jueves, noviembre 13, 2008

Aperitivos

.- Esto es jodido. ¿Me explico?. El tipo fue creciendo dentro de esa empresa. Le fue bien. Nadie le negaba capacidad, inteligencia, saber hacer. Era experto y no decía idioteces como suele suceder con esa gente a la que le va bien en el mundo laboral. Por otro lado era un tipo apasionado con sú trabajo, con lo cual esa asecensión no le supuso una carga, disfruto de ella por que cada vez llevaba proyectos mas ambiciosos. Ya sabes, todas esas memeces que se dicen en las empresas. Y las empresas son como gordos hambrientos. Gordos jodidamente hambrientos en medio de un desierto de comida. Son insaciables. NAdie se esconde detrás de esa insaciabilidad. Es la máquina por si sóla. Siempre creí que había alguien detrás, activando esa energía devora-personas de las empresas, pero es un ser por si sólo. Estamos jodidos, amigo. Ese bicho gigante tiene hambre siempre, y tu y yo y ese pobre desgraciado somos su comida. Y como tiene tanta comida dispersa caminando entre sus entrañas no te come de un bocado. Te va comiendo despacio, usando una tactica jodidamente enrevesada. No te traga según pasas, te va cebando, te va minando, como si tuviera un horno invisible en el que te cocina a fuego lento, muy muy lento y cuando quieres mirarte se ha zampado media puta vida. Te miras y te falta media vida y la está masticando, la mastica casi recreandose en ese proceso. Disfruta de esos bocados. Este pobre tipo se ha quedado si vida entera. La máquina le cebo bien, le fue aliñando y se preparó un plató delicioso con ese pobre hombre. La máquina actuó como esas noches que llegas a casa y te dices a ti mismo que hoy te vasa preparar na cena rica, deliciosa, con esmero. Y con tiempo, si prisas te preparas una cena exquisita, tu mejor plato. Eso fue este desgraciado para la empresa, un plato preparado y cocinado para ser devorado en una sola cena. Y no lo olvides. Todos cada uno somos comida. Ni el mas pintado que te pasa al lado, caminando con intensidad, como si la empresa le necesitara para respirar. Ese puto animal no necesita nadie. Lo que no se sabe es que las empresas son seres autónomos, y como tal tratan de existir, no les interesa ni uno sólo de esos seres que deambulan por sus entrañas. Hace todo por existir siempre. Como cada ser vivo, su ambición final es ser inmortal.

1 comentario:

Denzura dijo...

Ja! alguna vez me dijeron que yo era una mujer así
Pero que bueno que hablas de empresas y no de mujeres :D

Mi lista de blogs

Afuera