lunes, septiembre 17, 2007

Guillermo

¿Donde estará Guillermo?. ¿En que andará Guillermo ahora?. Guillermo en sí era una literatura, un genero literario que aun no esta inaugurado o, miento, está inaugurada hace siglos ó eso siempre fue la literatura. Guillermo es literatura en vida. Bastaría contar quien era y como conocimos a Guillermo, bastaría contar e ir narrando algunas de esas noches con él. Con Guillermo había cierto extremo o lo que yo consideraba cierto extremo siendo extranjero y adolescente. Guillermo, como muchos latinoamericanos, no veía las mismas barreras, aunque tuviera otras, que podría ver yo. Realmente nadie ve las mismas barreras que nadie, las barreras son diferentes a cada uno, pero Guillermo, al igual que algunos compañeros de clase que luego fui viendo con el tiempo, también por aquella época, tenían las barreras puestas en un lugar que yo nunca visualicé y sin embargo donde yo tenía barreras ellos se movían como pez en el agua, de ahí que mis experiencias con Guillermo y con aquellos de clase, siempre tuvieran un algo de libertad o lo que yo entendía como libertad. Narrar una noche con Guillermo tampoco tendría nada de especial, había cierta sordidez o dolor, dolor por que en aquella sordidez y en aquel meterse en el fango había algo de buscar un pellizco, eso lo veía yo así, pero Guillermo quizá lo vería como una noche mas y una noche realmente divertida. Entonces era extraño, yo buscaba el pellizco de la realidad y Guillermo placer, ocio. Y a mi aquel ocio me parecía extremo. La noche que el chino y yo nos accidentamos veniamos de dejar a Guillermo en su barrio, veniamos borrachos pero no se de donde, borrachos hasta la medula y acababamos de dejar a Guillermo y veniamos distraidos y hablando de chicas, creo y entonces todo sucedió rápido, todo fue tan violento que casi ni recuerdo. recuerdo eso si, que durante unos minutos pensé, mas que minutos horas, dias, que todo lo que estaba sucediendo despues ya era la muerte, por que viendo el accidente parecía increible que hubieramos salido vivos de ahí. Pero eso es otra historia, la historia ahora es Guillermo. Guillermo era romántico, bailarín y melancólico. Hablaba despacio, con poco volumen. Llevaba bigote fino, luego perilla y luego nada. Era mayor que nosotros, pero cuanto mayor?, no se. ¿Cuantos años tenía Guillermo?. Recuerdo que lloró la noche que me despedí de él y que me dijo que lo mas jodido es que jamás nos volveríamos a ver. Estaba borracho y bailaba solo en una esquina, o mas que bailar solo bailaba con una mujer imaginaria, la agarraba por la cintura y cerraba los ojos, le miré, vi como movía su cuerpo peuqeño y encorvadisimo y como agarraba con pasión, casi con dolor a aquella mujer invisible, ví como la hablaba al oido, le decía algo y seguia bailando con los ojos cerrados. Guillermo jugaba al futbol, era defensa. Le ví destrozar al menos tres tobillos, uno de los cuales casi nos cuesta una pelea en aquel campeonato en el Ujano. A Guillermo le gustaba llevarnos a aquellos Clubs del centro a ver chicas, le gustaba beber, fumar marihuana y le gustaba que los trasfor que se ponian por la noche en la 19 le mamaran el guevo. Nos contaba anecdotas de las señoronas de nuestro edificio, donde el vigilaba por las noches. No todas reales supongo, por que sino aquel edificio era una novela por si sola. Aunque algunos se confirmaron con el tiempo. Era triste, sin embargo, estaba siempre cubierto de un halo de tristeza, como si algo hubiera pasado aquella tarde, una mala noticia. Siempre llevaba una mirada apagada. ¿Donde estará Guillermo?

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