sábado, marzo 20, 2010

Mateo Page

No había truco y, a su modo de entender, tampoco había trampa. Internet es vasto como el cosmos. Se puede encontrar las instrucciones de uso de una olla express fabricada en los setenta o la explicación física a los acontecimientos más insólitos de la climatología mundial. La red es como el caos y cada uno lo ordena a su antojo y como la vida de las personas hay algo de azar en cada movimiento. No es fácil recordar como fue que uno llegó a dar con ese escondite en el que se encuentran las claves para algo útil o la lectura de un cuento inédito y casi secreto de uno de sus autores favoritos. Este ejercicio de búsqueda tiene mucho de juego mitológico, de ese barroquismo fantástico del tipo "El señor de los anillos". Como buscador las batallas y los lugares a recorrer son dispersos y titánicos. Google es la puerta principal, pero no la única. Hay otros accesos menos evidentes, más ocultos. Hay emisarios que te dan claves para seguir :"Evita cruzar por X lugar. Atraviesas los blogs precisos y llegarás a la tierra prometida" Bien mirado Internet es la perfecta fábula Borgiana. Juegos de espejos, realidades inabarcables, desiertos que son laberintos para terminar encontrando esa forma de falso Aleph. El uso que cada uno hace de todo esto es muy preciso y muy personal y nos define. Mateo Page era simplemente un internáuta más. De esos de perfil blog: Tendencia literaria, algún texto publicado sin mucho éxito de comentarios, alguna página de fotos, comentarista en blogs de ficciones y textos de viajes. Por perfil Mateo Page era una oveja en esa manada infinita de ovejas que somos los internautas. Así fue hasta que en una larga sesión de navegación y búsqueda fue a dar con aquella enigmática página cuya dirección era www.textosparaserpublicados.net. Mateo Page, sin ser capaz de completar el camino trazado que le había llevado hasta esa dirección, pinchó y entró en aquel lugar de fondo azul oscuro y estética simple, repleto de títulos que al ser pinchados enviaban a un texto literario de altísima calidad. En distintos movimientos al azar, Mateo pinchó en varios títulos, desde "Música para la memoria" un cuento donde se narraba la obsesión de un músico checo enamorado de su ciudad natal, que pretende crear la melodía precisa que alcance el inaccesible epicentro de la memoria y lograr borrar los recuerdos de los turistas que visitan Praga para que no la recuerden y no la recomienden visitar nunca más , hasta "El café de Elisa" donde se lee el extraño caso de un lugar en el centro de Bruselas donde la gente nada más entrar logra soñar despierta o el que le fascinó "Melancólica historia de un hombre melancólico" historia que nos habla de un hombre tan melancólico que termina volviéndose lágrima deambulando sin rostro por el que correr. Al terminar hojear varios títulos, leyó de nuevo la dirección de la web y comprendió, sin saber muy bien por que, que esa página era un lugar al que se podía acceder para copiar textos y publicarlos en los blogs propios. Así Mateo Page comenzó diariamente a entran en www.textosparaserpublicados.net seleccionar uno de los títulos, darle a ctrl a, ctrl c, dirigirse a su blog, pinchar en publicar nueva entrada y pulsar ctrl v. Fue así, sin darse cuenta, a una velocidad de vértigo, que Mateo Page se convirtió en un popularísimo bloguer. Cada texto era comentado por miles de personas, la admiración hacia esos textos era unánime. Copio sin selección conceptual, un día escogía "Música para la memoria" y al día siguiente copiaba "Semejanzas de Lupe con Madame Bovary", textos sin conexión estilística ni temática. Cada texto que Page copiaba de www.textosparaserpublicados.net se volvían en su blog un acontecimiento sonoro en la red. Tras la fama del boca a boca o del click a click, llegaron las primeras ofertas editoriales."Sr Page le proponemos publicar una selección de 100 cuentos con buenos beneficios" y Mateo no veía ilegalidad ni trampa en su juego porque la dirección de la página lo dejaba muy clarito www.textosparaserpublicados.net. Y salió a la venta "Las páginas de Page" (100 textos del bloguer más famoso de internet) y a Mateo los beneficios le vinieron como del cielo porque la hipoteca se empezó a pagar solita. El problema fue cuando comenzó la prensa a solicitarle "Sr Page quisieramos hacerle una entrevista para la sección de libros" y el inconsciente Mateo fue, claro que fue, porque Mateo no hacía trampa, no engañaba, no negaba porque nunca le habían preguntado, pero aquel periodista curioso, intrépido le cosió a preguntas, pero fue ya en la segunda donde cayó, donde se desveló, donde su fama se acabó:

Entrevistador: ¿Dónde encuentra Mateo Page la inspiración? Si hay algo sorprendente en su literatura es la variedad estética, la gama inmensa de estilos que recorre.

Mateo Page: Realmente el proceso es sencillo. Acudo diariamente a www.textosparaserpublicados.net, una página que encontré hace poco tiempo. Es un lugar infinito, lleno de miles de textos. No hay fin. Accedo, busco algún título peculiar, lo copio y lo pego en mi blog. Realmente tengo poco mérito en esto.

Evidentemente Mateo Page pagó caro la honestidad. Un juicio durísimo, una condena de plagio sin acusación, porque ¿Quién se escondía detrás de aquellos textos? ¿Qué autor dirigía y gobernaba aquella página engimática llena de cuentos para regalar? Nunca se supo, sólo quedó para la posteridad la última frase que se escucho de Mateo Page. No se quien es, nadie lo sabe. Si algo se es que yo, a su vez, soy otro texto copiado para publicar en tu blog.

No hay comentarios.:

Mi lista de blogs

Afuera