lunes, marzo 31, 2008

Jet lag

Acabo de parar de leer, me cuesta concentrarme con el ruido que están montando los de la habitación de al lado. Si siguen así, quizás llame a recepción y me queje. ¡¡Que escandalo!!. Parece una fiesta, se oyen varias voces, se oyen vasos y algo de música. Me he asomado a la ventana para relajarme, estas cosas me ponen nervioso y he visto esta ciudad desconocida desplegarse como un animal feroz. He recordado uno de los parrafos que acabo de leer, debería anotarlo, aunque nunca he terminado de entender que sentido tiene anotar un parrafo, si ya está anotado en un libro. Sería mas sencillo marcar la página y volver a ella cada vez que se quiera, pero creo que en el acto de anotarla hay una sensación de ir apoderandose de ella, como si en el hecho de trascribirla sucediera que la frase se va haciendo parte de tí. Sigue el ruido, y esto tiene pinta de durar. Hay varias voces femeninas, algunas risas, hay una voz masculina o quizá solo un hombre que habla y otros callados. Sigo mirando la calle, esta calle por la que he pasado sólamente una vez, hoy al llegar. La ciudad que se forma enloquecida y que desconozco, que solo la he visto de noche, desde ese taxi que me trajo del aeropuerto. Hay algo de pelicula en mirar Nueva York desde una ventana por primera vez, sin haber estado realmente en Nueva York todavía, Apenas he pisado su suelo. Del avión al taxi, del taxi a la recpeción y de ahí a esta habitación desde donde la veo como si fuera un acto de iniciación, como si la ciudad y yo, previamente, nos tuvieramos que concer así, de esta manera, a traves del cristal. Sorprende por que muchos de estos edificios los he visto ya, regitsrados en peliculas y sin embargo ahora los veo a traves de esta otra pantalla que es esta ventana, sonorizado por el bullicio de la habitación de al lado, por esas risas altas y esa manera de hablar que no comprendo. Soy un hombre en una ventana de un hotel de Nueva York y eso me hace sentirme extraño o ajeno, o mas que ajeno como en otro cuerpo, movido de sitio, desplazado de un estadio mental habitual. Tengo la cara pegada al cristal y el vaho me tapa la vista y lo quito y vuelve a salir y veo esa exageración de luces que se desenfocan a traves del vaho. Y pienso que es extraño estar aquí mientras en la habitación de al lado se rompe un vaso y saltan mas risas.

1 comentario:

stel dijo...

NY tiene que ser espectacular!

Te mando un mail cuando sepa de mis planes por tu ciudad, a ver si coincidimos en algun lado :)

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