jueves, octubre 07, 2010

Despertares

Despierta. Despierta y se levanta. Camina por el largo pasillo. Bosteza. Siente un pinchazo suave, pasajero, casi inapreciable en la planta del píe. Se estira, se acomodan sus músculos entumecidos por las horas de sueño. Abre la puerta del baño, orina torpemente mientras recuerda fugazmente las imágenes difusas de un sueño de la noche que acaba de terminar: un bosque, un avión, un letrero luminoso, un animal irreconocible. Tira de la cadena, se pierde el agua en una espiral metafórica hacia las cañerias. Sale al pasillo de nuevo, camina hasta la cocina y allí, sin explicación, sin argumento, fuera de toda lógica, se encuentra con una persona desconocida que muy serie le trasmite un mensaje: "Los caballos se han perdido en la línea. Nadie los podrá alcanzar". Mira perplejo al individuo de chandal y zapatos que está apoyado en el fregadero.

.- ¿Quién coño es usted?

.- Nadie

.- Pero... voy a llamar ahora mismo a la policía

.- No podrás. Estás a punto de morir.

El individuo de chandal, saca un cuchillo. Su única intención es robar la casa, mientras que él cree ver una trama misteriosa, un asunto oculto, una intriga casi poética. No obstante alcanza el cuchillo y se lanza sobre el hombre de chandal. La pelea es torpe, larga y bastante carente de habilidad. Ambos se retuercen por el suelo tratando de atacar al contrincante. Finalmente el hombre de chandal más mayor se da por vencido. En ese momento otros dos hombres hacen aparición, son compañeros del tipo de chandal. Él trata de atacarlos también, pero está vez sus fuerzas no le bastan. Es asesinado de un modo bastante cruel.

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