sábado, enero 31, 2009

Aparecidos

Apareció de repente. Yo estaba sentado en un banco del parque y de repente, como un mal truco de magia apareció delante. Yo estaba mirando al frente, era el principio de aquella primavera y sentía esa misma laxitud que debían sentir algunos de los pájaros que andaban por las ramas pensando en sus cosas o esperando sus propias apariciones. Yo honestamente nunca había creído en lo de las apariciones, fantasmas o el mas allá. Creo en las pajas mentales, que ya es bastante. Así que andaba en eso, en medio de un día de primavera cuando, joder, sin aviso, de repente, apareció. Claro, seré sincero. Mi primera reación fue casi un grito, un inevitable gesto de susto, pero medio segundo o segundo y medio después vi que era ella. Y como soy temeroso de ser descubierto en determinadas emociones quise darle normalidad a un asunto que nada tenía de normal. Saludé como el que se encuentra con un vecino en el ascensor. Un hola, eso si, con cierto cariño. Ella no contestó. se quedó estática, mirando hacia donde estaban los pájaros. Volví a saludar y sospeché que aquello no fuera una proyección, una broma de algún programa de cámara oculta, pero de repente ella me saludó me dió un beso en las mejillas y me preguntó que como me iba. Yo conté un poco de mi actualidad, el estado de las cosas de mi vida diaria, el último viaje, el concierto que había visto la noche anterior y que tanto me había gustado. Luego le pregunté a ella que tal le iba. Me dijo que era raro porque desde hacia algún tiempo sucedía que se había convertido en eso, en una persona que aparece de repente para los demás y que siempre genera dudas en los otros:

.-¿ Sabes? he llegado a dudar de mi propia existencia. No estoy. Sólo estoy de repente. Aparezco aquí, en medio del parque donde estas tu. En un rato me iré de la misma manera, sin avisar, sin despedirme y tu te quedarás pensando que donde fue que me he ido. Estoy cansada de ser esta "aparición"

Sentí una especie de tristeza ante eso. La miré y quise, honestamente, abrazarla. Unirme a ese a viaje. En ese instante comenzó una lenta transición en ella, lentamente iba desapareciendo y entonces salté, salté en ese hueco que iba dejando y logré entrar. Ahora yo también soy así. No estoy, estoy y me voy, pero voy siempre con ella...

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