sábado, enero 03, 2009

Una llamada atemporal

Una voz a las cinco de la mañana que viene desde 10 años atrás. El tiempo es no ya plastilina, el tiempo es una cosa bastante amorfa con enorme facilidad para expandirse y sustraerse en direcciones imposibles. Son las cinco de la mañana y sueño. Sueño que juego a las cartas y que, sin saber a que juego estoy jugando, tengo una mano increible. Juego y estoy seguro de mi juego, esas cartas me van a hacer ganar. Suena el teléfono desde diez años atrás, suena en la mesilla, pero la llamada es una llamada de diez años antes y oigo a Flix y a Raydan hablandome desde diez años antes, mas aún, quince o doce. Hablan desde un wolswagen rojo viejo y desde el que puedo oir sonando una vieja cinta donde suena Beck, el disco Mellow Gold. Raydan me habla de entonces y dice el nombre de mi colegio y ahí despierto del todo,con el juego de cartas interrumpido a medias y una lluvia poderosa que revienta en la calle, recuerdo mi colegio y me imagino mi colegio lloviendo, la lluvia que cae por unas escaleras que había por la parte de atrás, donde una vez me estuve retozondo como un animal con una amiga. Raydan me habla desde doce años atrás y le oigo ahora, aquí, en el arranque del 2009, y su voz viene desde 1995 o 1996, y a su lado oigo a Flix que me dice que estoy que oigo lo tengo que escribir y, ahora que ya ha amanecido, que han pasado unas cuántas horas desde esa llamada de hace doce o trece años, lo escribo sin saber si Flix o Raydan de 2009 lo irán a leer. El tiempo, en cualquier caso, siempre es una cosa atemporal

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya rollo curioso que te traes tú con el pasado, muchacho. ¿te burlas de él o se burla él de ti?

Anónimo dijo...

quien no tiene presente se busca rollos con el pasado o con el futuro

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