domingo, febrero 28, 2010

Ringo

Entré. Al fondo del pasillo sonaban Los Beatles. Saludé en alto esperando recibir una respuesta. No contestó nadie. El pasillo estaba a oscuras, sólo venía un pequeño destello de luz del final, donde se podía ver la puerta a alguna habitación o sala. Avancé escuchando Revolution a un nivel considerable. Empujé la puerta y en un sillón, con los ojos cerrados de los que resbalaban unas pequeñísimas lágrimas, vi a Ringo Starr. No dije nada, pero Ringo abrió los ojos y me miró. Se secó disimuladamente las lágrimas diminutas que caían todavía de sus ojos y me saludó cordialmente. Me presenté. Él contestó amablemente con un "encantado de conocerte". Luego me justifiqué, le conté como había llegado hasta ahí y que realmente creí que me iba a encontrar con Paula y no con Ringo Starr. Me contestó que no me preocupara, que si me quería sentar: "Estaba escuchando un poco los Beatles, ¿Te apetece?" Sonreí: "No creo que haya una sola persona en el mundo que no le apetezca escuchar los Beatles con un Beatle" Sonó Something:

.- Cuando escucho los Beatles, cuando nos escucho, sucede una forma deslumbrante de viaje en el tiempo. Recuerdo cada momento de las grabaciones, cosas de aquella época, pero no soy yo, soy Ringo, pero ese Ringo y yo somos y no somos el mismo...

Entonces, inaudíblemente, comienza a tararear el estribillo. Yo miro a los lados, porque por un lado busco a Paula, pero por otro espero no encontrarla. No comprendo que hace Ringo ahí, sus palabras, pero por otro lado quiero que la situación se alargue indefinidamente, que se prolongue mucho más allá de lo admisible.

.- Todo lo recuerdo y yo se que soy Ringo, pero nos escucho y todo se desvanece en una cadencia extraña, el tiempo se vuelve una especie de crema hidratante deslizándose por una piel seca. Fui un Beatle, pero fue el otro Ringo, al que recuerdo, al que llevo bajo mi piel, pero de algún modo aquello no existió. Soy capaz de escuchar ese grupo sintiendo que yo también soy un fan de aquella época, otro joven que se emocionaba escuchando los discos que ibamos sacando; sin embargo hay un túnel invisible que me traslada hasta dentro de esas canciones. Ese bombo que suena, ¿Lo escuchas?, lo pulsé yo. Yo soy parte viva, sangre que fluye en esas canciones pero ahora las veo desde fuera, desde esta distancia insalvable, imposible. Ya nunca volverá. Se acabó y no hay nostalgia más profunda. ¿Tu te imaginas una forma de nostalgia mas aguda? Fui un Beatle y aquello ya no existe, ni existirá en los millones de años que deambulen las galaxias por el cosmos. No habrá mas Beatles, no habrá otra vez la grabación del Sargent Pepper. No habrá mas Lennon.

y de nuevo cierra los ojos y escucha concentrado la aguja que avanza por esa otra forma de galaxia que es el vinilo y miro a Ringo llorar con nostalgia sideral la desaparición eterna de los Beatles.

Me quedo un buen rato más esperando a Paula.

1 comentario:

jesús dijo...

impresionante!

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