miércoles, septiembre 09, 2009

Cine de verano

No estamos ¿Cómo te lo explico? Yo estoy aquí, tu ahí pero estar ya es otra cosa. No hablo ahora de distanciamiento físico, tampoco hablo de otros distanciamientos, pero lo jodido es que tu estás ahí y yo aquí pero no estamos. No se si es un juego de reflejos, superposiciones de cosas que parece que están pero no están, no se si nos estamos proyectando. Una película que viene de otra parte, algo que alguien ha grabado previamente y ahora reproduce. No estamos, somos protagonistas de esto en lo que no somos. Si te toco, toco un haz de luz, mi mano aumenta en luminosidad pero no hay carne, tu carne. Si te toco, además, tampoco toco porque lo que yo mando no es mi mano, sino otra capa de luz que se proyecta sobre esta pared. Mi carne no toca tu carne. No estamos, no somos huesos y carne. A decir verdad no nos dirigen, quizá nos grabaron, no lo niego pero lo que yo hago es real, cuando te miro estoy buscando verte, no es una imposición. Si lanzo mi mano, a pesar de no encontrar sino un vacio iluminado lo que pretendo es tocarte, tocarte la cara, tocarte los labios. Pero asumámoslo, somos imágenes proyectadas, yo quisiera no serlo, pero estamos superpuestos en esta antigua pared. Siguiendo con nuestra piel sus rugosidades, sus grietas. Aquí donde me siento, a la altura de mi pecho me atraviesa una humedad, a la altura del cuello esa grieta que se confunde con la proyección de mi cuello y que parece una arruga, una marca. Tu te proyectas en ese trozo limpio, apenas se te marca la textura del cemento donde estamos proyectados. Te tengo tan cerca y tan inaccesible. Quisiera, sobre todas las cosas, no ser proyección, lanzarme desde aquí y tocarte, tocarte aunque fuera las manos, alejarme de este universo de partículas de luz. Estar así, igual que ahora pero con la carne y los huesos, con las vísceras, con las sangre que recorre enloquecida por dentro cavernas curvas. No quiero ser esta proyección ¿Quién nos ve desde allí? ¿Quien es ese de tres dimensiones que nos observa y analiza nuestro drama? Acercate. Acércate un poco. Juguemos a que esta luz intermitente no es luz intermitente sino que es respiración, que son nuestros pulmones, fantaseemos que salimos de esta pared y estamos ahí, separados de la pared, pegados pero separados, juguemos a que te lanzo mi mano y sentimos. Que esta luz en forma de mano tiene volumen y recorre tus volúmenes. Que apaguen el proyecto y nos dejen, que podamos jugar a inventarnos nuestros volúmenes y que fantaseemos con que hoy si, que saltamos y cuando no hay luz también estamos. Dame tu mano, ponla justo aquí, en esa marca de la pared, lánzala ahí, déjame imaginar que la percibo. Juguemos a que también podemos ser reales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué chulo!
P.

Mi lista de blogs

Afuera