sábado, julio 04, 2009

En ese lado, en este lado, en aquel lado

Seguí las instrucciones dadas para encontrar el lugar al que me tenía que dirigir. Miré la hoja de ruta, observé y concluí que en ningún momento había tomado desvío equivocado, siempre fui preciso. Giré, miré hacia todos los lados y allí no estaba el lugar que debía encontrar. No había nada. Al norte unas montañas, al sur la meseta, pero no había vestigios del edificio que se debía levantar en el lugar exacto donde estaba. Respiré, me detuve unos segundos en una cierta calma y concluí. Me di la vuelta, me fui de allí. No volví a ningún lado. Comenzaba, definitivamente, la vida en otro lado

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es lo que por ahí llaman "el punto del no retorno".

CL

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