viernes, noviembre 30, 2007

De viaje

En algún momento que desconozco hemos dejado de estar en la carretera. Ha sucedido como esas veces que buscas una dirección, una calle, un numero. Caminas, estás en la calle, estás a dos numeros del numero que buscas y de repente la calle se acaba, no sigue y el numero que buscas no existe, llamas y te confirman el numero, es el mismo, te dicen que es justo en la esquina pero sin embargo nada, no está, como si de algún modo a ti te negaran ese trozo de calle, ese portal. O como lo que sucede en la calle donde vivía, una calle pequeña, once numeros. Entras, avanzas y la ziquierda tienes, el uno, el tres, el cinco y de repente el nueve. Los años que vivimos ahí buscamos al siete, pero jamás lo encontramos. Surgió la leyenda de los del portal siete. Vivian en nuestra misma calle pero nunca les veiamos, como si la calle fueran dos calles que se superponen, una calle que hace trasparencia sobre la otra. Eso nos ha pasado en la carretera, estamos en ella, pero hemos dejado de estarlo, llevamos cien kilómetros perdidos, mas cerca de una ciudad lejana que nada tiene que ver con nuestra ruta que de nuestro propio destino. No frenamos, necesitamos una explicación antes de parar, de preguntar. Nunca hemos salido de la linea a seguir, fuimos obedientes con los mapas y sin embargo estamos fuera del camino, como si nos hubieran expulsado. HArtos, detenemos el coche, nos paramos en un arcen y es ahí cuando comprendo todo. No estamos aquí, estamos allí, en otra capa por encima o por debajo de la otra ( No se trata ahora de posiciones, joder), pero en otra capa. Es tan raro cuando te suceden estas cosas

1 comentario:

stel dijo...

tu hablas de gente que no esta y vive en un portal inexistente, pero a veces hay gente que aun estando parece completamente invisible y de hecho no sé qué es peor...

sabes? todavia no he escuchado el disco de devendra banhard :$

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