sábado, marzo 08, 2008

La busqueda

Algunos eran violetas, otros mas bien amarillos. Los había marrónes, naranjas, rojos, azules, grisaceos, verdes. Verde pistacho, verde azulado, verde cristal. Azul marino, azul claro, azul cobalto, azul turquesa. MArrón casi negro, negro, muy negro. Había de todo. Y vistos con perspectiva y distancia era hermoso verles venir, una marea de colores que caminaban sin ser conscientes de ese efecto hipnótico que producían. Sucedía que mirabas a uno, al naranja, por ejemplo, le veías venir mezclado entre los demás, cerca incluso del rojo, te fijabas un rato en su movimiento y luego sin ser consciente volvías a mirar a todos y comprendias que en ese naranja había unas caracteristicas irrepetibles y únicas, percibías ese efecto viendolo solo, y luego algunas cosas de esas caracteristicas se potenciaban mezclandose entre los demás.

Esperé, esperé a que pasaran a mi lado. Me quedé viendo o tratando de ver a muchos de ellos. Comprendí que cada uno tenía su esencia y su gracia y visto de cerca me era dificil elegir. Incapaz de decidir cual era el mas apetecible o el mas hermoso, eran tantos y tan caracteristicos que uno solo me pareció limitarme, reducirme perdiendo otros. Pasaron todos, pasó esa marea hipnótica y me quedé solo, dudé, traté de pensar una y otra vez: " Verde, Azul marino, Naranja, rojo, marrón...." así durante horas. Eran tantos tonos, tantos que no supe. Hasta que me puse a caminar, caminé solo y comrpendí solo mucho tiempo después comprendí que yo llevaba sin elegir, sin elegirlo completamente, sin decirdirlo de antemano, un color, un tono. Era el mio, que se había ido formando todo aquel tiempo atrás. Desde entonces soy naranja oscuro casi marrón. Eso si, el tiempo va modificando a cada uno su tono, lenta y pacientemente, hasta ser indefinido.

No hay comentarios.:

Mi lista de blogs

Afuera