lunes, septiembre 06, 2010

Este texto

Sube las escaleras, se sienta. El acto es casi cotidiano, como el café, como orinar al levantarse. Durante algunos segundos se queda estático, busca motivación en un disco que escucha por primera vez. La canción no le evoca un texto. Lee el título de esa canción, la traducción es: nuevo mundo. Piensa la posibilidad de inventarse velozmente un nuevo mundo, un tipo que salta a un lugar totalmente novedoso. Lo siguiente son imágenes fugaces y precisas de un mundo imaginario, pero se siente totalmente incapaz de describir semejante lugar. Luego, como tantas veces piensa: "¿Cuál es la necesidad? Levántate, por hoy no pasa nada" pero insiste. Sigue estático. Mira a un lado, mira la hora, mira una hoja, la taza vacía del café. Hay un post it en la otra pantalla, con un recordatorio que olvidó recordar. Luego está el truco del sueño, el sueño raro de anoche, pero por alguna razón la narración del sueño le parece poco meritoria. No hay texto, hoy el texto no viene. ¿Cuál es la razón del texto? ¿Por qué otro texto?Mira hacia la puerta, esperando que entre un personaje que le explique, pero evidentemente un personaje no entrará. No hay explicación concreta al respecto. La razón del texto es invisible. De repente hay una conciencia de que no es él el que busca el texto, es un texto el que quiere salir. La imagen, al menos, le parece agradable, potente. Es el texto el que deambula y busca, el es la salida. Todo está lleno de textos que van por ahí y que buscan blogs y blogueros en busca de salida. ¿Salida a donde? Eso es lo de menos. La motivación, la razón de todo texto es salir y aquí, el que escribe, no es más que un guarda aduanero. Así que si este que teclea no lo encuentra no es por que no busque sino por que el texto sabe que de todas las puertas, usar a este que escribe no es el mejor de los destinos. Así que trata de encontrar otras puertas antes de usar a la desesperada esta. Todo texto quisiera salir por una buena puerta y, seamos honestos, no es esta la mejor de las puertas. Este texto va saliendo, aparece de entre ese submundo del que vienen los textos, bien le hubiera gustado a este texto salir por la puerta de un tal Jorge Luís o de Poe. Pero no, es esta su puerta de salida, aquí está. Se sumará a otros textos que fueron saliendo diariamente por esta puerta. Olvidados, grises, anónimos. Textos que encontraron esta puerta en el último momento y eso, querido texto, eso no lo he decidido yo, fuiste tu que decidiste salir por aquí. En cualquier caso: Bienvenido, amigo.

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