sábado, diciembre 02, 2006

E.R.

De E.R. hacía mucho tiempo que no sabía nada. Amigo intimo y fundamental durante una época importante del pasado, se fue sin embargo diluyendo con el paso del tiempo. Las distancias primero y luego supongo que mas elementos, pues con otros con los que la distancia es la misma el contacto sigue relativamente intacto, nos fueron haciendo ajenos. Al igual que a los otros les evoco a E.R. le he ido olvidando sin ser consciente de que se ha ido borrando. Supongo que hay relaciones así, que inevitablemente ocupan solo una étapa de tu vida. hay una época de enorme conexión y sin embargo esa conexión pierde fuelle hasta desaperecer. Hubo con E.R. momentos enormes, de esos que marcan tu propia vida. Aventuras extrañas, gustos musicales parecidos, algun viaje loco e infinidad de borracheras , existecialismo barato entre caladas de cigarros que siempre él compraba y que amargamente me iba dando ( Fue un gran amigo, pero siempre poco generoso con el dinero, pero yo entonces no tenía nada o como mucho para comprarme un cigarro detallado en la bodeguita de enfrente). Sin duda fue el amigo clave o incluso la persona clave en mi decisión de salir de Barquisimeto y venirme aquí, a esta vida.

Hoy he vuelto a hablar con él. Lo ví conectado en el msn despues de muchisimo tiempo. Traté de preguntarle sobre su vida, insistí, no contestó. Me habló profundamente de Venezuela, filosofeamos sobre Barquisimeto, volvimos a hablar sobre esas otras vidas posibles. Tocamos levemente el pasado, yo tambien insistí mas, el lo obvio o cuando lo hacía, curiosamente, lo hacía incluso con mas emoción, con una enorme emoción.

Siempre sospeché que para E.R. volver a Barquisimeto fue una especie de fracaso, pero no solo con él, sino con los demás. Habiamos hablado tan mal de aquella ciudad, habiamos querido huir con tanta fuerza, habiamos insisitido tanto en que llegados a una edad ni uno solo quedaría por allí, que volver le supuso un fracaso. Volvió y además la ciudad se había quedado desierta. La imagen aterradora de un hombre ante una ciudad vacia y con unas decisiones que le pesaban en la espalda. Y se debió ver allí y arrancó de nuevo. Se montó una nueva vida con esfuerzo sobrehumano, se readaptó a si mismo y trató de ser feliz o al menos de no culpar al entorno de los terremotos que se sufre en la cabeza. Eso lo aprendió él y no se si todos los que salimos huyendo de aquella ciudad que como hoy me dijo "Si la vieras hoy casi ni la recononcerías" y me he vuelto a quedar pensando en el tiempo. Y afuera era otoño

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