sábado, enero 13, 2007

Los otros

Se levantó y se asomó por la ventana. Seguían las obras abajo en la plaza. Se hizo un café, se encendió un cigarrillo y escucho unos ruidos en las escaleras. Encendió el ordenador y antes de trabajar buscó una buena foto, se las ingenió para ponerle un buen texto y lo lanzo todo junto a ese universo inabarcable. Se levantó a fumar otro cigarro, salió al balcón. Mañana fria pero soleada. Un avión atraviesa el cielo y piensa sin nostalgias, alejado de cualquier sentimiento reaccionario, que ya no, que volar aviones no tiene la épica de entonces.


Cierra la puerta de casa, se montá en el coche y arranca. En la radio suena el cd que se quedó ayer sonando. Arranca una canción en el mismo punto donde ayer se quedo cuando apago el coche. Gira, baja y llega a la estación. EL tren está en el anden y corre, cruza la puerta de entrada y ve como el tren va saliendo y no llega. Se frena con resignación. Llega al anden vacio se sienta y mira el tiempo que queda hasta el siguiente. Por la otra via, en la otra dirección, pasa un tren de largo, dirección a cualquier lado. Se despista pensando en la conversación de anoche.


Desde la ventana se ve un trozo de mar. Con eso es sufciente pensó entonces y lo ratifica hoy. Mira los coches pasar en la carretera lejana. Deja el café apoyado en la mesa y coge el cuaderno. Hay una gama de blancos, una paleta hermosa de tonos, hay un azul irrepetible y un destello que revienta en una ventana y se proyecta. Sabe que ese instante durará lo que tarde el sol en seguir moviendose, pero intentarlo merecerá la pena. Suena el telefono.


Mañana de sol y nubes. Cantan los pájaros. Hay un libro sobre la cama marcado en una página determinada. ¿Cuanto tiempo dura una marca en una página?. Se detiene todo cuando un marcador sobresale de las páginas de un libro, recordando que todo se quedó estático ahí. Hubo una palabra que fue la ultima en ser leida. Ha recordado otro texto, otro libro y lo abre. Sabe que un libro lleva a otro libro y que en la busqueda está el placer de los dias, el placer único de leer. Hay una frase que lleva a otra frase y sin embargo cada frase es una y va sola y vive y se queda marcada en un punto impreciso del tiempo.


Acaba de abrir los ojos. Ha respirado, ha mirado al techo. Mientras gira el cuerpo y se levanta reconstruye el sueño. Hay un cuadernillo en la mesilla. Lo anota o anota, rapidamente, lo que recuerda. Hay un algo que siempre se borra, desaparece, pero en esencia las ballenas tambien respiran.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sencillamente genial. Te superas.

illot dijo...

Bravo master!!!

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