domingo, octubre 07, 2007

El hombre mas fuerte del mundo

Vivía recogido en una pequeña casa de un pueblo poco habitado del norte. Apoyado por unas becas mas bien escasas del estado y por un sueldo fijo que le ingresaba mensualmente su patrocinador, su existencia se basaba en alimentarse con precisión y mucho control y entrenar con intensidad, además de ocuparse de la huerta. Por las tardes subia hasta donde los castaños y se quedaba un rato mirando el valle abajo, casi siempre cubierto de niebla. Aquello no le producia melancolía, ni trsiteza pero era consciente de que las tardes en los castaños le aportaban a su vida un sosiego curioso, peculiar, que se había convertido en necesario pasar ahí un rato de cada una de sus tardes.

Por la mañana era otra cosa. Despertaba pronto, desayunaba unos batidos hiperproteicos y salía a la puerta de la casa y hacía estiramientos. Corría unos diez minutos y se iba al descampado al lado del cementerio. Allí ya tenía colocados todos sus artilugios para entrenar, la gente dle pueblo le tenía mucha estima y respetaban sus aparatos. Allí comenzaba primero conel crucifijo, que era la prueba su prueba fuerte, la que siempre mas puntos le daba en los campeonatos. Allí alzaba los brazos con un peso brutal en cada mano y aguantaba algunos minutos así. LA escena tebía algo de mistico, verle así, en aquel terreno al lado del pequeño cementerio del pueblo, con los brazos extendidos y el gesto serio y concentrado, haciendo un esfuerzo casi sublime.

Así pasaba dia tras dia. Preparando la convención anual que ese año sería en Ucrania. Callado y concentrado, gobernado por los dictados de un cuerpo que debía cuidar y proteger para ser "el hombre mas fuerte del mundo". Llegaba a su casa, controlaba su peso y comía. Dormía algo y al despertar ponía música clasica. Se le oía tararear con fuerza algunos trozos de las piezas que se oían a lo lejos. A media tarde siempre se le veía salir pueblo arriba hacía los castaños. A ritmo ligero y siempre mas abrigado, se perdía por la carretera del pueblo hacía arriba. Aquella tarde una semana antes de la competición le perseguí tratando de no ser visto. Siempre me llamó la atención ver al "Hombre mas fuerte del mundo" siguiendo ese ritual, esa constancia en sus paseos a los castaños. Le ví pasar, deje que siguiera unos cuantos pasos mas y entonces me puse detrás. Salimos del pueblo. ME costó aguantar su ritmo, ascendía con facilidad y era sorprendente ver aquel cuerpo tan grueso y gigante caminar como pluma que arrastra el viento. Yo casi jadeaba, respiraba con mas velocidad y tenía que hacer esfuerzos para mi respiración no llegara hasta sus oidos. En el camino que se desvia a los castaños se frenó un momento, miró valle abajo y levantó los brazos al cielo, cerró los ojos y soltó unas frases que no entendí. Todo fue rápido y yo estaba mas preocupado de no ser visto que de oir lo que decía el hombre mas fuerte del mundo. Siguió por el camino, algo mas rápido aun hasta que después de mucho andar, llegamos a una esplanada. Le ví arrodillarse y cerrar los ojos. Ví que soltaba algunas frases al cielo otra vez. No entendí nada o entendí que no hablaba en nuestro idioma sino en un idioma extraño. Se quitó algo de ropa, recogió algunas ramas y sacó un mechero. En la hoguera pequeña que se había formado se volvió a arrodillar y siguió hablando en el idioma extraño. Casi cantaba. De repente me vió, no se como sucedió pero me vió, me quedé helado, podía haber corrido por entre el bosque, buscar una solución, pero me quedé quieto, sin movimiento. El hombre mas fuerte del mundo se acercó y me hizo gesto de acudir hasta él. Sospeché mi final, pero cuando estaba cerca casi lloraba y me suplicó que no contara nada. "Si lo cuentas se perderá el embrujo. Si soy el hombre mas fuerte del mundo es por lo que aquí me sucede. No digas nada, por favor" Salí corriendo.

Aquel año no ganó. Su patrocinador le abandonó, el dinero fue escaso. Comenzó a fracasar en las competiciones nacionales, comenzó a abandonar su cuerpo. Aquel cuerpo gigante y grande pero duro y potente se convirtió en una masa blanda rellena de alcohol. Perdió la beca, abandonó el pueblo y bajó a vivir ala ciudad. Al principio en la plaza de la catedral hacía demostraciones públicas de su fuerza y la gente lanzaba monedas, pero aquella fuera que aun conservaba eran un eco de los años de entrenamiento y cuidado que pronto se fueron desvaneciendo. Dormía en un banco de la plaza. Iba rodeado de tres perros y con un carrito con un par de piedras gigantes que usaba en sus cada vez mas espóradicas demostraciones públicas. Un dia de primavera apareció muerto. Por nostalgía de los buenos tiempos se le enterró en el cementerio del pueblo. Escrito en la tumba ponía que ahí descansaban los restos del que fue El hombre mas fuerte del mundo. Yo cada tarde visitó esa piedra que en su vida el hubiera levantado con facilidad. Allí cada tarde le pido perdón por bajar corriendo al pueblo aquella tarde y contarle a mis padres lo que había visto en los castaños. Rompí el embrujo y me cargue su vida de un plumazo. Yo fui el chico que acabó con el hombre mas fuerte del mundo. Aquello, en el fondo, tenía, aunque solo para mi, algo de mitológico, de legendario.

http://es.wikipedia.org/wiki/El_hombre_m%C3%A1s_fuerte_del_mundo

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaja, seguro que el hombre más fuerte del mundo es autónomo, como nosotros. Para eso es el más fuerte!!

Está genial el texto, pero es que la información de la Wikipedia no tiene desperdicio... juér, qué bestiorros!!!

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