miércoles, marzo 21, 2007

En contra

.- ¡¡Hijo de puta!!, ¡¡cabron!!. ¡¡¡Fuera de aquí!!

Gritaba con violencia, con la cara desencaja, encendida de un rojo colerico. Así gritaba una y otra vez. Con la cara de ese hombre entre ceja y ceja. Su grito se sumaba a los otros gritos, todos a uno, todos en contra de aquel gesto, de aquel rostro que tantas iras despertaba. Unos a otros se alimentaban, se miraban, intercambiaban frases y seguían.

1 comentario:

stel dijo...

a veces lo peor que le puede pasar a alguien muy cabreado es que lo corten,que no le dejen seguir gritando, porque puede que no solo quiera ganar o tener razón sino que lo que de verdad necesite es desahogarse y esa sea la única manera que se le ocurra de poder hacerlo.... vete a saber.
besines
^^

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