por hora. Evidentemente no me reprimiría esta exagerada tendencia a la melancolía. La dejaría salir ahí mientras el mar golpea constante la costa y el cielo estuviera agradablemente gris. Y en algún momento me detendría en una curva desde donde tendría una vista privilegiada y me quedaría viendo el mar y la variación de colores que hay entre este y el cielo cubierto. Seguidamente me detendría, sin detenerme claro, en el movimiento de una gaviota sobrevolando todo eso, ajena a mis melancolías y a esta ficción. La seguiría. Arriba, abajo, sobrevuelo, vuelve a subir, planea, desciende, casi roza el agua y sube. ¿En que carajo piensa esa gaviota? ¿Cual es el mótivo de ese vuelo?. Arrancaría de nuevo mi moto inexistente y que jamás tendré y continuaría por esa carretera que imagino en la costa francesa y que de tener esa moto jamás podría llegar tan lejos con ella. Y continuaría entre árboles con el mar un poco abajo, descifrando la forma de la costa. Esas formas que parecen realmente creativas. ¿Como puede ser que la costa tenga esas formas, esas variaciones?. Que bien hecha esta, carajo. Y acelero, de repente acelero. Mi moto se pone casi a setenta y va jodida, porque el motor tiene muy poca fuerza ( o eso es los que siempre dice la gente de las motos cuando no corren), va haciendo mucho ruido pero no importa, hoy no importa. Hoy la idea es que la moto despegue, despegue del suelo y me permita sobrevolar la costa y si la gaviota lo acepta, acompañarla en su anárquico vuelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre quise una de esas. Aunque ud. no lo crea.


CL

Bastian dijo...

jajajajajajajajaja buenísimo. IV

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