lunes, enero 12, 2009

Escrito en el horóscopo

Llevaba veinte años escribiendo el horóscopo para un canal de televisión público. Realmente podría haber escrito todos los días de su vida el mismo texto que nadie la hubiera corregido, nadie se hubiera percatado que ese día en el teletexto, el horóscopo había sido exactamente igual que el día anterior y anterior, y anterior; Escorpio: Mal día para decisiones laborales, sorpresa inesperada; Géminis: Recibirás noticias de alguien. Conocerás a una persona nueva,; Libra: Atención a un compañero de trabajo, puede estar perturbando tu camino. No parece que quepa la posibilidad de una llamada para reclamar, una carta de un telespectador indignado con lo que predicción de su vida en el teletexto. Ella cada día llegaba durante esos veinte años y escribía los doce textos, siempre inventados, siempre no corregidos, siempre un valor ínfimo dentro del canal. Un puesto, ella lo sabía, absolutamente prescindible. Vivió la evolución de los ordenadores, al principio pasaba una hoja escrita a máquina, luego correos con una plantilla Excel. Cumplía su horario pacientemente, se relacionaba lo justo con sus compañeros y apenas llamaba la atención. Aquella mañana pareció igual que todas las mañanas, aunque quizá, no se si ahora lo recuerdo o casi lo invento para tratar de comprender, se la notaba algo mas ausente de lo normal. Se fue. Tres días después, seguía sin aparecer, su labor en seguida la hizo alguien, se mando a uno de los becarios a cumplir con la función del horóscopo, pero por el lado humano, varios nos preguntamos el porque de su ausencia, su silencio. Cinco días después apareció la policía. La buscaban. Había asesinado a su marido. Nos interrogaron a todos, nadie pudo aportar nada. El caso, sospecho se fue diluyendo entre otros asuntos, ella desapareció, nadie supo jamás nunca nada. Al cabo de un mes, un inspector apareció, nos pidió el archivo de los horóscopos. Estuvo dos días sentado en la mesa que ella solía ocupar, leyendo documentos excel primero, hojas escritas a máquina después. En su signo, Aries, se podía leer su vida. De alguna manera a través de Aries había ido narrando sus días en el mundo. Confesando y transcribiendo su angustia. Evidentemente la secuencia de Aries de los tres últimos años daban todas las claves del asesinato. Si alguien leyó Aries en el teletexto aquella mañana hubiera leído: "Hoy es el día, alguien que has dejado de querer va a desaparecer". Desde entonces en el teletexto del canal ya no hay horóscopo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sospecho que el marido era escorpio...

Anónimo dijo...

Que fuerte la historia. Me atrapó, pero lo que lamento es que quizá era buena para sus horóscopos. Al menos el de géminis suena convincente...


C.L.

Anónimo dijo...

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