martes, julio 13, 2010

Un helado de fresa y nata

La tipa no es atractiva. Parece extranjera, seguramente inglesa. Es alta, delgada, la piel blanca, muy blanca pero no pálida. El pelo oscuro, bastante negro. Va vestida de acuerdo al clima terrible de esta ciudad un día de julio a las tres de la tarde. El calor domina cualquier sensación. Todo sucede debajo del calor, el resto de percepciones viven allí abajo, en un lugar remoto de la piel. La inglesa pasa ajena al resto del planeta, su mirada va perdida, porque seguramente cuando rozamos la felicidad nuestra mirada no mira, se olvida de lo demás. Sólo desvía los ojos cada ciertos segundos a la cima de eso que le proporciona ese admirable estado de felicidad fugaz: Un helado de cucurucho. A mi el acontecimiento me atrae sobremanera. No es en la metáfora sexual de su lengua recorriendo el helado. No. A mi lo que me sorprende es esa felicidad agradablemente glotona que posee esa tipa de aspecto simpático. Ella no me ve, no ve nada, sólo saborea. Camina ajena, casi levitando porque su vida se sostiene en ese helado de dos sabores que chupa con glotonería. Hay en su felicidad algo que me hace feliz. La miro pasar mientras yo, a su vez, sigo mi camino. La veo venir a pasos animados, el bolso colgando en un lado, las sandalias pisando firme la acera. Todo se ha detenido para la inglesa y para mi en ese cucurucho, en ese helado fantástico. No es atracción, no es deseo, no es la sencillez de un labio y una lengua recorriendo esa forma fálica de sabor a fresa. La tipa no me despierta eso, la tipa me proporciona una leve sonrisa con esa simpática ansiedad que recuerda a los niños, a las cosas que se hacen sin tapujos, sin filtros. La felicidad está en un helado, tan sencillo como eso. El resto, el resto es relativo, tan relativo como la duración de la solidez de un helado a 39 grados a la sombra. O quizá es eso, quiza la felicidad, como todo, sea algo que permanentemente se derrite, por eso la inglesa recorre y camina con glotonería, no vaya a ser que se derrita ese cucurucho de fresa y nata.

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