miércoles, junio 24, 2009

Verano

Se acaba de ir por la puerta. Olía todavía a champú, llevaba el pelo húmedo y recién peinado. He oído sus pasos fuera, cuando ya ha cerrado la puerta, se han ido desvaneciendo hasta desaparecer, ese sonido cae, cae y deja de oirse. Me he imaginado sus pies en la acera, pisando rápido porque llegaba tarde. Subiendo la calle, esperando en el semáforo al que siempre llegas cuando está rojo para los peatones. Ha visto un ciclista pasar, una hilera de coches y de repente el semáforo se ha puesto verde y ha cruzado. Aquí no se oían ya sus pasos y el olor del champú casi, también, había desaparecido. Me he puesto otro café y he puesto una canción que es como el verano, como esto, como esta luz, como esta temperatura. Me gusta el título de la canción, mucho mas el verano. En verano se es invencible. Invencible en batallas invisibles, pero invencible al fin y al cabo. He tecleado esto que no se que es, no es un texto. Tampoco tiene una finalidad. Es verano. Seguramente esto es verano también. Ya no huele a su champú en su pelo.No hay ni un eco de sus pasos. Irá en el metro leyendo, casi puedo ver su cara reflejada en el cristal de enfrente, donde se refleja de manera muy precisa, su cara, su pelo todavía húmedo mientras el metro sube por un túnel de la ciudad. Van pasando estaciones y aquí va avanzando esta canción que es un trozo de verano. Aquí es verano, en el metro no lo suele ser. No hay estaciones bajo tierra. Hay estaciones si, con nombres propios o de ciudades, pero no otoños ni veranos, por supuesto tampoco primaveras. Habrá, eso si, un vestigio de verano para los que vayan cerca de ella y huelan el champú en su pelo, ella lleva el verano en esa melena rubia, rubia como el sol de verano. Ella lleva el verano en el pelo y ese verano huele tan bien, a champú si, pero es un perfume que cambia al hacer contacto en su pelo, es el olor del champú que hace ebullición en su melena. Una mezcla, porque no usar la palabra, mágica. Ha llegado a la estación, se baja, sube las escaleras mecánicas, camina a ese ritmo adorable. EL pelo sigue húmedo porque el verano en su pelo es un verano fresco, agradable, casi una primavera prolongada. Sigue, pasa por donde el tipo que vende lotería que tanto la llama la atención, le mira como tantas mañanas y recuerda un número que jugo el otro día, casi con desgana, por el chiste de jugar. Sigue caminando. Aquí ya no hay eco de sus pasos, se ha desvanecido el olor... Es verano

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que suerte tiene esa rubia de tener a alguien como tú que escriba algo tan bonito sobre ella...

Anónimo dijo...

Lástima que esa rubia no lea tu blog, jeje

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