jueves, febrero 16, 2006

Anotaciones sin prisa

.-Creo, sin duda, que el mejor momento del dia es cuando me levanto. Esto es algo que ha cambiado. Antes ese momento era un horror, ahora es el gran momento del dia. Como muchas otras cosas esto es algo que viene desde la operación. Es increible como cuando descubrimos nuestra infinita fragilidad comenzamos a valorar los detalles. Antes necesitaba mucho alcohol y la música bien fuerte para sentir felicidad, ahora necesito abrir los ojos por la mañana y tomarme un café. Eso es todo. Hay noches que me acuesto y pienso que me apetece levantarme y comenzar el rito. Definitivamente lo que me gusta del dia es la mañana.

.-Ayer volví a pensar en la inmensidad, volví a percibirme como el punto ese casi invisible en el todo. Hubo dias que me daba vertigo, habrá dias que me vuelva a dar vertigo, pero ayer no. Observe a algunas personas a mi alrededor y pensé que cada uno solo tiene conciencia de una cosa, su propia vida, su propia realidad. A cada muerte eso desaparece o se diluye en otra cosa. El gran problema es que tenemos conciencia de nosotros mismos, que sufrimos por nuestro único destino seguro. El gran problema es que sabemos que somos algo y ademas le tenemos cariño a ese algo. Aunque por otro lado tampoco esta tan mal. El gran problema es pensar siempre en algo, aunque eso tambien tiene su gracia. Mi gran problema es que soy variable, pero es cierto que me gustan los cambios.

.- Se que he tenido sueños esta noche, pero ahora no los recuerdo.

.- ¿Existe realmente un problema de incomunicación?. ¿Estamos solos?

.- Ayer pensé mucho en Felix. Es curioso, hay veces que a la gente la percibes mas cerca o mas lejos, no varía su posición fisicamente, pero van y vuelven. Tampoco se basa esta distancia en el cariño o en la memoria, se percibe unas veces una intensa proximidad, otras veces estan mas diluidos. Siempre me ha fascinado esa percepcion que tenemos del presente de los demás. Es decir a los que no veo, a los que no tengo cerca los congelo. Es decir, Andrea estará ahora en Milán pero le congelo, no percibo como que su realidad este caminando, simplemente pienso que su realidad no está, o no lo pienso pues en cuanto lo pienso su realidad ya anda, pero mientras no lo pienso se queda congelado. Si pienso en alguien al azar... Juan de Dios... Era un compañero de clase en el Tecnológico. Estará por ahi, pululando, pero su realidad no existe para mi. Para mi está en un museo de cera, estático, inmóvil. Y sin embargo estará, caminará con su vida. Es alucinante cuantas realidades caminan a la vez. Solo eso ya es casi infinito.

2 comentarios:

Bastian dijo...

Hoy has escrito un post increible.

shulitta dijo...

yo también llegue a ese momento en el que das gracias por despertar y poder ponerte de pie y tener un día normal

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