viernes, noviembre 23, 2007

Maqueteros

Habíamos preparado ocho temas bastante relajados, guitarras suaves acompañadas por unos ritmos de batería algo atmosféricos, casi siempre tocados con escobillas y unas voces usadas casi como un instrumento más de letras con poco sentido, frases anárquicas, silabas que se encadenan ritmica y melódicamente pero si ningún sentido concreto. Alguién nos escuchó y una cadena de gente nos llevó a terminar siendo los teloneros de una larga gira por locales no demasiado amplios de Matt Elliott. Nos vino bien. Cogimos los intrumentos, el avión pagado y llegamos a Burdeos que era donde se daría el primer concierto. En el aeropuerto nos recogió el ayudante de no se que productor, esos puestos de la industria que nunca comprendí y que jamás comprenderé. Nos llevó en coche a un Hotel cómodo, en ingles nos eplicó que hasta el dia siguiente estabamos libres, que la prueba sería a las cuatro de la tarde, pero que a las tres nos pasaría a recoger, que hasta entonces hiceramos lo que quisieramos. Eso era así hoy, pero sabiamos que a partir de entonces las cosas irian mucho mas apretadas. Llegariamos a las ciudades con el tiempo justo después de los viajes en furgoneta y no habría tiempo para paseos, así que salimos a Burdeos conscientes de que era una especie de último dia de vacaciones.

Estuvimos paseando sin mucho orden, hacía frio pero nos gustaba la ciudad. Caminamos hasta la catedral y entramos. Coincidía que había programado justo a esa hora un concierto de órgano y según entramos nos sentamos para oirlo. Estuvimos cerca de una hora sentados callados, unicamente mirandonos para hacer gestos a los otros de lo maravilloso que resultaba el concierto. Luego salimos y fuimos buscar algo para cenar. En esa busqueda vimos el local donde tocaríamos al dia siguiente. El local estaba cerrado y nos hicimos unas fotos para guardar una imagen de lo que considerabamos el principio de una nueva etapa.

Llegamos al hotel, cada uno se fue a su habitación. Enecedí la televisión por encenderla, por el ruido mas que por la imagen. Saque el libro que leía esos dias pero tampoco le hice demasiado caso. Llamé a casa y no me cogieron.

Al dia siguiente me despertó el telefono, era el tipo que nos había recogido en el aeropuerto. Matt Elliott había suspedido la gira. No se sabía el motivo aún, pero se sospechaba que Matt estaba en una profunda depresión. Nos recogieron y nos montamos en un avión con dirección a Madrid. Nos pagaron no se que indemninzación que no sumaba demasiado y nos quedamos con una sensación entre el decaimiento y la desgana. Algunos meses después nos deshicimos sin ningún tipo de conflicto. A veces quedo con estos para tomar algo en el barrio, hablamos de novedades musicales y recordamos con humor nuestra gira europea. Las canciones estan grabadas en una maqueta que seguramente ya nadie escuche.

2 comentarios:

stel dijo...

La vida da muchas vueltas, quien sabe si vuestra gira europea no fue mejor que la de muchos que saltan de ciudad en ciudad y en unos meses acaban perdiendo la paciencia y diciendo burradas de los que hasta entonces a parte de sus compañeros de grupo, habían sido sus amigos

Anónimo dijo...

Ay, qué recuerdos! Raclette, campanas, espejos acuáticos, ...

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