viernes, marzo 16, 2007

Dos historias inconexas

1.- Nos despedimos con mucho cariño, por que siempre hubo y hay mucho cariño. La ví arrancar el coche, girar y perderse hacía la izquierda de la plaza. Llegaría hasta su nuevo barrio, aparcaría, cruzaría el jardín y finalmente estaría en casa. Dice que a veces la soledad le pesa, y supongo que así, tan vacio todo pesa el doble. He tratado de colarme ahí, en su csas. Imaginarme esa vida que llevamos cada uno cuando se cierra la puerta. Ese momento en que nos quitamos las ropas y los zapatos y somos así, tal cual. ¿Qe hace cada quien a solas en su casa? incluso ¿que hago yo?. Se cierra la puerta. Se encienden las luces, se oye música o se ve la televisión. Se lanza uno como un poseso al sofá o se lee. La cocina, la limpieza. Pero en ese ultimo rato que se esta solo y que ya es tarde, que ya casi se va uno a dormir. Ahí decia ella que es donde mas le pesa la soledad. Ella no suele dormir bien lo cual acentua la sensación de vacio y silencio. Las luces apagadas, el ruido de algun coche que pasa en la calle. He imaginado entonces su cara en la almohada, los ojos cerrados, el silencio y el ruido, el olor a cama ocupada.

2.- Viejo, anoche soñé contigo. Un sueño bastante placentero y amable. Es curioso, periodicamente sueño contigo, y esos sueños, sin ninguna duda, son siempre reflejo de lo que sucede por dentro. Al principio siempre venias de manera mas trágica, mas dura. Escenas que me hacían despertarme en medio de la noche, casi asustado, no por ti, por supuesto, sino por el contenido del sueño. Esos sueños han ido cambiando. cada noche de las que apareces todo se vuelve bastante blanco, por usar un adjetivo extraño. Me relaja tu presencia, desaparecen ciertas dudas o angustias. De alguna manera en mis sueños eres una especie de gran sabio. El sueño de anoche ha sido realmente impactante. Mágico. He despertado con una sensación de que todo es liviano y agradable. Suecede con esos sueños que a veces creo en ellos como mas que un sueño. Cursiosamente siempre aperecen en esos dias de pruebas médicas, de ciertos miedos y siempre, siempre vienen a calmarlo todo. La relación es sencilla, médico, hospital, esos pasillos, esos olores. Cada vez que ese se presenta, apareces a manera de escudo pero en cualqueir caso, vuelve, vuelve siempre que puedas. Te echo de menos.

PD: A mi tambien me sorprende que hable de estas cosas aquí, en este espacio accesible a los otros, pero desde hace algún tiempo, he decidido que tambien eso me da igual.

1 comentario:

la pequeña tortuga dijo...

No siempre pasa pero a veces uno se queda más a gusto escribiendo lo que piensa que sólo pensándolo, aunque sea algo que pueda leer cualquiera que se acerque por aquí

De alguna manera, nos ha pasado a todos en algún momento

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