miércoles, octubre 22, 2008

El mono de Irena

Cuando entramos en su casa, un espacio muy abierto, con mucha obra esparcida de manera anarquica pero que le daban cierto toque de elegancia, no me soprendió sino la presencia de un mono deambulando a sus anchas. El mono mas que como mascota actuaba como el hijo unico que hace y dice lo que quiere y que no siempre está de acuerdo con las visitas que muchas veces perturban las normas dictadas por el mismo en su propio reino. Así que enseguida noté la incomodidad que generaba mi presencia en el animal y sumado a mi temor habitual ante cualquier criatura, en las que tantas veces incluyo a las humanas también, me senté y traté de no hacerme notar en exceso, lo último que quería era ser molesto al mono, irritarle o llamar su atención. Irena comenzó a planificar con interes y con delicadeza el proyecto que queriamos presentar para el consulado, ella era una gran conocedora del arte contemporaneo del bajo caribe y sospechabamos que una buena exposición organizada con mimo, con un concepto bien pensado que uneira aquel potencial, sería de maximo interes para el consulado quien nos ayudaría, esa era nuestra intención, llevar la exposición a finales de año a Londres, donde queriamos dar a conocer y promocionar la gran calidad de artistas de Barbados y de algunas de las islas del caribe. Según Irena, había en la pintura contemporanea de la zona elementos de exploración y de experimentación a los que en Europa por ejemplo no habían llegado, Irena hablaba de la frescura que los artistas caribeños podían alcanzar, de la libertad creadora que ya, desde hace algunos años, al Europeo le está negado. Para Irena el europeo era un ser caduco, lleno de información que mas que ayudar lo que hacía era perturbarle. "Europa agoniza y su arte, su expresión no es ya ni siquiera un delirio, es casi las palabras ahogadas de un ser en los últimos segundos de vida que no son comprensibles ni importantes. Queremos y amamos a los que mueren por su vida, no por su frase agónica e incomprensble en los segundos finales. Eso le pasa al artista europeo". Yo no era un experto en el tema, a mi un cuadro, una escultura me gusta o no, mis conococimientos se traducen en la mirada inicial, el codigo de si algo me seduce o no, pero era cierto que las obras que me había ido mostrando Irena tenían mucha fuerza, eran atractivas, incluso todas tenían algo de hipnóticas y la apoyé y me esforcé por participar en ese bonito proyecto.

Así que ahí estaba yo, en casa de Irena. Irena que habla de la pasión de esas obras, de los pasos, de la organización de la exposición. Irena que desmenuza el espacio que quiere lograr y va colocando la obra, la ordena de acuerdo a criterios y a estética. A mi que el miedo me bloquea, el mono está cada vez mas cerca, y se sube al sofá y se coloca cerca de Irena como si quisiera marcar un terreno al que yo no estaba dispuesto a entrar. Irena que mientras habla y hace gráficos veloces pero orientativos lanza una mano y acaricia al mono y el mono que me mira, me mira clavandome los ojos con cierta violencia. Mostrando cada vez mas su rechazo a mi presencia. Irena se levanta argumentando que va preparar nas bebidas y desaparece y nos quedamos el lindo monito y yo, el mono que parece que va a hablar, a soltar una amenaza como ese padre celoso y posesivo que vigila tus pasos cada vez que te acercas a su hija predilecta, y yo no hablo, cojo de la mesa baja donde estamos un catalogo de un exposición,paso hojas y el mono en un movimiento velocisimo da un minusculo salt y se coloca a mi lado, se acerca mas de lo que mi valentía puede soportar. Irena que sigue allí, lejos porque oigo ruido de vasos y de puertas que se abren y el mono que juega a la amenaza, no hay peor acoso que el acoso psicológico, y ese mono me estaba pulverizando. Lanzo el catalogo y trato de zanjar el problema, le miro y le digo:

.- Mira, amigo. No tengo el mas minimo interes en Irena, así que te pido que me dejes en paz. he venido por motivos laborales, no pienso alterar tu reino. Tu vive tu vida, si he venido aquí es a terminar de concretar asuntos de la exposición. Nada mas.

Irena vuelve con dos Gin Tonics. Irena es una mujer realmente atractiva, energica. Una mujer admirable. Sigue hablando de la exposición, el mono sigue a mi lado, ignorando mi confesión. La tarde se extiende. Cae el gin tonic, viene otro. EL mono sigue a mi lado, el proyecto va desapareciendo de la conversación, vamos entrando en anecdotas personales. Irena sonrie ante algunas anecdotas de mi llegada a la isla. Otro Gin Tonic e Irena que un par de horas despues se sienta a mi lado, con el pelo suelto, con la sonrisa agradable del alcohol bebido. La hermosa Irena a centimetros de mi. Irena que sonrie y se acerca a besarme. Y si. Me levanté me puse en pie y poco faltó para salir corriendo. El mono, el mono miraba con el gesto mas duro que jamás he visto. El mono amenazaba colocado detrás de Irena con violencia, el gesto puro y sin filtros de la violencia. Sentí miedo, pánico y me levanté corriendo. Me despedí torpemente y me fuí de allí. Juro que vi al mono detrás, que venía a unos pasos de mi. Y jamás volví a aquella casa. Irena lo tomó como un rechazo, solo el mono sabe porque fue

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