martes, febrero 14, 2006

Mientras espero

Estoy en casa. Estoy en casa y espero a Marta. Espero a Marta. Espero a Marta y escribo en el blog. Escribo en el blog y pienso en otros post que habia pensado escribir. Había pensado escribir un post titulado Carmen. Carmen es un buen título para un post y para una canción que había buenisima de los chichos. Ese post hablaría de mi relación con Carmen. En ese post hablaría de mis fallos en esa relación, por que si soy honesto en esa relación Carmen ha sido mas honesta que yo, a pesar de sus fallos. Con Carmen me sucede que me termino molestando por cosas que en otros contextos yo hago, entonces las cosas que me han molestado de Carmen no son mas que cosas que me molestan de mi. Cierto es que cada uno con sus peculiaridades, y eso es Carmen, una mujer de peculiaridades. En cualquier caso uno no debería cabrearse con las buenas personas, pero ahí está la trampa de los seres humanos o mi trampa, que soy o pretendo ser un ser humano, me cabreo mas con los que nos caen bien que con los otros, el que te empuja en el metro, el que te insulta desde un coche, el que te habla mal, el que es mal educado, el trepador de puestos de trabajo, el crápula de compañero de trabajo, el desalmado, el que te abandona, el que te ofende. En cualquier caso, en esa relación, Carmen ha actuado mejor que yo, no es cuestión de cantidad, es una realidad. Ha aguantado unas caras mias que según me han dicho mi hermano, Marta, Miguel y Martín, son bastante desagradables. No voy a contar lo que yo le recrimino a ella, en eso creo que ella cometio sus errores, pero mi error es la manera de reaccionar ante esas situaciones. Es una cuestion fisica, mas que intelectual. Siento que no puedo mirar a la cara a alguien que me hace determinas cosas, suele ser cuando me siento manipulado, cuando me siento estafado emocionalmente, pero nunca son casos graves, yo los convierto en graves con el tiempo, con mi reacción. No me siento nada orgulloso de esto, detesto esa manera de actuar y con el tiempo he ido corriegiendo algo de ella, y con Carmen es el ejemplo mas vivo que queda de ello. Si escribo este post es por que he decidido abiertamente cambiar de actitud ante ella. Me costará, lo sé. Soy honesto conmigo, lo que le recrimino no se acabará, va con ella, es parte fundamental de ella y en algun momento me volverá a molestar, pero debo aceptarlo, por que es una gran persona, una excelente persona, llena de virtudes, es alguien que merece la pena.

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