lunes, diciembre 11, 2006

Grafton Way

Un tipo nos acaba de ver dudando en una esquina y nos ha preguntado si estamos perdidos. En el fondo nos sorprende la amabilidad y la precisa descripción del giro que debemos hacer para encontrar la dirección exacta que andamos buscando. Caminamos por un callejón peatonal, mirando como se miran las calles y las cosas que nunca se han visto antes, hemos visto al tipo que nos acaba de hacer las indicaciones saludandose con otro tipo de cara amable y se han separado, le hemos hecho un gesto de gratitud cuando con un giro de la mano, y mientras entraba en una casa del callejón, nos ha indicado el ultimo tramo que nos llevaría hasta la calle que era nuestra calle, nuestro destino. Despues de nuestro movimiento de cabeza de agradeciemiento total, ha sonreido y ha cerrado la puerta. Hemos caminado esos cincuenta metros en silencio, callados, agarrados de la mano y con unas ganas atronadoras de entrar en caulquier bar a tomar café. He verificado en alto el nombre de la calle y creo que no lo he pronunciado bien, he mirado atrás por que he visto en una ventana un Mac encendido con el Final Cut abierto y he pensado que había alguien montando algo en esa casa y he fabulado unos segundos con el hipotetico montaje que seguía a ese frame que he visto detenido. Hemos llegado a la esquina y según hemos girado, ella ha dicho su nombre en alto, con brutal emoción interior pero en un tono delicado, yo he levantado la vista y he visto al de siempre, al mismo, al otro. El ha arrancado a paso lento y he reconocido esa manera de andar, ese movimiento de brazos y he pensado que estaba igual que la última vez, la distancia se ha disminuido y ya todo es normal, hemos bajado la vista para aguantar el reencuentro hasta el punto exacto donde dicte el destino y nos hemos abrazado con él. Hay un estado de profunda normalidad aunque el encuentro sea en una calle imprecisa de Londres, en una ciudad en la que nunca habias estado. Hay tanta normalidad que cruzamos la acera para que Guy Monod saque fotocopias a su pasaporte, tomemos un café y entremos en el consulado venezolano donde una morena atiende a Monod con desidia y pocas explicaciones. Salimos a la calle y arranca el viaje.

Se dice mas con lo que hay por debajo que con lo dicho, casi siempre pasa eso

Hasta otra, Monod.

4 comentarios:

Guy Monod dijo...
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Guy Monod dijo...

H, M, mis muy queridos:

Solo queria contarles que despues de un maravilloso fin de semana, la infinita tristeza y la nostalgia me estaban esperando en un vagon de tren.

Ya os echo de menos.

.Guy "Speechless" Monod

Anónimo dijo...

quiero volver a londres... hay ganas, muchas ganas!

Anónimo dijo...

"Se dice mas con lo que hay por debajo que con lo dicho, casi siempre pasa eso". De hecho, es una de las esencias de la buena literatura, no?
Veo que has suprimido un comentario anónimo, qué excitante. ¿Tienes enemigos anónimos? En el fotolog hay mucho de eso, jejeje.

Saludos, compi

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