lunes, febrero 05, 2007

El aire contagioso

Las cosas se contagian facilmente. Eso sucede con la gripe o los catarros, pero tambien con la estupidez o los prejuicios. Pero criticas aparte, es cierto que todo se contagia a la velocidad del virus. Alguien estornuda y ¡¡cha chán!!, ya cae uno o dos. Recuerdo cuando los medios nos torturaron con la gripe aviar el año pasado, en un reportaje en El pais pude leer que un tipo podía ir con la gripe en un vagón del metro y entre estación y estación el virus se habría contagiado a mas de la mitad de los pasajeros. ¿Que carajo fue de aquella gripe aviar que nos iba a matar a la mitad del planeta?. Adivinanza:¿Que otra catastrofe natural han aprvechado los medios este año para aterrorizar a la masa?. Es sencillo. Los medios son como telenovelas. Hay episodios y cada episodio va teniendo una tematica. Pasa el episodio y como en toda seria, al siguiente capitulo, ya nada de aquello se recuerda.

Todo se contagia. Y el presidente de la comunidad de vecinos de este edificio lo podría sospechar. Ayer entró en el portal, alagre, era domingo. En una mano el periodico, en la otra la correa del perro. La mirada puesta en no se que noticia y desde los labios hacia el mundo, una melodia surge a manera de silbido. Son tres o cuatro notas que juguetean con una melodia sencilla. Poco mas. Se cruza con el del Segundo derecha. Se saludan y siguen, pero inevitablemente el del segundo derecha ya esta contagiado, no solo de la gripe del presidente que tambien la tiene, sino de la melodia silbada. EL del segundo derecha sale a la calle y sinconciencia de ello, ya va silbando la sencilla melodia del presidente. Atraviesa la calle, gira a la izquierada y llega al quiosco, llega hasta el silbando, contento. Coge el periodico de su montón correspondiente, paga y se va silbando de nuevo. El contagio inevitable ha seguido su cadena. El quiosquero, ajetreado ordenando albaranes y colocando colecciones que nadie comprará, ya silba la sencilla melodia del presidente. Alguien llega, se agacha a coger otro periodico y un libro de cocina, espera para pagar mientras el quiosquero subido a una pequeña escalera trata de colocar las ultimas revistas que han llegado esta mañana, subido en la escalera silba, desde la escalera, se gira, saluda al cliente y extiende la mano, recibe el dinero y se despiden. El hombre con el libro de cocina y el periodico camina lento, va silbando contagiado de la sencilla melodia del presidente. Este llega a la cafeteria se sienta, extiende el periodico y lee, entre paso de pagina y paso de pagina le regala al mundo su contagiada melodia silbada. así, como la mítica gripe aviar, contagia a media cafetería.

A partir de ahí, al que escribe,se le escapa los caminos que siguió la sencilla melodia. De aquí para allá, de un barrio a otro. De Atocha a a Plaza castilla de ahí a Cuatro caminos, baja hasta San bernardo, Moncloa, Plaza España, Gran via. Viaja la sencilla melodia de labio en labio, de boca en boca. Y como aire que es, por el aire viaja el silbido.

Esta mañana viajaba en autobus, al ir a bajar un hombre la ha silbado y yo he quedado contagiado. He llegado al portal iba silbandola cuando me he cruzado con el presidente. Seguro y orgulloso me ha mirado y me ha dicho:

.- Bonita cancion ¿Eh, Leprince?. Bonita cancion, si señor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

te estas convirtiendo en un maldito jala-bola.

Beatriz

Henry S. dijo...

Y eso?

Martín dijo...

Sigo pensando que esta Beatriz es pura coba...la persona que se esconde detrás de ese nombre será cobera o cobero?

stel dijo...

me has hecho pensar en Fallen, la peli aquella de Denzel Washington y un demonio que pasa de persona en persona (esta bien, entretiene bastante).

Ah, ya me apunté la fecha de tu cumpleaños. Me acordaré. :)

Besines y buenas tardes!!
^^

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