viernes, junio 08, 2007

El último concierto de la gira

Nada hacía presagiar al bajista lo que le sucedería a partir del cuarto tema del concierto. La intro funcionó como esperaban, el público reaccionó con fuerza a la entrada de la primera canción, la segunda y la tercera sonaron medianamente bien, con cierta ventaja para la tercera debido a su estribillo potente que el público coreó con cierta euforia. Fue en la entrada al primer estribillo de la cuarta canción que comenzaron a suceder los extraños acontecimientos. El bajista marcaba su linea con energía, se deslizo desde el Do al Mi para reventar en el estribillo y de repente notó que el batería había parado, no sonaba, trató de no mirar por no acentuar la sensación de error pero realmente la batería no marcaba el ritmo, despues de un par de compases cuando ya era evidente que el estribillo se había quedado vacio de ritmo, el bajista giró la cabeza y descubrió que la bateria estaba vacia, sin nadie que la tocara. Miró a los otros, pero naide se había alarmado, ni el resto de la banda ni el público desmelenado. Decidió, pues, seguir en aquella farsa.

Desde ahí hasta el septimo tema todo se sucedió en una constante desaparición de músicos. El guitarra, el otro guitarra, el del acordeón, la chica de harpa, el de los teclados, uno tras otro, sin notarse. Todo despues de notar que ya no sonaba ese instrumento. Así hasta que se vió solo, ante un publico, que sin embargo, era ajeno a aquellas desapareciones, a ese lento camino hacía el silencio. Tocaba el bajista, siguiendo el orden de temas que estaba planeado de antemano, siguió disimulando como si para el tambien todos siguieran. El publico, auqneu solo se oyera el bajo, sin nada mas, coreaba con euforia las canciones mas populares, encendía mecheros y móviles en las temas mas recogidos. Todo como si nada, nunca, hubiera dejado de sonar. La sorpresa mayuscula fue cuando el público por capas gruesas tambien desaparecía, de repente, como por arte de magía, ¡¡zas!! y un montón de gente desaparecía. Así hasta que el bajista y un espectador se quedaron solos, el espectador mirando, el bajista sin saber que hacer. No sabía si seguir o parar, si comentar entre ambos lo que había sucedido o disimular hasta el final, hasta que inevitablemente todo, absolutamente todo desaprezzca en la inmensidad de la nada

No hay comentarios.:

Mi lista de blogs

Afuera