viernes, julio 17, 2009

Un recuerdo y una noticia

Un repentino olor a gas le produjo un extraño efecto en la memoria. De golpe, como si hubiera sido empujado por una máquina invisible que funcionara a gas, ese mismo gas que acababa de oler, se trasladó a un instante extraño, confuso, lejano. Un recuerdo, si. Pero un recuerdo que en el fondo no recordaba. Están los recuerdos al uso, los que recordamos, esas imágenes que se pasean de manera casi cinematográfica y te lanzas con regodeo sobre ellos o los otros, los que duelen. También hay imágenes de otras épocas, de caras que ya no se ven, de calles que pasamos,de colegios y ciudades que habitamos, pero todos ellos recuerdos que se recuerdan, pero aquel no, aquel era un recuerdo borrado, invisible. Un recuerdo que no recordaba haber vivido. Aspiró, con todo el peligro que puede conllevar aspirar con intensidad un olor a gas que no se sabe de donde proviene, pero aspiró sintiendo ese olor indescriptible con furia, la furia del que busca algo invisible, la furia del perseguidor de algo que todo el rato se le resbala de la punta de los dedos. Aspiró y venía una imagen extremadamente precisa, un lugar, un tiempo detenido, encajado milimétricamente en una casilla profunda del fondo de la memoria, pero que no recordaba. Un recuerdo incrustado casi por otro, porque el recuerdo venía anclado sin pasado ni futuro, una imagen colgada en un tiempo que el sospechaba inexistente. Sin embargo, algo le hacía intuir que no era imaginación, que aquel recuerdo evocado por el olor a gas había sucedido en un momento borrado, como tantos momentos borrados, pero que suceder había sucedido. Cerró los ojos, aspiró profundamente. Vino la imagen inconexa, la imagen vagabunda, el recuerdo marginado e insistió en comprender, en ubicar. Siguió con los ojos cerrados, siguió percibiendo el olor a gas, sintió, sin ser consciente, o creyendo que era parte del recuerdo, que la tensión disminuía. Se dejó llevar, porque en el fondo ya había algo de hipnótico, aspiró, siguió aspirando en busca de ese recuerdo naufrago y se dejó caer y ya el resto, ya lo siguiente fue colectivo, una noticia en los sucesos de un periódico, un tipo muere intoxicado en un edificio del centro de Madrid, eso sucede luego, entre noticias que se amontonan en las paginas del medio de un periódico de tirada nacional, pero el se ha quedado ahí, aspirando el gas en busca de un recuerdo que no encuentra y que, claro, eso se sabe ahora al leer la notica en la sección de sucesos, jamás encontrará.

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