miércoles, julio 01, 2009

Otra niebla

En ese instante recuerda a Rubén Blades. Recuerda a mucha gente más, a esa hilera de individuos con los que un ser humano se va topando en su vida profesional, pero recuerda sobre todo, con precisión, la voz de Ruben Blades, su acento, su manera de construir las frases mientras narra el hecho por el que le ha recordado. Al otro lado de la mesa un tipo con gafas gruesas, el pelo enredado y voz animosa le habla de los beneficios, pero también de los defectos de su texto. Le piropea su "meticulosidad visual", comenta lo "impregnado de sensaciones abstractas" que traen la construcción de sus frases, "lo acertado, en general, del ritmo, la delicadeza y la noble y honesta sutileza", pero por supuesto falta concreción, falta subidas de intensidad, variaciones. "Este texto a ratos necesita la entrada de estribillos. Un coro tarareable". Le habla de que un texto no es magistral sino evocamos con emoción una de sus partes, se extiende en las necesidades del lector, filosofa sobre el mundo en el que vivimos. Se extiende, habla de la imagen de marca de su editorial, la línea que siguen. Vuelve a su texto, que en muchas partes parece llegar a eso que buscan, que realmente es sencillo, que con unas mínimas variaciones lo harían publicable. En la editorial buscan la magia del impacto, la literatura de la emoción, que siempre es mas alcanzable. Hay elementos que se buscan con ganas y que nadie trae, agregar historia real, elementos públicos, sencillez, pero rapidez. Imágenes, vivimos en el mundo de la inmédiatez, no hay que extenderse en el detalle.

Sigue escuchando al personaje que construye su discurso de manera sostenidamente caótica. De alguna manera el personaje no parece hablar desde un lugar que transite mentalmente sino que deambula por una zona sin luz en la que se maneja de acuerdo a un mapa aprendido de memoria. Ve espacios que rellena, sus reflexiones son titulares, encabezamientos. Recuerda a Ruben Blades presentando en ese disco en directo "Pedro Navaja", una canción que bien podría ser una secuencia dirigida por Tarantino. Se levanta, y se despide. El personaje le pide el mail, algunos datos para introducirle en la base de datos de la editorial. El le mira y le contesta:

.- No se preocupe. Ustedes jamás publicarán un libro mio. Realmente no soy escritor. Ni tu, ni la editorial existen. Son, ambas cosas, un invento, una creación que he realizado yo para publicar este texto en mi blog.

Y termino de escribir


1 comentario:

Anónimo dijo...

Un grande el Blades. Ya mismo es inmortal.

CL

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