jueves, septiembre 30, 2010

Salud

.- De repente huela a mierda, a una montaña gigante de mierda. Como si aviones militares de ayuda internacional hubieran traído mierda y mierda y la hubieran amontonado alrededor de las ciudades. Una montaña artificial gigante, exageradamente grande en la periferia de la ciudad. Como un vertedero infinito que emite su olor más allá de lo tolerable. Ahora, todos lo único que podemos hacer es tratar de no oler, en eso se basa ahora nuestra existencia: en concentrarte para diluir la percepción salvaje de ese olor que se ha impuesto en cada parte de la ciudad, de cada ciudad de este país, en cada país de este mundo. Yo no se, realmente de donde proviene. Lo huelo, pero no identifico su dirección, el modo en el que se traslada por el aire, el modo fantasmal que tienen los olores para desplazarse. Lo huelo, lo huelen, lo olemos. Tu lo estás oliendo. Fumo, bebo porque con los vicios aniquilo algo su presencia. El tabaco y el alcohol disminuyen el olfato. Fumo ¿Quieres un cigarro? ¿Una copa? Es a lo que me dedico ahora. Bebo y fumo. Humo y efluvios etílicos, ahí se esconde un poco el olor a mierda, ahí deja de estar tan presente. Luego caigo rendido y borracho en una acera, en un portal, a veces llego hasta casa. Los demás buscan sus trucos, ¿no te has fijado? Cada uno busca su modo, su forma de evitarlo. Algunos lo intentan con ambientadores; eso es peor, créeme. Lo he visto, con los ambientadores se suman dos olores, se multiplican. Olor positivo por olor negativo: Olor negativo. Se multiplica la nausea. No diluye el olor bueno al malo. Hay mujeres que se empapan en perfumes, hay quien se tapona la nariz. Hay quien huye, hay quien lo asume, lo huele y vive así, con la permanente sensación de olor a mierda. No me preguntes cuando fue, como creció la montaña, quien la formó. Eso lleva años, siglos amontonandose ahí, en ese lugar invisible. No fue nadie, no fue uno solo, no hay mano invisible. Eso se ha ido sumando invisiblemente, poco a poco, el olor fue aumentando y de repente apareció esa masa incontenible, estaba formada, ahí. Y ahora, ahora ya no hay quien lo aguante, pero tampoco quien lo haga desaparecer, ese olor irá a más, estará ya para siempre. Así que o respiras o te ahogas para evitarlo. Yo, si quieres, te invito a un cigarro, o si quieres a una copa.

.- Salud

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