martes, noviembre 18, 2008

Historia de Madeline

Madeline adquirió la costumbre de caminar con la misma ligereza con la que cae una hoja de un árbol en medio del otoño. Esto significa que caminaba a un ritmo que rozaba la lentitud pero no era extremadamente pausado, caminaba sin prisa pero sin pausa y si se la miraba había cierta sensación en su andar, cierta semejanza con las cosas que vuelan a pocos metros del suelo. Madeline no siempre caminó así, fue una decision tomada a raiz de unos acontecimientos que nunca quedaron del todo claros, pero en los que ella aparentemente sintió que algo de su propia vida debía cambiar, y si hay algo que es poco modificable de las personas es su manera de andar. Madeline razonó entonces que si se modifica el caminar, se modifica la propia vida, incluso el invisible destino. Madeline de algún modo quiso dejar de ser ella o de ser la misma pero siendo otra y decidió que un caminar mucho mas lento, mas ligero, pero también mas rítmico le daría a su vida una nueva perspectiva.

Es dificil precisar si Madeline tenía o no razón. Lo que vino después pudo o no pudo ser una variación de su propio destino o este invariablemente la hubiera alcanzado. Fue aquello parte de esa nueva dimensión a la que ella había decidido entrar con su nuevo andar o aquello fuera como fuera siempre iba a suceder. Si hay preguntas sin respuesta, esta es una de ellas. El caso es que con aquel nuevo caminar Madeline se enfiló por el camino hacía el abismo. Su ligerisimo caminar la condujo hacía el precipicio de su propia vida. Hacia un precipicio invisible y dificil de intuir, un precipicio escondido, que apareció por sorpresa, sin avisar, sin dejarse adivinar con señales en medio del camino, ese camino no trazado que es la vida de la gente. Así apareció de golpe, como aparecen los sustos, las sorpresas, lo que no se espera. Ese precipicio era Michael Greenford. Un tipo que caminaba mucho mas rápido que ella y que jamas hbía decidio modificar su propia vida ni siquiera su propio andar. Michael Greenford, lo único que había cambiado a lo largo de su vida era la vida de los demás. Como si realmente aquella fuera su función en la vida. Cambiar por siempre la vida de los otros y cambiar, sobre todo, la vida frágil y modificable de Madeline. Después de aquel encuentro, de conocerse y pasar lo que pasaron las cosas terminaron dramáticamente. Michael Greenford apareció muerto en la habitación de un hotel semi desnudo y con una nota colocada sobre el pecho en la que con muy mala letra se podía leer: "Michael Greenford vivió siendo un callejón sin salida. Este es el final de esa calle oscura y terrible. Aquí hay la venganza de al menos cien personas a las que arrastró a ese callejón terrible y doloroso". Madeline se convirtió en una de esas almas que deambulan por las calles sin destino ni hogar. La ropa sucia, el destino destrozado y el caminar ligero y pausado o mas pausado de lo habitual. Mantuvo intactas, hasta el dia de su muerte, la esperanza de cambiar su destino. Si lo logro o no jamás se sabrá, porque jamás se sabrá cual hubiera sido realmente sú destino

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