lunes, mayo 03, 2010

Espera

La espera. Es larga, por corta que sea, la espera; pero si además esta es larga, larga e infinita se hace la espera. No hay experiencia donde se mastique más el concepto tiempo que en la experiencia de la espera. Se toma conciencia de su paso, de su relatividad, de su movimiento acordeón. Sentado o de pie, la espera sucede siempre en algo que nosotros no manejamos, no controlamos y por lo tanto no decidimos, sin embargo en esa espera, de algún modo, se decide nuestro porvenir, nuestro destino, nuestra existencia.

Espera, eso hace desde hace varias semanas. Ya no mira el reloj o el teléfono. Busca trucos para distraer el pensamiento, manías, supersticiones: Si abro la nevera sonará el teléfono, si marca Messi me llamarán, si miro el reloj a la 1:23 sucederá el acontecimiento esperado; pero sin embargo sabe que nada hay de cierto en estos juegos. No es supersticioso, sin embargo la cabeza encuentra en la superstición un relajo, un orden inexistente que le ayuda a soportar la espera. El que espera desespera. Luego enciende un cigarro, esa otra forma de tiempo y mira la extensión de tierra, a lo lejos se anuncia tormenta, contempla las formas de esa tierra que ya pronto abandonará. Él cumplió su parte. Salió de madrugada y mató al tigre. Nadie imaginaba que lo pudiera hacer ya, pero lo hizo. Sereno, seguro, contundente. Ya todos sospechaban al tigre inmortal y él lo aniquiló. Fue preciso, intenso y algo brusco. Lo abrió en canal y dejó el cadaver junto a la orilla del río. Volvió al hotel, se sentó al borde de la cama y esperó, aún espera. Encendió la televisión. Encendió un cigarro, encendió su impaciencia. Pasaron horas, días y no se movió. Hubo momentos en los que casi ya no quedaba esperanza. "No sonará. No llamarán" Durmió. Soñó. Despertó. Esperó. Cuando se espera se pueden hacer otras cosas, pero apenas se hacen, todo sucede en la espera, todo es espera. Ahora mismo, mientras yo tecleo espera. Está allí, mirando sin mirar la televisión. Cada poco mira su reloj. Cierra los ojos. Un tipo, en otro lado comienza en este instante a marcar números en el teclado de un teléfono: 00.58....... La señal arranca su veloz camino. Reverbera el sonido de su teléfono en toda la habitación. Lanza la mano y suspira:

.- Aló

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