martes, abril 22, 2008

Tres minutos en la mañana

Ya no usa el despertador, hace tantos años que se despierta a esa hora, que lo extraño es despertar mas tarde. Un problema que siempre ha arrastrado los fines de semana cuando le gustaría abrir los ojos mucho mas tarde y que sin embargo, constante, obedece a un ritmo impuesto tantos años atrás, a tantas mañanas de su vida, que sábado y domingo sus ojos, como si fueran parte del mecanismo del reloj, se abren a la misma hora que de lunes a viernes. Las cinco de la mañana. El gesto siempre es el mismo. Abre los ojos, como si un muelle de mecanismo preciso lo impulsara, gira la cabeza y mira la hora en el reloj de la mesilla. Los numeros rojos siempre jugueteando entre las 4:59 y 5:02. Una variación que tampoco él sabe a que se debe. Tres minutos, que puestos a contar sentado, tampoco pasan tan rápido. No siempre es el mismo minuto cuando el mecanismo preciso de su mente le invita despertar y para él hay algo de secreto en esos tres minutos. Ha fantaseado con teorias, pero nada que el considere una respuesta definitiva.

a) El reloj, algo antiguo, regalado por su madre cuando se fue a vivir a Caracas para estudiar en la central, es impreciso y su minutos no son constantes. Se atrasa y se adelanta

B) Sueña y los sueños son capitulos, historias. Como historias, como capitulos extraidos cada uno tiene una duración. Variable. Su cabeza no despierta hasta que ese capitulo termina. Si el útlimo sueño no termina hasta las 5:02, su cabeza espera para despertar

c) El cansancio se divide en grados, cada grado se recupera con tres minutos. Los dias que se levanta a las 4:59 esta menos cansado que los dias que lo hace a las 5:02. Esta teoria se fue rápido al garete. Muchas veces despierta a 5:00 o 5:01

D) El tiempo inventado por los hombres es impreciso o lleva un tempo diferente al tiempo físico, al tiempo de la sangre y de los músculos. Le gusta creer en esta teoria, porque le gusta creer que los hombres viven basados en mentiras.

e) A veces piensa que todo tiene que ver con la colocación de los astros, del movimiento de las galaxias, de la expansión del universo. El universo, gigante, dicta o coloca las cosas para que el abra, en un minuto preciso, los ojos. Esa colocación, por vasta y compleja, no siempre se da en el mismo instante. Es díficil gobernar a los astros, tanto como a los hombres.

f) Por las fases de la luna, pero esta le parece hasta cursi. Siempre la rechaza

g) La cabeza es imprecisa, falla, se altera. la cabeza como toda máquina tiene margen de error. Esos tres minutos lo comprueban. Esta es en la que mas cree, pero la que le parece menos romántica

Cada mañana, mientras se hace el café, cuando todavía no amanece, piensa en este complejo enigma. Mira el reloj cuando coloca la cafetera en el fuego, espera sentado en la silla de la cocina, junto a la ventana desde donde se ve el principio de la extensión de la sabana. No se escucha nada o ruidos mínimos, el crujir de las maderas, una tubería, un pájaro fuera, el hermoso viaje del café a traves de vapores y física. ´Mira siempre el reloj, espera siempre tres minutos inmóvil, sintiendo cada mañana que en realidad tres minutos son mucho. Son largos, muy largos. Que en tres minutos sucede todo. Que en tres minutos cambia el universo y que el tiempo, por mas que digan, no va tan rápido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Tres minutos"... Me suena ese título... ;)



¿Qué tal vamos, amigo?


Kling.

Anónimo dijo...

Las cosas que puedo hacer yo en tres minutos...

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