domingo, mayo 06, 2007

Conversaciones

Un tipo me hablaba ayer y ví que según iba hablando se iba deshaciendo de abajo a arriba. Según narraba anecdotas e historias de su vida y de la vida de los otros (Buena pelicula), las piernas, el tronco, parte de la cara se le iba borrando. Si de repente callaba y permanecía en silencio todo aquello que se había vuelto invisible volvía a aparecer y de alguna manera se reconstruía. Sucedió así durante un buen rato. Yo le escuchaba y me daban ganas de avisarle, de decirle que cada vez que contaba, que hablaba, sufría del curioso efecto de desaparición, pero no dije nada, era dificil avisarle, no se si me hubiera creido, si me hubiera escuchado, incluso es posible que no le hubiera interesado o no hubiera comprendido. En este caso es complicado además por que a menudo a mi sucede otro efecto curioso: cuando hablo, lo que yo digo suele ser escuchado con otras palabras. Es decir, a menudo yo digo una frase, creo estar diciendo unas palabras, una secuencia de verbos, sustantivos y adjetivos y entonces salta ese efecto que tantas veces me acompaña, lo que al otro le llega es una cosa absolutamente diferente, como si de alguna manera mi emisión no tuviera una buena señal y al otro le llegaran frases absolutamente diferentes, que nada tienen que ver con lo que yo dije. Por lo tanto ayer, a este hombre que desaparecía a cada palabra no le dije nada y en un momento de la noche me vi solo, oyendo una voz que lentamente, tambien fue desapareciendo.

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