miércoles, marzo 07, 2007

Reencuentros

No siempre se cree en esas cosas, mas cuando las lees o las ves en una pantalla, pero en este caso sucedió. Estuve en casa de aquel amigo al que tanto tiempo hacía que no veía, al principio uan conversación para actulizarnos: yo esto, el aquello. Me atrajo mucho ese viaje que había realizado por varios paises, y le pregunté. Curiosamente, había pasado por allí, aquel otro pais en el que yo había vivido algunos años. Compartimos opiniones, debatimos y contrastamos ideas. Hablamos de politica y de como percibió él el ambiente. Luego le pregunté que lugares había visto, que sitios había recorrido. Me sorprendió cuando me dijo que había pasado por algunas ciudades a las que un turista no suele ir, fue en ese momento cuando sacó las fotos. Reconcí algunas cosas, otras evidentemente no. Eran un montón de fotos y me sorprendió la calidad de muchas de ellas, un documento excelente. Fui viendo una a una. En todas aprovechaba algún detalle, una mujer de fondo, un lugar de comidas bien retratado, en todas extraía un poco de aquella realidad y las colaba con precisión en las imagen estática. Pasé varias, el comentaba: "Aquí pasó tal... en esta ciudad me sorprendió tal otra" entonces cuando nos acercabamos a las ultimas y las que se iban acercando a la frontera con el siguiente país, con el país vecino y en las que reconocí la ciudad, el pico de fondo, determinadas cosas que aun recordaba, ví una foto con alguien de fondo que conocía. Me detuve, el hablaba pero le dejé de oir. Era ella, cruzando una calle con cierto despiste, con el gesto que se lleva cuando recorremos calles que cruzamos diariamente, el bolso colgando en uno de los brazos, el pelo cortado y adapatado a estos tiempos, el cuerpo cambiado, pero ella, al fin y al cabo ella. De fondo cosas que reconcía de aquella ciudad en la que estuve un par de veces y ella avanzando y detenida eternamente en ese instante preciso y único que mostraba la foto. El enucadre no dejaba a engaños, el retrato era de esa cara de la ciudad, ella cruzaba por la esquina izquierda, pasaba de un lado a otro de la calle, al fondo el pico y un par de coches que subían por la calle hacía arriba. En la esuina de enfrente un hombre la miraba cruzar, sospeché que era alguien que la esperaba y ella aprovechaba la cercanía para bajar la cabeza, ese gesto de no mirar cuando nos vamos a encontrar con alguien y se esta tan solo a unos metros, ese ultimo gesto de mirar al suelo para ya luego levantar la cabeza y saludar, justo cuando ya se está al lado. Eso sospeché viendo la foto. La pasé, sume la foto al montón de fotos ya vistas y seguimos charlando. No dije nada. Hoy me ha dado por rescatar aquella carta, aquellas frases, he buscado una foto que aun conservaba, no he encontrado ni la carta ni la foto.

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