viernes, septiembre 14, 2007

Nosotros y el mundo

No sin nostalgía me confesó que en su momento formaron algo que se podría llamar como la sociedad secreta de los cuervos. Que no tenía mas fin que acabar con el sistema social a punta de escritos violentos y encendidos, poemas y textos que metaforicamente indujesen a los lectores a trasformar sus formas de vida, cosa que por otro lado, como el mismo contó, intenta hacer cada escritor, cada poeta e incluso cada persona. "Pero lo que queriamos no era tanto una rebelión violenta en cuanto a golpes y tiros, sino una en la que al concluir una lectura el lector notase que ya nada era igual y abandonara todo para retirarse a una vida contemplativa y de descanso, mirar la naturaleza, comer y dormir. Nada mas. Evidentemente fracasamos en nuestro intento".´

Luego me habló de algunos miembros de La sociedad secreta de los cuervos, evocó algunos poemas y comentó alguno de sus textos: "Hay sin embargo un texto, un texto maravilloso, un texto único, algo que podriamos llamar la cumbre y fin de la sociedad secreta de los cuervos. Un texto que apareció por aquello que llamabamos La oficina, que no era mas que la casa donde vivía yo en aquella época y donde nos reuniamos a comentar y charlar de nuestros intentos. Aquel texto llegó por carta, sin remitente, un sobre que contenía nada mas que el texto. Unas hojas escritas a boligrafo, mala letra pero legible, una letra no infantil pero desgarbada, algo desordenada, la "O" estaba escrita en mayor tamaño, siempre, que las otras vocales. La "S" se alargaba mas que de costumbre, lo que le daba a las palabras plurales una sensación de mayor cantidad. Por ejemplo si estaba escrita la palabra "Nosotros", al terminar con aquella "S" tan alargada, tan como extendiendose en la hoja, como creciendo, daba al nosotros una sensación de colectivo creciente, de numeroso, de mayoritario y aquello, creeme, nos emocionaba. Algo así sucedía con aquella "O" tan grande, tan superior a las otras. Si estaba escrita la palabra "Mundo" la "O" final le otorgaba un caracter gigante y global a la palabra. El texto, por supuesto, se titulaba "Nosotros y el mundo", poético y hermoso, crítico e insatisfecho, filosófico y trascendente. Lo leimos entre todos los miembros, con intensidad y dolor, con alegria y miedo. Era un texto sublime y único, que lograba lo que nadie de La sociedad secreta de los cuervos había logrado escribiendo, cambiar nuestra forma de vida, comprendimos que si nos emocionaba, y asi nos lo hacía saber el autor, aquella "S" que se extendía, aquella "O" grandiosa, que si aquello nos otorgaba satisfacción y nos emocionaba ante la posibilidad de crecer y extendernos, nos habiamos convertido, como siempre sucede, en un grupo que finalmente buscaba poder y control, que si aquella "S" y aquella "O" durante las primeras frases nos había puesto contentos no era mas que el principio de otro partido, otro grupo en busca de control. En ese momento La sociedad secreta de los cuervos se deshizo, nos despedimos, quemamos cada uno nuestros textos de aquella época y nos retiramos. Aun hoy desconozco el autor de aquel texto

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tío, eres un crack. Con el tiempo tu narrativa ha madurado. Eres un escritor cojonudo.
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