domingo, noviembre 18, 2007

En mitad del viaje

Había empezado a llover media hora antes. Ella entonces dijo que quería comprar tabaco y salir de la habitación, en la calle hacía frio y yo contesté que la esperaba ahí, terminando de leer el libro con el que andaba enredado esos dias y que en ese viaje con tanta lluvia y con tan poco dinero tan bien me vino. La literatura es el viaje mas profundo y cuando se lee en medio de un viaje hay algo de no retorno. Se puso el abrigo y salió. Yo aproveché para y trascribir algunas frases que habia subrayado en el libro al cuadernillo donde recopilo todas. Me quedé pensando profundamente en una en particular, una reflexión que ahora no recuerdo con precisión pero que definía con cierto ingenio el incomprensible mundo de las relaciones. Luego miré a traves del cristal, la calle humeda y grisacea de esa población irlandesa a la que nunca supe muy bien como fuimos a dar. Una calle que se perdía al fondo entre nubes y un verde que casi gritaba entre tanta humedad. Anoté algo en mi diario, el que ya no llevo, por que es absurdo llevar diarios, por que describen excesivamente tu pasado y de repente me di cuenta que ella tardaba mas de la cuenta y comencé a fantasear, como siempre me pasa, con la posibilidad de haber sido abandonado en medio de Irlanda, en un pueblo mas bien pequeño, un dia de lluvia en medio de noviembre, en mitad de un viaje sin destino. Fantaseé con eso y me puse a escribir frases sobre un cuento inspirado en eso. En el texto yo no era el protagonista, claro, nunca quiero serlo, pero la situación era excesivamente similar a la mia, a la real. así estuve escribiendo unas cuantas hojas sobre el asunto y ella no aparecía y dejé de escribir, en el texto que bocetaba el protagonista salía de la habitación y bajaba a la calle y yo le emulé, imitaba al ficticio que ahbía vivido con una minima antelación ese momento. Bajé a la calle, saludé a la dueña del hostal y me quedé de pie en la puerta, el coche alquilado en Dublín seguía ahí parado y de repente me sentí estupido por andar llevando a un terreno tan exagerado el retraso de ella. Subí de nuevo a la habitación y volví a abrir el libro, pasé unas tres páginas pero leía sin leer, sin la mas mínima atención. Me puse nervioso, esta vez me puse la chaqueta y salí decidido, entre en el coche y arrancó el CD automáticamente estaba puesto Cripple Crow de Devendra Banhart que tanto le gustaba a ella y casi irritado lo apagué. Recorrí anarquicamente las calles, giraba al azar en una calle para hacerlo al azar en la siguiente. Estuve una hora dando vueltas por el pueblo hasta que preocupado volvía al hotel. Saludé a la dueña del Hostal que me miró con curiosidad subí la ecalera de madera y abría la puerta de la habitación. Ella me miró y me dijo:

.- ¿Donde estabas?, me tenías preocupada

.- He salido a dar una vuelta. Estoy cansado de tanta lluvia.

Esa noche terminé el libro.

1 comentario:

illot dijo...

Qué grande!!

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