martes, octubre 07, 2008

La sordina de la trompeta

El trompetista se quedó absolutamente sordo en medio del concierto. No comprendió nada los primeros quince segundos. Un golpe tremendo de silencio en medio de aquel compas, le hizo abrir los ojos y observar perpeljo la cara de ese público poco exigente que miraba con atención y con bebidas en la mano el avance de un concierto olvidable. Escuchó ese silencio atronador, soplaba con intensidad la trompeta, miraba al resto del grupo cada uno golpeando sin excesiva precisión sus instrumentos y comprendió, transcurridos esos quince segundos, que la sordera se había apoderado subitamente de su vida. Siguió tocando guiado por la memoria y por el conocimiento, casi hastio, de la pieza que estaban ejecutando, mirab la mano derecha del bateria para poder, visualmente, seguir el tempo de la canción. No se dejó acobardar por el miedo o la paranoia, en medio del público, pero fue realista y comprendió que esa sordera no era pasajera, era una visitante con intenciones de quedarse a vivir. Sopló y sólamente el contrabajo notó algo extraño, le miró y sonrió, esperando un gesto por su parte. No insinuó nada, siguió tocando.

1 comentario:

Guy Monod dijo...

Brother, te pasaste...
Tremendo K.O.

.Guy "Pianista Mocho" Monod

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